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La futura 'ministra de Exteriores' convence a medias a la Eurocámara

  • Catherine Ashton comparece ante el Parlamento Europeo, que debe confirmarla en su nuevo cargo junto a los 26 nuevos comisarios propuestos por Durao Barroso

Tímida, comedida, prudente. Todos esos adjetivos se ajustarían bien a la intervención que ayer realizó la futura ministra de Exteriores de la UE, Catherine Ashton, ante el Parlamento Europeo.

Es, precisamente, la Eurocámara quien debe dar su aprobación final a la laborista británica, de 53 años, y a los 26 comisarios del Ejecutivo presidido por José Manuel Durao Barroso, para que puedan asumir oficialmente su tarea, que extraoficialmente inició el pasado 1 de diciembre, cuando entró en vigor el Tratado de Lisboa.

Ashton, quien es también vicepresidenta de la Comisión, compareció ayer (en esa calidad) ante la Eurocámara junto a otros candidatos al nuevo Ejecutivo de Barroso: Januz Lewandowksi (aspirante a comisario de Presupuesto), Olli Rehn (Asuntos Económicos) y Andris Piebalgs (Desarrollo). Estos dos últimos repiten un nuevo mandato en Bruselas, aunque en diferentes carteras.

Se trata de audiencias, o exámenes orales, a los que deben someterse todos los futuros comisarios para poder ocupar sus puestos. Aunque la Eurocámara no puede tumbar a un candidato individual, sí puede rechazar al colegio de comisarios en su conjunto, complicando mucho las cosas.

Todos recuerdan entre bastidores de Bruselas como, en 2004, el candidato a comisario de Justicia Rocco Buttiglione fue rechazado por la Eurocámara debido a unas manifestaciones racistas proferidas por el italiano. Ahston, al igual que el nuevo presidente estable de la UE (presidente del Consejo Europeo), el ex primer ministro belga Herman van Rompuy, fue elegida sin gran entusiasmo, como candidata de consenso pero de bajo perfil, en un Consejo celebrado en noviembre por los líderes de los 27 socios.

Ashton, que tomó el relevo en el cargo de manos de Javier Solana, el "pionero" de la política exterior de la UE, es consciente de que debe estar a la altura, aunque su experiencia diplomática -sólo un año como comisaria europea de Comercio- es escasa, como le reprochan sus críticos más acérrimos.

"Se están produciendo en el mundo grandes cambios de poder, nuevas crisis nacen cada día, tenemos que asegurarnos que nuestras respuestas estarán a la altura de esos retos", aseguró Ashton.

En relación con la política de la UE para Cuba, marcada desde 1996 por la "posición común", que exige un diálogo mayor en materia de derechos humanos, Ashton mostró sus dudas sobre su eficacia, aunque admitió que cambiar esa postura, extremo que reclama España, no será fácil. "Durante 13 años hemos tenido una estrategia, vamos a ver si funciona o no, pero los problemas existen y hay que afrontarlos", subrayó, al tiempo que recordó que el tema de derechos humanos es "irrenunciable".

"Lo que era importante en los 70 ahora ya no lo es. Necesitamos construir una alianza eficaz con todos los actores destacados en el tablero mundial: EEUU, China, Rusia, pero también con Turquía, Japón, Canadá, India, Brasil y Suráfrica", agregó.

En ese sentido, destacó que el mundo actual ya no es bipolar y es preciso contar con "otras potencias" del globo. "La India es un socio importante y tendríamos que colaborar más con ella", comentó en la comparecencia más seguida en la jornada en la Eurocámara.

No obstante, en varias ocasiones se mostró titubeante, como cuando se le preguntó por la suma que la UE destina a la asistencia en Afganistán o cuando afirmó "no tener idea" sobre cómo se podría solventar el conflicto palestino-israelí.

Las audiencias de los futuros comisarios, según fuentes próximas a la Comisión Europea, se preparan con semanas o meses de antelación. Incluso cada comisario dispone de varios coachs o entrenadores personales en materia jurídica y europarlamentaria para que no cometan ninguna torpeza en sus respuestas.

Está previsto que hoy Ashton se entreviste con el representante del Cuarteto para Oriente Próximo, Tony Blair, y con el enviado especial de EEUU, George Mitchell.

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