La deshabituación es un proceso complejo y difícil que necesita importante apoyo.

Hay reformas con medidas que pueden hacer sostenible el bienestar, si se interpreta de la manera adecuada.

El camino a seguir es el de la unidad de acción en relación a objetivos estratégicos.

El trabajo en red puede ayudar a organizar unidades especializadas.

La centralidad implica articular respuestas con políticas capaces de proteger a la población más vulnerable.

Empobrecer a la población contribuye a aumentar el malestar social, deslegitimar al sistema y a la democracia.

En esta sucia guerra generada por la Rusia de Putin nos quedan aún muchas y feas imágenes por ver.

La donación es la expresión de una generosidad admirable.

Disponer de protocolos y evaluarlos para saber que es lo que funciona y lo que podría mejorarse, es la vía adecuada.