Con la compañía de un amigo pero sin estar cerca de la familia, Antonio Cortés, ‘Antoñín’, el último jugador que se incorporó a la disciplina del Granada CF celebró este jueves su cumpleaños más extraño. A sus 20 años, el delantero malagueño reconoce que “pensaba que me iba a ser más difícil adaptarme a esta situación de estar encerrado en casa pero hasta ahora no he tenido ni un día de bajón”.
El ex del Málaga trata de tener una rutina consistente en entrenar por la mañana y aprovechar la tarde para descansar, ver series, jugar a videojuegos y hablar con la familia aunque veces “hago otra sesión de entrenamiento”. Y es que desde pequeño “quería llegar al fútbol profesional y lo he conseguido”.
Un sueño
Antoñín no oculta que “muchas veces, cuando me despierto por la mañana, pienso que al final he logrado mi sueño porque fue todo muy rápido”. Y lo fue porque en la misma temporada pasó del filial al primer equipo del Málaga y de ahí a Primera con el Granada CF “después de unos años muy complicados”, apunta.
En un podcast ofrecido por la entidad rojiblanca, resalta que desde su llegada “el vestuario, el entrenador y la dirección deportiva me han ayudado y eso hace que uno se adapte más fácil”. De hecho, puso un ejemplo y desveló que “por mi cumpleaños no ha habido ningún compañero que no me haya escrito felicitándome y eso hace que me sienta más arropado”.
Porque su carrera no ha sido fácil llegar a la élite y de hecho, ese proceso le ha enseñado a que “nunca hay que dejar de rendirse por muy fuerte que sea la dificultad. Siempre hay que tener la mente preparada para afrontar los malos momentos porque eso es lo que hace que uno se supere día a día”, sentenció.
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