Luís Maximiano, el sostén del Granada CF

El Granada CF sigue en la pelea por evitar el descenso a LaLiga SmartBank. Una Segunda División a la que nadie quiere volver por las dudas que pueden surgir en el futuro de la entidad pero que es una posibilidad muy real a día de hoy. Pero lo podría ser aún más si no llega a ser por la grandísima temporada que está realizando uno de sus jugadores. Quizá el más regular de toda la plantilla rojiblanca y que se ha ganado el cariño de la afición granadina en menos de un año.

Se trata del portero portugués Luís Maximiano, cuyas actuaciones a lo largo del curso han mantenido vivo a su equipo y no sólo en esta recta final. El más claro ejemplo sucedió tanto en la primera mitad como en la segunda mitad ante el Celta de Vigo. Dejó al descanso su portería a cero gracias a un despeje a disparo de Santi Mina en el minuto 9 y a un mano a mano con Iago Aspas en el que sacó la manopla enviando el cuero a córner (21’).

Clave

Pero su buena actuación no se detuvo ahí. Tras el receso y en concreto en la recta final del choque, rechazó dos intentos de Aspas, en especial uno de ellos que pudo suponer el 0-2 y la sentencia del choque. Gracias a su intervención dejó la renta en tan sólo un gol que Darwin Machís hizo buena con el tanto en el descuento que permitió sumar un punto que quien sabe si será clave en las últimas cuatro jornadas de competición.

El luso, del que había muchas dudas al no jugar mucho la pasada campaña en el Sporting de Lisboa, ha demostrado que está capacitado para ser el arquero del Granada CF muchos años. Aunque si la entidad nonagenaria no continúa en Primera División será muy complicado que pueda continuar porque se ha hecho un nombre en LaLiga. La buena noticia es que es propiedad del club, por el que desembolsó en torno a 4,5 millones de euros más 500.000 en variables firmando un contrato por cuatro años.

De hecho, es el guardameta de toda la competición que más paradas ha hecho con un total de 111 en los 31 encuentros que ha disputado. Su porcentaje del 3,58%. Un dato que a nivel personal puede hacerle sentir orgulloso pues cumple con su trabajo pero que a nivel colectivo dice mucho de los problemas defensivos que ha tenido el Granada CF esta temporada. Las constantes llegadas al área del arquero de 23 años han provocado que se haya tenido que esforzar al máximo para mantener vivo a su equipo. Y no lo ha hecho una sola vez, son muchas ya.

Dos penaltis parados

Ante el Celta fue una más. Su buena actuación permitió sumar ante el Atlético de Madrid, el Rayo Vallecano, el Alavés o el Cádiz, todas ellas citas en las que su equipo puntuó gracias a sus paradas. Además, ha parado dos de los siete penaltis que le han lanzado, haciendo olvidar a su compatriota Rui Silva bajo el arco.