Granada CF

Ensombrecido por Piru

  • La huella del Granada CF en la mayor competición del mundol Fichó por el Granada el infausto último día del mercado invernal de 2017

  • La afición ni le hizo caso ante el fracaso del director deportivo con El Zhar

La afición del Granada CF tiene fijación por jugadores del estilo de Mubarak Wakaso: intensos, de derroche físico por encima del futbolístico, de los que dan carreras aunque no sirvan para nada, y de los que, cuando vienen mal dadas, se ganan a una grada necesitada de amor por los colores sobre el césped. Este aguerrido ghanés se salvó de la quema generalizada que la afición hizo al final de la temporada 2017, la del vergonzoso descenso a Segunda División. Mostró entrega a pesar de las circunstancias y se dejó querer para incluso jugar en la categoría de plata cuando ningún jugador expresó ese interés públicamente.

Wakaso no deja indiferente a nadie, quizás de ahí que en su trayectoria deportiva haya pasado por once equipos en once años. Nada más dar el salto a Europa, el sueño de la inmensidad de los futbolistas africanos, mostró su carácter díscolo y el Elche lo echó del club por saltarse el régimen disciplinario. De forma más reciente, el Alavés le descubrió haciendo locuras sobre una moto durante sus vacaciones. Le van a rescindir.

Había jugado el Mundial de Brasil con Ghana, donde entraba en los minutos finales

En Granada tuvo su paso más tranquilo, en cuanto a lo que pasaba fuera del terreno de juego. Eso sí, cuando llegó se había desatado una tormenta de dimensiones bíblicas dentro de la entidad. Wakaso arribó el último día del mercado de fichajes invernales de 2017 casi de incógnito, con la afición de uñas por el ridículo protagonizado por Javier Torralbo 'Piru' cuando el Leganés le 'birló' en su cara el fichaje del ariete Nabil El Zhar, demostrándose días más tarde la trampa que el agente del futbolista le había tendido al director deportivo rojiblanco.

Veinte días después fue despedido Piru, dolorosamente cuando el Granada atravesaba su único momento de felicidad de la temporada pasada. Un hálito de esperanza que alimentó Wakaso con sus actuaciones en la medular, siendo la más destacada la del segundo partido en que vestía la rojiblanca, la goleada al Betis. Pero la dinámica no la cambiaba un solo jugador. La única 'wakasada' la cometió al expulsarse ante el Atlético de Madrid con el partido acabado, lo que le hizo perderse el último duelo clave por la salvación frente al Sporting. Se acabó yendo sin que el club negociase su regreso al Panathinaikos.

Lo que sorprende a todos los que conocen a Wakaso es que en el historial de un futbolista nada brillante en su calidad figure una participación en un Mundial. Cuando se tira de hemeroteca y se ve que jugó en la Ghana de 2014, ya no hay tanto pasmo. Aquella selección con aires de favoritismo cayó en la fase de grupos robándole solo un punto a la futura campeona, Alemania, y jugando apenas media hora de 270 minutos posibles. Si el seleccionador pretendía revolucionar a su equipo, se entiende poco que tirara de Wakaso, recambio de Atsu para los finales de partido. Cosas del fútbol africano.

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