En el día en el que cumplió 88 años, el Granada CF le regaló a su afición un gran triunfo ante el Málaga CF que le asienta en la zona de ascenso directo, además de ganarle el average particular a un rival que pelea con los rojiblancos por el ascenso. En un choque en el que cada duelo individual fue poco más que una guerra, los de Diego Martínez volvieron a mostrar esa imagen de equipo sólido, solidario, con pocas fisuras defensivas y con chispa en ataque. La lluvia evitó el lleno en Los Cármenes, pero los más de 17.000 aficionados que acudieron a la instalación del Zaidín pese a que LaLiga cifró en poco más de 15.000 los asistentes, disfrutaron viendo ganar a su equipo en un derbi andaluz que se saldó sin ningún tipo de incidente.

Fue un choque muy intenso con un ambiente espectacular en un campo muy rápido debido a la lluvia en el que se vivió, por momentos, un encuentro un ida y vuelta aunque en su primer acto, ambos guardametas tuvieron muy poco trabajo. Se medían los dos equipos que menos tantos encajan, pero uno de ellos vio perforada su portería muy pronto para lo que es habitual en él.

Gol tempranero

Corría el minuto cinco cuando una jugada por banda izquierda liderada por Dani Ojeda terminó en las botas de Fede Vico que, al igual que sucedió en Los Pajaritos, se sacó un impresionante centro al punto de penalti al que no pudo llegar Adrián Ramos pero sí Antonio Puertas. El almeriense, que dejó en el banquillo a Álvaro Vadillo por primera vez en la temporada, devolvió la confianza dada por Diego Martínez con su titularidad para anotar el tanto de los rojiblancos de cabeza provocando una explosión de alegría de Los Cármenes.

El tanto a los cinco minutos cambió por completo el guión de partido de los de Muñiz, mucho más cómodos defendiendo que atacando

Se puso así el partido muy de cara para el Granada CF que, al igual que ha sucedido en otras citas, se replegó. Un modelo de juego al que se ha adapta a la perfección buscando los envíos al espacio de Montoro a los medias puntas. En ese sentido destacó Fede Vico, que estuvo en todas partes al igual que Puertas, que casi todo lo hizo bien.

Pero conforme fueron avanzando los minutos, el choque entró en una fase de excesiva tensión llegando a mostrar Trujillo Suárez un total de seis cartulinas amarillas en los primeros cuarenta y cinco minutos. El Málaga, obligado a ir a por el partido, era incapaz de superar el orden defensivo de los locales, que le dieron el ritmo que convenía y cerraron sus bandas, destacando el duelo que Quini e Iván Alejo mantuvieron con constantes piques que casi siempre terminó con el de Fernán Núñez como vencedor.

Fede Vico cuajó un buen encuentro sobre todo en la primera mitad.

A la contra fue como el conjunto nazarí trató de hacer daño. Adrián Ramos tuvo una clara ocasión pero disparó, con poco ángulo, muy desviado. Incluso se llegó a reclamar un penalti por mano de Ricca a disparo de Montoro que sí tocó el cuero con su codo pero es cierto que lo tenía pegado al cuerpo. Por su parte, los de López Muñiz apenas inquietaron a Rui Silva, gozando de su mejor oportunidad N’Diaye en la última acción del primer acto tras un centro de Alejo que el senegalés remató con la testa, muy forzado, a la derecha del portugués.

Ante la necesidad de, como mínimo, sumar López Muñiz realizó un doble cambio en el descanso con la entrada de Seleznov y Mula. El técnico malagueño buscó dos referencias ofensivas, de similares características, retrasando a Adrián González a la sala de máquinas. Pero su plan se truncó cuando N'Diaye vio la segunda cartulina amarilla y dejó al Málaga con diez. De una tacada, los blanquiazules se quedaban sin los dos medios centros titulares pues Bare fue uno de los sustituidos.

Con espacios

Un cambio de guión que le sentó muy bien al Granada CF, que comenzó a mover a su rival, demasiado partido y con tan sólo tres centrocampistas. Si superaban la primera línea de presión, los de Martínez gozaban de espacios para asociarse y ser verticales. Pero la entrada de Cifuentes y, sobre todo, la salida de Montoro del campo lo cambió todo. Inesperadamente se perdió la posesión y los malacitanos, liderados por Ontiveros, comenzaron a acercarse peligrosamente al área de Rui Silva.

Pocas opciones

Un tanto bien anulado a Antonio Puertas por fuera de juego, un disparo de Fede Vico que atajó Munir en dos tiempos y un intento con poco ángulo de Adrián Ramos fueron las únicas opciones en ataque que tuvieron los nazaríes. Escaso bagaje teniendo en cuenta los espacios que había y que Vadillo ya estaba en el campo. Pero Azeez no continuó el trabajo de Montoro y tan sólo Fede San Emeterio, que cuajó un excelso encuentro, fue el único que supo interpretar lo que había que hacer en cada momento.

Montoro y Fede San Emeterio dieron una lección de lo que debe ser una pareja en el centro del campo, moviendo el balón y trabajando a nivel defensivo

La solidez defensiva, con Germán de nuevo en plan emperador, bastó para mantener la renta ante un Málaga que no se dio por vencido y que generó más incertidumbre en la grada que peligro real. Porque disparos comprometidos que obligaran a trabajar a fondo a Rui Silva apenas hubo, pero sí centros laterales o saques de banda que son casi córners por parte de Luis Hernández.

Se dio un pasito más, esta vez de gigante, pero aún queda mucho y más teniendo en cuenta que llegan dos salidas consecutivas. Se fue fiel a la identidad que le ha llevado a estar toda la campaña entre los mejores y eso, a estas alturas, es el mejor regalo que se le puede hacer a una afición que dejó atrás silbidos y quejas para apoyar cuando más lo necesitaron a sus jugadores. Otra gran noticia. Feliz cumpleaños Granada CF.