Aunque no es titular indiscutible, la trascendencia que está teniendo Marco Asensio en la recta final de la temporada en el Real Madrid le convertía ayer en uno de los jugadores que más centró la atención de los aficionados en Los Cármenes. El mallorquín, que actuó partiendo de banda izquierda, se las tuvo que ver con el capitán del Granada CF. Un Dimitri Foulquier que es más que probable que esté jugando sus últimos minutos con la elástica rojiblanca pero que al menos dio la cara y no es de los se esconde.

Asensio se mostró muy participativo en todo momento por dentro, con libertad para moverse por todo el frente de ataque. El objetivo era dejar espacio para las subidas del lateral izquierdo. Pero en este caso era Coentrao y no Marcelo el que ocupaba el flanco y no es lo mismo ni mucho menos. Un automatismo del cuadro de Zidane que ha empleado durante toda la temporada y que tan buen resultado le ha dado. Esto hizo que 'Fulki' dudara entre seguir al '20' madridista o mantener la posición y buscar dar profundidad por su banda cuando había ocasión. Optó por lo segundo siendo de los pocos que generó peligro, como la jugada que intentó en el 21' con el primer disparo a puerta de los locales del choque.

Con dos goles en diez minutos y el choque sentenciado casi desde que se iniciara el calentamiento, el técnico visitante optó por probar nueva situaciones sobre el verde. Ordenó a Marco ocupar la banda derecha, pero la movilidad de James, Lucas y el propio Asensio hacía que aparecieran indistintamente aprovechando los espacios que un partido más dejaba el cuadro de Adams atrás. Mientras, el lateral del Granada CF seguía siendo el único que, al menos, lo intentaba en ataque aunque sólo fuera tímidamente. Al menos no se le puede negar que puso todo su empeño pese a sus limitaciones técnicas.

La importancia y la calidad del madridista se apreció en el cuarto tanto visitante, tras conducir una contra y esperar el momento para asistir a Morata que, tras ganarle en el cuerpo a cuerpo a Hongla, fusiló a Ochoa.

Como era de esperar, con 0-4 al descanso, el conjunto presidido por Florentino Pérez bajó el pistón y la intensidad en su juego no fue ni por asomo la del primer acto. Fue el momento en el que se vio más con Dimitri al jugar mucho más pegado a la banda que en los primeros cuarenta y cinco minutos hasta que en el 58' el técnico francés optó por retirar al balear del terreno de juego. El 'Mini' Bernabéu que ayer era Los Cármenes (desgraciadamente) le despidió con una sonora ovación.

Sin Asensio en el campo, el capitán del Granada CF respiró y tuvo menos trabajo defensivo, lo que le permitió incorporarse más al ataque sobre todo en los últimos diez minutos pero cuando ya estaba todo finiquitado. Quizá le tuvo que dar las gracias a Zidane por quitarle un problema de encima con el cambio de su par.

La continuidad del galo el año que viene en la Liga 1,2,3 está en entredicho. En Segunda un lateral con su potencia física no es habitual. Contar o no con él será trabajo de Manolo Salvador, que por cierto tiene y mucho.