En una noche que invitaba a todo menos a ir a Los Cármenes a ver fútbol, el Granada CF volvió a ganar tras tres empates consecutivos tirando de oficio y con dos jugadores que lideraron el decimosegundo triunfo de los rojiblancos. Esta vez fueron Ángel Montoro y Álvaro Vadillo los que se echaron el equipo a sus espaldas para mantener la primera plaza y prolongar la racha a siete partidos sin perder. Un choque que se ganó a base de casta y sufrimiento una vez más y con una buena reacción desde el banquillo ante el dominio del Elche en el segundo periodo.
Sin Germán
Con la principal novedad en el once de Bernardo en el eje de la zaga ante la lesión de Germán, que no se pudo recuperar del esguince de una de sus rodillas, el choque arrancó con una presión alta por parte del Elche que obligó a los de Diego Martínez a buscar, por parte de los centrales, envíos largo para, a partir de ahí, jugar. Pero eso provocaba que los jugadores de más calidad del Granada CF no se sintieran cómodos. Sin embargo, ese inicio duró poco pues los medias puntas comenzaron a entrar en juego y con ello las ocasiones de gol.
Las acciones más peligrosas llegaban por la derecha aunque fue Quini, inconmensurable a nivel defensivo, el que puso a prueba al ex guardameta del filial Edgar Badía (5’). Los de Pacheta buscaban siempre en largo a Sory Kaba, un incordio por lo corpulento que es y ante el que Bernardo sufrió. Pero realmente las oportunidades de gol fueron de los locales.
Decisivo
Ramos lo volvió a intentar antes del primer cuarto de hora. Pero fue a balón parado como el líder de LaLiga 1|2|3 abrió el marcador. Lo hizo Montoro, que no es precisamente un especialista en el remate de cabeza fruto de una jugada de estrategia perfectamente ejecutada tras saque de esquina botado por Vadillo. El valenciano se aprovechó de los movimientos de arrastre de sus compañeros para rematar con la testa en el punto de penalti. Un gol con un alto porcentaje de mérito para el cuerpo técnico pues la jugada salió a la perfección.
El tanto dio mucha tranquilidad pues a partir de entonces las ocasiones se sucedieron con un gran Vadillo, protagonista en casi todas ellas. Un centro a Vico al que el cordobés no llegó; un penalti no pitado tras una contra excepcional iniciada por Rui Silva y una falta que obligó a Badía a esforzarse, fue el preludio del que pudo haber sido el golazo de la temporada. De nuevo el del Puerto Real ejecutó magistralmente una falta con un golpeo impresionante que se estrelló en el palo derecho del portero catalán del Elche.
Pudo ser el segundo, pero éste no tardaría en llegar pues justo antes del descanso, y de nuevo con Vadillo como protagonista, Montoro hizo el segundo a placer. El extremo dobló a Vico y centró al corazón del área pero Gonzalo Verdú desvió con la testa al segundo palo donde el ‘19’ se encontraba solo para hacer el 2-0, dedicar el tanto al cielo en una emotiva celebración y dejar encarrilado el duelo. El líder de la maquinaria rojiblanca no sólo repartió juego sino que fue decisivo con sus goles. La única mala noticia es que se perderá el choque ante el Extremadura del próximo domingo por sanción al ver su décima cartulina amarilla. Además, se quedó en el vestuario tras el descanso con dolencias en el hombro y molestias en el cuádriceps, pero ya había hecho todo el trabajo.
Sin Montoro
Con Nico Aguirre en el campo, el segundo acto arrancó con un paso atrás de los locales y una mayor posesión de los ilicitanos, que con una mejor circulación de balón dominaron el casi todo el periodo. Pudieron recortar diferencias pero Silva y el palo lo evitaron tras un buen remate de Sory Kaba que le ganó en el cuerpo a cuerpo al debutante Bernardo. El portugués volvió a estar muy sobrio.
La sentencia podía llegar la contra pues los visitantes estaban muy partidos cuando el Granada CF recuperaba el cuero. Un riesgo que asumió Pacheta que fue a más con la entrada de Javi Flores, Nino y posteriormente Benja. Y le salió bien pues por medio de un dudosísimo penalti cometido por Rui Silva sobre Sory Kaba los verdiblancos recortaron distancias en el marcador.
Dominados
El duelo era un ida y vuelta que no beneficiaba a los locales lo que hizo que desde el banquillo se apurasen los cambios con la entrada de Alberto Martín por Vadillo con un cuarto de hora por jugar. Por primera vez en la temporada, los tres centrocampistas más defensivos estaban en el campo. Se cambió el sistema y la jugada salió perfecta pues el extremeño le dio empaque a la medular, controlando el tempo del choque y desde su entrada el Elche fue a menos pese a que contaba con todo su arsenal ofensivo sobre el verde. Desde el banquillo también se ganan partidos y ese cambio, que parte de la grada no entendió mucho, surtió el efecto deseado. Claro que si Benja hubiera acertado con su remate de cabeza en el 81’, la historia pudo haber cambiado pero no fue así y los tres puntos se quedaron en casa junto al liderato por sexta jornada consecutiva.
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