El Mallorca está contra las cuerdas. El conjunto bermellón no depende de sí mismo para lograr la permanencia en Primera División y una victoria hoy ante el Granada podría no valerle para llegar a la última jornada con opciones de continuar una temporada más en la máxima categoría del balompié nacional.

Un triunfo del Alavés y el Celta mandaría automáticamente a Segunda División al cuadro balear, al que podría no servirle la reacción que ha tenido en las últimas jornadas y que se vio frenada en seco por la derrota en el Sánchez Pizjuán por un claro 2-0 ante el Sevilla.

Inercia

El calendario con el que contaba el Mallorca tras el confinamiento le ha pasado factura. El conjunto balear ha sumado solo siete de los 27 puntos en juego, aunque sus partidos han sido ante rivales situados en la parte alta de la clasificación.

El rival del Granada ha perdido contra Sevilla, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Real Madrid, Barça y Villarreal, todos ellos colocados entre los diez primeros. Los puntos que ha sumado el Mallorca han sido gracias a sus victorias por 2-0 contra el Levante y por 5-1 ante el Celta, además del empate a uno en casa del Leganés.

Los nervios

Todo lo que hay en juego podría no ayudarle al Mallorca sobre el césped. El Granada llega a la isla sin ningún tipo de presión y luchando por el premio de jugar la próxima temporada competición europea. En cambio, el Mallorca sabe que cualquier error puede ser definitivo y, además, saltará al terreno de juego con un ojo puesto en el partido que disputarán el Celta en casa contra el Levante y el Alavés a domicilio contra el Betis. Tanto granotas como verdiblancos no se juegan nada en sus respectivos encuentros, una condición que también actúa en contra del Mallorca.

Vicente Moreno no lo ha tenido fácil esta temporada.

Cansancio

El Mallorca puede beneficiarse del tremendo esfuerzo físico que tuvo que realizar el Granada el pasado lunes en su partido contra el Real Madrid. Diego Martínez ha realizado rotaciones desde que el fútbol regresó a la actividad después del confinamiento, pero aun así se ha visto mermado por algunos problemas físicos de jugadores importantes y el poco descanso del que ha disfrutado la plantilla entre cada encuentro disputado.

Sangría atrás

Ha realizado un juego atractivo y atrevido el Mallorca durante toda la temporada, pero su fragilidad defensiva es la que le ha condenado a estar situado casi siempre en las últimas posiciones. El cuadro balear es el equipo que más goles ha recibido en lo que va de temporada, con 61. Por eso no ha rentabilizado los 37 tantos que ha celebrado y que le hacen ser el que más ha conseguido de los últimos siete clasificados.

El equipo

Vicente Moreno suele dibujar con sus jugadores un 4-4-2 sobre el terreno de juego. A pesar de ello, el sistema suele cambiar en función de las necesidades del partido y del rival a un 4-2-3-1 o a un 4-3-3. El Mallorca suele sostenerse bajo el doble pivote formado por Salva Sevilla y Baba, que se complementan a la perfección, ya que el primero se encarga de generar juego y el ghanés de destruir el que pretende generar el rival.

El once

El veterano y capitán Reina es el dueño indiscutible de la portería. Valjent y Raillo ocupan el eje de la zaga, mientras que Fran Gámez se mueve por el lateral derecho y Lumor por el izquierdo. En el centro del campo es imprescindible la pareja formada por Baba y Salva Sevilla. En las bandas suelen situarse Kubo y Pozo, dos jóvenes que generan la mayor parte del peligro creado por el Mallorca. Lago Júnior se sitúa detrás del delantero, que es Budimir.