Granada CF-Rayo Vallecano | El reportaje

La primera experiencia de Alfonso en Los Cármenes, un joven aficionado del Granada CF

  • A sus seis años se estrena en la instalación del Zaidín para ver al cuadro rojiblanco y vibra con los goles de su equipo

Alfonso posa en Los Cármenes con su bufanda del Granada CF.

Alfonso posa en Los Cármenes con su bufanda del Granada CF. / IEA (Granada)

Para Alfonso, ayer fue uno de los días más especiales de su corta vida. Cuando se despertó en la mañana del domingo, no podía imaginar que unas horas más tarde acudiría, por primera vez, al Estadio Nuevo Los Cármenes. Su tía Inma lo llevó a presenciar el duelo del Granada CF ante el Rayo Vallecano. Pero lo mantuvo en secreto hasta que llegó el día. Incluso le compró una bufanda con los colores del conjunto rojiblanco. Poseía el pack completo. Él ya tenía su camiseta, regalo de su tía por su Santo, pero nunca había podido acudir a la instalación del Zaidín.

Todo para el pequeño Alfonso, de tan sólo seis años, fue novedoso. Desde que supo que iría al fútbol, su cara fue el reflejo de su alma. “¡¡¡Tooooooma!!!” dijo cuando le comunicaron que iría a ver al Granada CF. Y obviamente, quería acudir a Los Cármenes cuanto antes fuera posible para no perderse ni un detalle. No fueron pocas las veces que preguntó cuando se iban al campo desde que se enteró de la noticia. Esos nervios de la primera vez que a todos nos ha pasado pero que él no sabía controlar. La ilusión pesaba más. No se esperaba ver un partido del equipo de su ciudad aunque también le tiran los colores de FC Barcelona.

Su pasión

Porque para él, el fútbol es su pasión. Juega al fútbol sala en el Club Deportivo Futsalalhendín Montevive de categoría prebenjamín, una categoría en la que está la esencia del deporte. Además, se fija en sus ídolos para celebrar sus goles. El fin de semana no comenzó muy bien pues perdió con sus compañeros ante el Otura por 6-3. Eso sí, no faltó a la cita con el gol y anotó uno de los tres tantos del cuadro alhendinense. Pero lo que no se podría imaginar era que iba a vivir un evento de tanta trascendencia como el choque que el conjunto de Rubén Torrecilla afrontó ante el Rayo Vallecano. Aunque para él era un partido más.

Tita, le vamos a ganar 4-1 al Rayo”, le dijo a la persona que lo llevó de la mano al Estadio junto a su prima María que fue la que se encargó, a sus nueve años, de tranquilizarlo. Porque era imposible contenerlo en la casa. No acertó pero, al menos, vio como el Granada CF marcó dos goles que los vivió con intensidad. Previamente, su familia le enseñó vídeos de Youtube del ambiente que se iba a encontrar horas más tarde. Sus ojos cuando se fue acercando a las inmediaciones de Los Cármenes reflejaban lo que puede mover el fútbol en los aficionados. En la mejor entrada de la temporada, los ríos de gente lo dejaron con la boca abierta. Todo era nuevo para él...y también para sus acompañantes.

El joven aficionado disfrutó su primera experiencia en directo como aficionado al Granada CF. El joven aficionado disfrutó su primera experiencia en directo como aficionado al Granada CF.

El joven aficionado disfrutó su primera experiencia en directo como aficionado al Granada CF. / IEA (Granada)

Los puestos en los aledaños, las colas para entrar, escuchar el murmullo y los comentarios de los seguidores. Todo fue una experiencia para Alfonso. Y llegó el momento de entrar al estadio. Tenía entrada en Tribuna Alta. Comenzó a subir las escaleras de la puerta 4 y los nervios hicieron acto de presencia. Pudo ver el césped cerca por primera vez. “Huele a campo fresco”, dijo. A buen seguro que esa sensación no se le olvidará jamás.

No se sentó

Ya en su asiento, disfrutó con el himno y vibró con cada acción, aunque la decepción llegó con los dos tantos rayistas. En las dos horas que duró el choque no se sentó ni una vez. Tenía delante una baranda que le impedía la visión por su corta estatura. Porque él lo analizó todo, estaba pendiente de cualquier detalle. Hasta que llegó el descanso y tocaba coger fuerza para animar a su equipo en busca de la remontada.

Pese a la decepción inicial, vivió una gran experiencia gracias a su tía Inma

Tras el receso, pudo cantar dos goles de su equipo. Y pudieron ser más de haber tenido Jorge Molina mejor suerte. Alfonso regresó a casa para contarle a sus padres todo lo que vio tras vivir un sueño que muchos niños de su edad no tienen opción de cumplir. Su tía Inma lo hizo posible. El que suscribe vivió una situación similar cuando era pequeño gracias a su tía Isabel. Todos hemos sido Alfonso por un día. Desde ayer es un poco más rojiblanco. Para eso sirven las promociones del club y rebajar los precios de las entradas. Así se genera granadinismo. Él ha sido un claro ejemplo.

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