Fue una de las inversiones más potentes que realizó el Granada CF la pasada campaña. En concreto, la entidad nonagenaria desembolsó 5,5 millones de euros por el 50% del pase y otro pago de 2,5 millones más para sumar otro 25% de sus derechos. Se trata de Matías Arezo, el joven delantero uruguayo que llegó a Granada el pasado 31 de enero y que a sus 19 años está llamado a ser una de las piezas claves en el conjunto de Aitor Karanka.

El técnico vasco es consciente de la calidad que posee. Sabe que tiene algo distinto, mucho gol, y eso es un aspecto que no todos tienen. No debe ser fácil llegar tan joven a un equipo con problemas en la tabla y ver cómo te cuesta entrar en la dinámica de una entidad acuciado por sumar puntos. Eso fue lo que le ocurrió desde que aterrizó. Por delante tenía a Jorge Molina o Luis Suárez y nula experiencia en Europa, aunque venía de su país con vitola de goleador.

Una única titularidad

Las necesidad del Granada CF provocó que no tardara mucho en debutar. Lo hizo nada más y nada menos que en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. Su equipo perdió por la mínima y el gozó de escasos diez minutos para demostrar su valía. Sin embargo, y para sorpresa de todos, en la siguiente cita, en San Sebastián ante la Real Sociedad, salió de titular por primera vez y desperdició una clarísima opción para marcar el 0-1. Falló en el mano a mano y finalmente su equipo volvió a perder por cuarta jornada consecutiva.

El ariete uruguayo enchufó la primera ocasión de tuvo para finiquitar el choque en Ibiza

Se las prometía muy felices el sudamericano. Pero lejos de tener continuidad, y ante los malos resultados cosechados, tanto Robert Moreno como posteriormente Rubén Torrecilla no le dieron excesivas oportunidades. Ya no volvió a ser titular nunca más. No obstante, cada vez que salió desde el banquillo, que fue en seis ocasiones, tuvo detalles de jugador con olfato de gol, buen rematador y que sabe moverse en el área. Por ejemplo, en el Sánchez Pizjuán tuvo una clara ocasión al igual que frente al Celta ya con Karanka en el banquillo rojiblanco. Pero eso no le sirvió para tener más minutos. El último duelo en el que tuvo protagonismo fue frente al Real Betis, en el Benito Villamarín, teniendo en sus botas el empate en la recta final.

Pocas oportunidades

Pero los méritos que hizo en el poco tiempo que estuvo en el verde no fue apreciado por los tres entrenadores que tuvo el Granada CF la pasada campaña. De hecho, y pese a que era necesario marcar ante el Espanyol, no pisó el césped en el duelo que mandó al cuadro granadino a Segunda División. Una decisión que pocos entendieron ante las necesidades que había en la última jornada.

El uruguayo espera que este año sea el de su consagración.

Durante el verano hubo muchos rumores pero él se encargó de desmentirlos en una entrevista a un medio de comunicación de su país. La inversión de la entidad presidida por Sophia Yang era complicada recuperarla. Además, al jugador le vendría bien tener minutos en una categoría inferior para coger confianza pues aún no tiene ni 20 años. En la pretemporada ha tenido tiempo de demostrar su valía anotando un gol ante el Xerez.

Temporada clave

De cara a la primera jornada, una de las principales dudas era conocer el punta que pondría en liza Aitor Karanka en su habitual 1-4-2-3-1. Pero el vasco sorprendió dejando en el banquillo a Jorge Molina y a Arezo y dándole la oportunidad como ‘falso 9’ a Callejón. Pese a ir ganando, el vitoriano dio entrada al ariete uruguayo que enchufó la primera ocasión de tuvo para finiquitar el choque. Su control y definición fue propia de un killer del área. Supo desmarcarse, algo que apreció Ricard Sánchez con la zurda, bajar el cuero al piso con el pecho en carrera y desde la frontal fusilar a Fuzato. Un golazo con el que el ‘8’ rojiblanco espera ganarse la confianza de su entrenador de cara a una campaña que debe ser la de su consagración en el fútbol español.

Sin duda es una de las esperanzas de la afición rojiblanca, ávida de ídolos en una temporada en la que la ilusión se ha vuelto a renovar tras el descenso. Arezo quiere dar un paso adelante y demostrar cada jornada lo que mejor sabe hacer, que no es otra cosa de perforar el arco contrario. El ariete pide paso y se quiere reivindicar a base de goles.