Racing-Granada CF La Crónica

‘Los máquinas’ cuando el Granada juega fuera son los otros (1-0)

Víctor Díaz, en una acción del partido ante el Racing

Víctor Díaz, en una acción del partido ante el Racing / Agencia LOF (Santander)

Los futbolistas del Granada son máquinas cuando juegan en el Nuevo Los Cármenes y cacharros averiados a domicilio. Lo llevan demostrando toda la temporada y, de forma especial, en este tramo final de curso.

Los de Paco López perdieron por 1-0 en el feudo del Racing de Santander, que ganó justamente pese a ser un recién ascendido que pelea por la permanencia y que afrontó el choque con numerosas bajas. Mismo resultado y partido muy similar, con idéntico marcador, a los anteriores a domicilio contra Sporting de Gijón y Zaragoza.

Lo peor que se puede decir del Granada, más allá de dejar pasar una gran oportunidad para acercarse al ascenso directo, es que la derrota, es que la tercera derrota seguida fuera, también fue justa.

Ni una ocasión clara de gol en todo el partido. Ni jugando en el primer tiempo con tres centrales, ni tras los cambios con el 1-0, marcado por Baturina al inicio del segundo acto en una contra, ni al final, con miles de balones absurdos al área para no rematar ni uno.

El plan de Paco López al apostar por una zaga de cinco zagueros, permitió al equipo no encajar en el primer tiempo, que no es poco teniendo en cuenta que en las anteriores salidas a Gijón y Zaragoza las derrotas se fraguaron antes del descanso.

El Racing llegó con más peligro que el Granada, pese a que los cántabros se mantuvieron casi siempre a raya. Eso sí, el equipo rojiblanco fue en el acto inicial la nada más absoluta con balón.

Algún centro de Carlos Neva desde la izquierda, ninguno de ellos rematado; un par de tiros lejanos de Víctor Díaz, ambos muy desviados, y varios saques de esquina mal ejecutados. Y pare usted de contar. Con cinco defensas y un doble pivote formado por Petrovic y Bodiger igual tampoco se puede pedir mucho más.

Varios errores groseros en conducciones o pases que podían ser claves impidieron saber antes del descanso si el debutante Ezkieta era bueno o malo.

Como se esperaba, el Racing salió a por todas. Antes del primer minuto ya tuvo que desviar a córner Ignasi Miquel un tiro de Aldasoro, mientras que antes del cinco de juego lo intentó Íñigo Vicente tras pérdida en la salida desde atrás entre Petrovic y Bodiger.

Los locales presionaban arriba y el Granada optó por arriesgar lo justo, recurriendo mucho a balones en largo que casi nunca encontraron la deseada prolongación de la posesión.

Aldasoro también buscó el gol desde lejos, con tramos de dominio del Granada, aunque sin pisar el área rival con peligro. De todas formas, la superioridad en la medular del Racing era clara, con jugadores llegados desde atrás para juntarse por el medio y tratar de hacer daño por ahí.

En el minuto 36 firmó Peque la ocasión más clara del primer tiempo, con una gran jugada individual que culminó con un chutazo desde lejos que se marchó fuera por poco.

Se equivocó el Granada justo antes del descanso en una innecesaria combinación en área propia y caso le sale caro. Paró Raúl Fernández el tiro de Íñigo Vicente, que estaba en franca posición para marcar. Pito el árbitro un fuera de juego inexistente, por lo que la revisión hubiera validado la acción caso de acabar en gol.

El desastre

El Granada empezó el segundo tiempo, jugado bajo la lluvia, teniendo mucho el balón, aunque el Racing corrió la primera vez que lo recuperó e Íñigo Vicente casi marca de nuevo, ahora en un mano a mano escorado en el 50’ que acabó con un remate fuera.

A la siguiente ya no hubo perdón. Otra vez una salida rápida por la izquierda, esta vez con balón al centro y remate de Baturina a la media vuelta para marcar. Los dos atacantes locales salieron victoriosos ante los tres centrales rojiblancos en el minuto 52 para el 1-0.

Ataque del Granada en el partido de este domingo Ataque del Granada en el partido de este domingo

Ataque del Granada en el partido de este domingo / Agencia LOF (Santander)

Solo Paco López sabe si el triple cambio realizado a continuación para poner en marcha el plan B fue producto de recibir ese gol o estaba pensado de antemano. Entraron Melendo, Meseguer y Bryan por Víctor Díaz, Bodiger y Callejón, convirtiendo el 1-5-4-1 en un 1-4-3-3.

El choque, con más de media hora por delante, repitió desde entonces el guion de Gijón y Zaragoza. 1-0 abajo y la necesidad de irse arriba para, al menos, empatar, con el riesgo de quedar desguarnecido atrás.

Todo el juego volcado a la izquierda de la primera parte fue a la derecha en la segunda, con Bryan y Quini poniendo buenos balones que no encontraron ningún rematador.

En el minuto 65, ante la palpable realidad de que nada cambiaba y el Granada seguía siendo incapaz de crear peligro, se unió al partido Alberto Perea, que entró por Petrovic.

El propio Perea puso a prueba por primera vez al meta rival con una falta directa poco peligrosa. Después, la zaga local sacó en el área el tiro desde lejos de Quini.

José Alberto refrescó a los suyos con la entrada de Matheus, otro ex rojiblanco como Juergen y Germán. El brasileño remató fuera de cabeza en uno de los pocos ataques del Racing.

De mal en peor

El paso de los minutos no traía la mejoría del Granada y Paco López puso en marcha en plan C en el minuto 79 con la entrada de Famara por Ignasi Miquel. De tres centrales a uno, y Weissman sin minutos por segunda semana consecutiva. No quedaba otra que jugarse el todo por el todo.

Con Meseguer, Melendo y Alberto Perea dejándose la lucidez en casa, y extremadamente lentos con balón, el recurso rojiblanco no fue otro que colgar balones al área de un Racing cómodo en la defensa de su área, con Germán liderando como tantas veces hizo en el Granada con Diego.

Se fue Rubio de delantero y dieron seis minutos de añadido, pero daba igual, como si hubieran marcado dos horas y fichado el club a Alexanco. No hubo una última opción para empatar porque no generó el Granada ni una ocasión en todo el partido.

‘Los máquinas’, que diría Bisbal, volvieron a ser los otros, como pasa casi siempre que el Granada juega fuera. No hay nada perdido, faltaría más, pero vuelve la sensación de que así es imposible subir. Ahora, con Eibar y Alavés en el horizonte.

 

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