GRANADA CF

No hay túnel que una temporada dure

  • El Granada tocó fondo en Albacete, pero el próximo mes de competición es propicio para cambiar el chip

El meta albaceteño Tomeu Nadal, impasible ante el lamento de Pedro por una ocasión marrada.

El meta albaceteño Tomeu Nadal, impasible ante el lamento de Pedro por una ocasión marrada. / JUANJO VALVERDE / AGENCIA LOF

Para el Granada, perder en Albacete o en Cádiz, como la semana pasada, no es hacer de menos a los rivales como parece ser que se lo toman los aficionados de esos equipos. Al revés, habla bastante bien que clubes que no han tenido el 'doping financiero' de la Liga para reforzarse, tanto en invierno como en verano, sean capaces de lograr tanto con tan poco ante un equipo señalado en rojo para ascender, dicho por propios y extraños. Que el Granada caiga en esos escenarios habla muy mal de este equipo y subraya unas limitaciones que no debería tener a estas alturas de competición. Ciertamente se ve negro. De agosto hasta ahora se aprecia involución.

LA PRESIÓN

Atacar de forma tan desesperada como lo hizo el domingo el Granada ante un Albacete que sufrió pero sin llegar al infarto parece obra de un incipiente estado de nervios. Se suele llamar presión. La ponen los rivales pasándole la patata caliente a los rojiblancos, pero estos también la asumieron desde el principio en verano, en la presentación del técnico, de los jugadores, o en el famoso café que el dueño mantuvo con prensa y accionistas en una calurosa tarde de junio. No es sencillo ver que lejos de Los Cármenes el equipo se enquista. Los primeros planos tras el choque del Belmonte reflejan preguntas sin respuesta. El gesto de Oltra es de tener la cabeza a mil por hora para encontrar una explicación. La mezcla es malísima y un mínimo contagio a Los Carmenes puede desatar la tormenta.

DESPRESURIZACIÓN

El Granada necesita una cámara hiperbárica. Un tratamiento de choque. El partido del viernes asoma como medicina, pero de esas que atacan los síntomas más que la enfermedad. La auténtica despresurización que demanda esta plantilla no es solo vencer a domicilio (lo que sigue pesando lo del Sevilla Atlético. Esos tres puntos seguirían metiendo al equipo en play off). Es repensar el objetivo, y como si fueran un equipo más de Segunda, pensar en el partido a partido, en olvidarse de los dos primeros puestos para no perder de vista el sexto. Fútbol de guerra, de supervivencia y a crecer. Como con Fabri, la derrota de Albacete se asemeja más a un punto de inflexión.

EL MES DEL 'CLIC'

Ya decíamos que enero era un mes clave para cambiar la dinámica fuera, pero el equipo no lo ha logrado, aunque todavía quede la bala del Mini Estadi. Un mes con tres citas a domicilio y una en casa. El Carranza y el Belmonte han servido solo para sumir en la zozobra a un Granada que debe agarrarse al siguiente mes de competición para reencontrarse consigo mismo. De aquí al 18 de febrero, los rojiblancos tienen tres encuentros en Los Cármenes y solo la salida a Barcelona. Y tras este periodo, el estreno como visitantes es en Córdoba, ahora mismo colista. Medio enero no le ha servido para nada al Granada. Al revés, le ha metido muchos miedos. Si como antes he mencionado, esta derrota en Albacete supone un cambio de dinámica, el calendario que se le asoma a los granadinistas desde ya anima a que eso sea así. Aún confío en este equipo porque sabe jugar bien y ganar con suficiencia. Lo ha demostrado, aunque solo haya sido al calor de su gente. Pero ese camino ya lo han andado, solo es cuestión de volver al mapa y coger el sendero adecuado. Hacer el 'clic' que Oltra pedía en la entrevista que le hicimos la semana pasada.

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