Sin salir nunca del espectro competitivo que caracteriza a este plantel desde la llegada de Diego Martínez, es cada vez más evidente que existen dos caras dentro de este Granada CF: una con su centro del campo habitual, que permite disponer con el sistema habitual (1-4-1-4-1) y otra sin él.

La importancia del trío en la medular formado por Yangel Herrera, Maxime Gonalons y Ángel Montoro –con permiso del lesionado Luis Milla– se hizo aún más vigente tras el histórico triunfo que los granadinos lograron el pasado jueves frente a todo un Nápoles, uno de los equipos más trascendentales del fútbol europeo y con una leyenda del ‘calcio’ italiano a los mandos: Gennaro Gattuso.

Mala suerte

Los tres centrocampistas del Granada CF sólo han coincidido una vez en los últimos diez encuentros (sin contar el que los enfrentó a los napolitanos). De estos diez duelos, el conjunto nazarí sólo pudo vencer en tres, siendo dos de ellos a equipos de menor categoría en Copa del Rey –Málaga CF en dieciseisavos y Navalcarnero en octavos. El tercero de estos triunfos, y el único contra un contrincante de la misma división, fue contra Osasuna en el partido aplazado de la jornada 4 de la LaLiga Santander. Casualmente –o no– esta fue la única partida en la que pudieron jugar juntos Herrera, Gonalons y Montoro. Revelador.

En los nueve encuentros restantes sin el trío titular, el Granada CF sólo pudo partir con su dibujo predilecto en tres de estos diez (sólo Montoro repitió en todas las ocasiones, teniendo a Eteki y Herrera como compañeros habituales y a Vallejo como socio ocasional).

Yangel Herrera celebra su tanto ante el Atleti.

Recital europeo

El partido de UEFA Europa League en el que los pupilos de Diego Martínez derrotaron al Nápoles fue una muestra más de la trascendencia tanto en el juego como en los resultados de la presencia de los tres titulares. Gonalons se situó, como de costumbre, en el pivote defensivo, haciendo del clásico ‘cuatro’ incrustado entre centrales para ayudar en la salida de balón.

A esto, el preparador vigués introdujo una novedad para hacer, si cabe, aún más fluida la circulación del esférico: Montoro cayó al flanco zurdo, en un puesto de teórico lateral izquierdo, y desde ahí envió balones con sentido a los jugadores de banda, Kenedy y Machís. Yangel Herrera, el tercero en discordia en esta ecuación, trabajó su labor habitual: destrucción y creación de jugadas y ocasiones desde segunda línea.

A mejor

Hay pocos interrogantes en relación al inmaculado rendimiento de los escuderos del Granada CF. La única incógnita es si, a partir de ahora, podrán mantener el ritmo de partidos sin lesiones hasta el retorno de Luis Milla, que aliviaría sobremanera en caso de ausencias obligadas.

La última buena noticia en clave nazarí tiene que ver con Yan Eteki. El mediocentro camerunés está dejando atrás sus desconexiones en anteriores partidos y no deja de aumentar su progresión como pivote único, seguramente como consecuencia de la obligada continuidad de la que ha contado debido a las múltiples y constantes bajas que el Granada CF está sufriendo en la sala de máquinas desde el comienzo de la presente campaña.

Lo que viene

‘Sólo’ tendrán que hacer frente a tres encuentros en este último tramo del segundo mes del año (el partido de mañana frente a la SD Huesca, la vuelta contra el Nápoles en el Diego Armando Maradona y la visita del Elche al Nuevo Los Cármenes), todos de suma consideración.

De conseguir un más que complicado pleno de resultados positivos, los rojiblancos dejarían encarrilada su permanencia en la categoría una temporada más (tendrían treinta y seis puntos) y se colarían, sorpresivamente, en los octavos de final de la UEFA Europa League.