Granada CF | Resaca

El empate del Granada CF en Barcelona ¿será el punto de inflexión de los rojiblancos?

  • La igualada sumada en el Camp Nou debe ser aprovechada para cambiar la dinámica de resultados en el arranque liguero

Monchu persigue a De Jong en el duelo entre el Granada CF y el FC Barcelona.

Monchu persigue a De Jong en el duelo entre el Granada CF y el FC Barcelona. / Efe (Barcelona)

Por segunda temporada consecutiva, el Granada CF sumó en el Camp Nou. Tuvieron que pasar 25 visitas previas para lograr la primera victoria y el pasado lunes se volvió a puntuar en un estadio que suele estar vetado para los equipos más modestos. Un empate que, para muchos, supo a derrota por haber encajado el tanto de Araujo en el minuto 90, pero que a Robert Moreno le supo a victoria. Porque seguramente en sus cuentas no estaban sumar en la que fue su casa cuando era segundo entrenador del Barça junto a Luis Enrique.

En una semana tan cargada de encuentros como la actual, con un calendario venidero nada fácil y tras un mal arranque de campeonato, igualar ante todo un Barça debe suponer el punto de inflexión de los rojiblancos, que necesitan brindarle a su afición tres puntos de una tacada para calmar los ánimos y poder trabajar con tranquilidad.

Oficio

Si hubo un aspecto que destacó en el duelo ante los de Ronald Koeman, ese fue el oficio que demostraron los nazaríes. Eso que tanto se echó en falta ante el Betis en ambos goles en contra y que desesperó al técnico neerlandés durante toda la cita. Y es que cuando se le pierde el respeto al rival por parte de los ‘grandes’ y no se ganan partidos en los que uno es claro favorito, la mejor excusa son las pérdidas de tiempo. Le ocurría al Getafe de Bordalás que tendrá esa etiqueta de por vida y a otros muchos entrenadores.

Pero lo cierto es que eso también es fútbol. Cada uno juega sus cartas como puede y quiere. Y para eso hay un colegiado que es el que debe decidir si prolonga o no más el encuentro para compensar dichas pérdidas. Echarle la culpa a las constantes interrupciones son las excusas de los perdedores. Tratar de escudarse en otros aspectos y no mirar internamente por qué un equipo como el Granada CF estuvo a punto de ganar, de forma más o menos brillante, al FC Barcelona debe ser el análisis. Lo demás, un brindis al sol. Un Barça, por cierto, que cada vez tiene menos calidad en su plantilla.

Gen competitivo

Señaló durante la semana pasada Carlos Neva que había que recuperar el gen competitivo que había caracterizado al cuadro rojiblanco en las últimas temporadas. Ese que permite no rendirse nunca, estar en el partido, aprovechar las escasas ocasiones que se tienen y defender de forma solidaria y en bloque para tratar de minimizar el potencial del contrario. Eso fue lo que se hizo en el Camp Nou, donde el tanto a los dos minutos de Domingos Duarte cambió por completo el guión del duelo.

Tan sólo repitieron con respecto al choque ante el Betis Luís Maximiano, Domingos Duarte, Monchu y Machís.

El orden táctico que faltó en anteriores jornadas se corrigió, al menos, defendiendo en bloque bajo, muy bajo, pero dio resultado. La unión entre las líneas, la intensidad y tener las ideas claras tanto atrás como, en lo que se pudo, arriba, fue clave para traerse un valioso punto con el que no se contaba y que debe otorgar es confianza necesaria en un proyecto nuevo. Se sigue sin estar brillante en ataque, se llega poco pero al menos pareció que se van corrigiendo defectos defensivos para crecer como equipo desde ahí.

Robert Moreno saluda a Ronald Koeman el pasado lunes en el Camp Nou. Robert Moreno saluda a Ronald Koeman el pasado lunes en el Camp Nou.

Robert Moreno saluda a Ronald Koeman el pasado lunes en el Camp Nou. / Efe (Barcelona)

Acertarle un once a Robert Moreno no es nada fácil. Suele decir en las ruedas de prensa que los entrenamientos deciden sus alineaciones, y no le importa hacer cambios si ve que durante la semana hay algún jugador que ha estado a buen nivel durante las sesiones de preparación. Y, hasta el momento, el catalán lo está cumpliendo. Casualidad o no, al tener tres compromisos en ocho días, ante el Barcelona fueron siete los cambios realizados en el once inicial, tres de ellos en la zaga, algo poco habitual. Tan sólo repitieron con respecto al choque ante el Betis Luís Maximiano, Domingos Duarte, Monchu y Machís. Y aún así, los que pisaron el verde rindieron.

Todos 'enchufados'

Una grandísima noticia para el cuerpo técnico, que amplía así el abanico de posibilidades pues de los integrantes de la primera plantilla tan sólo el canterano Isma Ruiz es el único que aún no ha tenido minutos en los cinco primeros partidos de LaLiga Santander. Son veintidós los futbolistas que han jugado hasta el momento. Una manera de tener ‘enchufado’ a todo el plantel y que cualquier integrante se sienta importante.

Luis Milla

Uno de los aspectos tácticos más interesante del duelo del lunes fue la posición de Milla. El centrocampista madrileño se adapta a las tres posiciones del centro del campo en el dibujo del 1-4-1-4-1. Puede jugar de interior en ambos costados y también como pivote. En esta última ubicación fue donde actuó y lo hizo a la perfección. Sin Gonalons sobre el terreno de juego de inicio, sorprendió que no fuera Yan Eteki el que ocupara dicha posición. Pero no, fue Milla el que sirvió de ‘pegamento’ entre las líneas, el que quiso dar criterio y una salida de balón más clara. Además, saltaba a presionar donde hiciera falta cuando era necesario. Porque, aparte de tener criterio con el balón en los pies, trabaja y eso es fundamental para dar equilibrio a la medular. La apuesta salió bien y no es descartable que se siga repitiendo en próximas jornadas.

Luís Maximiano se presentó ante el gran público y para el recuerdo quedará la extraordinaria parada que realizó a remate de Araujo

Luís Maximiano debutó ante el Betis con una buen actuación bajo palos, aunque generó dudas con el balón en los pies. Salvó a su equipo de un resultado más abultado frente a los de Manuel Pellegrini pero cuajar un gran encuentro en el Camp Nou son palabras mayores. Sobre todo por la trascendencia que tiene. El portugués se presentó ante el gran público y para el recuerdo quedará la extraordinaria parada que realizó a remate, uno de tantos, de Araujo antes del descanso. Pero más allá de dicha acción, estuvo a buen nivel. Sin embargo, no hay que lanzar las campanas al vuelo. Está mostrando buenas maneras pero es un portero que, como todos, cometerá errores. Y cuando lo haga, que todo el granadinismo espera que sean escasos, quizá los halagos actuales se conviertan en críticas y pase de ser un porterazo a un guardameta del montón. A priori, y por lo visto a día de hoy, parece que se ha acertado en su contratación pero juzgar a un arquero por tan sólo dos partidos es, cuanto menos, atrevido.

La rémora

Si algo tiene que mejorar, en otros muchos aspectos, el Granada CF es en la concentración en la recta final de los partidos. Son ya cinco los puntos que han volado cuando el cronómetro rozaba el minuto 90. Ante el Valencia volaron dos puntos tras encajar por un penalti absurdo en el 88’. Frente al Betis se fue otro tras la acción individual de Canales (89’). Y en el Camp Nou fue Araujo el que, en el 90’, evitó el triunfo granadinista. Para muchos son las cuentas de la lechera pero con esos cincos puntos todo se vería desde otro prisma. Quizá sea casualidad o mala suerte, pero la realidad es que si vuelve a suceder, la anécdota pasará a ser un problema. Algo que nadie quiere.

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