Nehuén Pérez es el más claro ejemplo de que en el mundo del fútbol hay que tener paciencia y saber esperar tu oportunidad, algo totalmente contrario a lo que hizo en su momento Azeez, que se estaría hartando de jugar pero que no está en Primera y en este Granada porque pidió salir demasiado pronto.

El central argentino es el cuarto central de la plantilla rojiblanca, mas la acumulación de minutos, las sanciones y las lesiones hacen que cada vez juegue más. Y lo va a seguir haciendo con asiduidad, al menos a corto plazo.

Nehuén, tras ser titular en Huesca y jugar la segunda parte en Nápoles, volvió a salir de inicio este domingo frente a Elche formando pareja con Domingos Duarte.

Tuvo bastante trabajo porque el Elche apostó mucho por el juego directo hacia sus compatriotas Guido Carrillo y Lucas Boyé, tratando de buscar sobre todo los visitantes el duelo entre Nehuén y el citado Boyé.

Estaba firmando una aseada actuación hasta que en el minuto 40 cometió un grave error que, afortunadamente, no costó caro a su equipo, ya que con el gol de Antonio Puertas y el 2-1 final quedó en un mal menor.

Una tarjeta, un remate

Despejaba todos los balones sin miramientos, pero dudo en uno que cayó del cielo. Al dejarlo botar le ganó la cartera Lucas Boyé, que se revolvió bien y marcó el tanto del empate.

En el segundo tiempo mejoró y se mostró mucho más seguro en todas sus acciones. Incluso, en un ataque trató de revertir su falló con un remate de cabeza que no encontró portería porque estaba demasiado forzado.

Arrastró una tarjeta amarilla desde el primer tramo del partido tras cometer una falta al propio Lucas Boyé, aunque aguantó bien con ella porque no cometió más infracciones en todo el encuentro.