Granada CF-Getafe La Pizarra

El Granada CF usa tres esquemas distintos para derribar la muralla azulona

  • Robert Moreno recupera el 1-4-2-3-1, varia con los primeros cambios a un 1-4-4-2 y acaba con un ofensivo 1-4-1-3-2, con Antonio Puertas de lateral derecho

Rochina conduce el balón y Mata se queja

Rochina conduce el balón y Mata se queja / Photographerssports (Granada)

Para buscar ante el Getafe la segunda victoria de la temporada, Robert Moreno metió en el once del Granada CF tres cambios en relación al que había jugado seis días antes frente a Osasuna.

Fue obligada la entrada de Monchu por el lesionado Gonalons, mientras que los otros dos fueron por cuestiones técnicas: Escudero por Carlos Neva y Montoro por Bacca.

El primero fue un simple lateral por otro, mientras que el segundo sí que conllevó un cambio de dibujo. Luis Suárez, que en Pamplona acompañó a Bacca en el 1-4-4-2 elegido para ese encuentro, se quedó como único atacante en el 1-4-2-3-1 que recuperó el preparador para recibir al cuadro azulón.

Rochina y Machís repitieron en la bandas y Montoro se ubicó en ese puesto de media punta que el preparador ha usado en la mayoría de los últimos compromisos.El Getafe aterrizó en el Nuevo Los Cármenes con Quique Sánchez Flores buscando aún la fórmula del éxito tras haber reemplazado a Michel y con el cuadro madrileño sin haber ganado aún.

La derrota del pasado lunes ante el Celta por 0-3 y el hecho de haber tenido sólo 72 horas de descanso entre un compromiso y otro hicieron que Quique metiera hasta cinco cambios en un once bastante condicionado por el elevado número de bajas, entre lesionados y sancionados, con el que tuvo que afrontar el duelo.

Quedaba la duda viendo el once del Getafe del esquema elegido por el preparador, toda vez que eligió a dos laterales y tres centrales, pudiendo jugar el ex rojiblanco Nyom en la izquierda.

Sin embargo, el que actuó como lateral en la siniestra fue Cuenca, otras veces central, y Damián Suárez se incorporó a la medular por la derecha en el 1-4-4-2 en el que formaron los visitantes, que no tardaron demasiado en variar a un 1-5-4-1.

Laterales profundos

Desde el mismo pitido inicial quedó claro lo que se esperaba: al Getafe no le importaba no tener el balón, que se lo cedió a un Granada que demostró, un encuentro más, poca lucidez, falta de ideas y una importante lentitud a la hora de intentar llegar al área contraria con el esférico controlado.

Sólo cuando se producía algún cambio de orientación, especialmente hacia la derecha para las incorporaciones de Quini o de Rochina al espacio, era capaz de progresar el equipo con cierta claridad.

Los dos laterales del Granada se mostraron bastante profundos en el primer tiempo, con Quini más participativo, pero con Escudero asistiendo a Montoro en la clarísima ocasión que marró el valenciano antes del cuarto de hora. El centrocampista se movió mucho para tratar de entrar en contacto con el balón. Es el típico jugador que se siente más cómodo cuanto más tenga el esférico en su poder, algo que en la posición de media punta no siempre ocurre.

Por eso en muchas ocasiones retrocedió metros para meterse en la medular y participar en la creación de juego del equipo, ayudando en esa función a un Luis Milla mucho más activo y efectivo que Monchu.

Balón parado

El Getafe, muy defensivo y contemplativo, lo había apostado todo el ataque al balón parado. Y le salió bien a jugada.

Ya había avisado rematando alguna falta anterior y en el minuto 37 marcó el 0-1 en una acción que, evidentemente, estuvo mal defendida por el Granada al dejar tocar el balón a dos atacantes y no entenderse Víctor Díaz y Maximiano.

No realizó Robert Moreno ninguna sustitución en el descanso, manteniendo a los mismos jugadores y dibujando estos en el terreno de juego el mismo plan del principio en cuanto a posiciones de partida se refiere. Tampoco realizó ningún cambio el Getafe al inicio del segundo tiempo.

Los cambios

Antes de la hora de juego, comprobando que la decoración no variaba y que las ocasiones brillaban por su ausencia, Moreno sí que movió el banco, con la entrada de Antonio Puertas y de Jorge Molina por Quini y por Montoro, respectivamente.

El almeriense se colocó de lateral derecho, toda vez que el Getafe tenía en esa zona a un Aleñá que es cualquier cosa menos extremo, y el alcoyano se colocó arriba junto a Luis Suárez en el nuevo 1-4-4-2 en el que se colocó el equipo.

Robert, que no agotó sus cinco cambios, fue a por todas con la entrada al campo de Alberto Soro y de Bacca.

Acabó el Granada el choque en un 1-4-1-3-2, con Rochina, muy activo, acompañando a Luis Milla en la medular pero más avanzado, Luis Suárez partiendo desde banda y formando arriba el dúo de ataque Bacca y Jorge Molina, que al menos salvó un punto para el Granada con su cabezazo en la última jugada del choque.

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