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Israel ansía el regreso del soldado Shalit tras el acuerdo con Hamas

  • El pacto sobre el canje, que se realizará en dos fases, ha sido recibido con reservas por parte de la población judía, que critica el pago de un precio excesivo · Netanyahu se adjudica un gran éxito político

Israel espera impacientemente el retorno, en "los próximos días", de su soldado Gilad Shalit, en manos de Hamas desde 2006, tras haber llegado con el movimiento islamista que gobierna Gaza a un acuerdo histórico que prevé a cambio de su liberación la de unos mil prisioneros palestinos.

Los israelíes se alegran de volver a ver al tanquista de 25 años, después de cinco años de "cruel cautiverio" en Gaza, a imagen de esos muchachos de su misma edad que cantaron y bailaron durante la noche en torno a la tienda de la familia Shalit, frente a la residencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Jerusalén.

El canje debe desarrollarse en dos fases: 450 detenidos serán liberados "en una semana" y otros 550 "dentro de dos meses", indicó la noche del martes el jefe de Hamas en el exilio, Jaled Meshal.

El jefe del servicio de seguridad interior israelí, el Shin Bet, precisó que de los 450, 163 detenidos de Cisjordania serían expulsados hacia la Franja de Gaza y 40 hacia países extranjeros. Hamas se negaba antes a toda medida de extrañamiento.

Sin embargo, algunos comentaristas expresaron sus reservas sobre "el precio que hay que pagar" por el retorno de Shalit, liberado a cambio de "centenares de asesinos". "Una buena noticia para la familia, una mala noticia para el Estado", titulaba ayer el diario nacional-religioso Makor Roshon. "El precio es excesivo. Los riesgos son grandes y es un precedente enojoso, pero un Estado que durante cinco años es incapaz de rescatar a uno de sus soldados del cautiverio no tiene más opción que pagar el precio", estimó Nahum Barnea, uno de los editorialistas más influyentes en el tabloide de gran circulación Yediot Aharonot.

En el plano político, Netanyahu, a quien se le critica por su carácter irresoluto, sale engrandecido de este caso, aplaudido por "haber tomado la buena decisión".

Incluso el Haaretz, diario de la oposición de izwuierdas, destaca "la decisión más difícil de su vida". "Desde hace 30 meses que está en el poder, no ha lanzado guerras, no ha hecho la paz, no ha encontrado soluciones para apaciguar el movimiento de protestas sociales, pero quedará en la Historia como el primer ministro que trajo a Gilad Shalit a casa", escribe Yossi Verter, uno de los más virulentos críticos de Netanyahu.

Pero otros comentaristas se muestran más reservados. "Hamas ha mostrado a los palestinos que la vía del terrorismo es la mejor. Cada joven palestino sabrá que puede matar judíos y quedar en libertad en virtud de un regateo", lamentaba el diario Maariv.

Por su parte, la Liga Árabe manifestó ayer su satisfacción por el acuerdo de canje de prisioneros, que simboliza "la perseverancia por alcanzar la independencia" de los palestinos. "Transmitimos nuestra más efusiva felicitación a todos los presos, a sus pacientes familias y a quienes serán incluidos en la liberación de las penumbras de las odiosas cárceles israelíes", subrayó la organización panárabe en un comunicado difundido en su sede de El Cairo.

Detenido desde 2006 por grupos armados palestinos en Gaza, el soldado Gilad Shalit se ha convertido en un símbolo y un test de la actitud de Israel en defensa de sus soldados hechos prisioneros.

Desde que fue apresado, Shalit hizo llegar a Israel varios mensajes que demostraban que estaba vivo tras ser hecho prisionero el 25 de junio de 2006 durante una operación realizada por un comando palestino en el sur de Israel, en la frontera con la Franja de Gaza. Shalit, que tiene doble nacionalidad israelí y francesa, nació en Nahariya (norte de Israel) en 1986.

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