En su 19 edición

Antonio Praena gana el Premio Emilio Alarcos con un poemario sobre la perdida lleno de luz

  • El escritor granadino se hace con el galardón gracias a 'Cuerpos de Cristo', una obra elegíaca en honor a su mejor amigo escrita con un estilo cotidiano donde hay ecos de la filosofía griega

El poeta granadino Antonio Praena en una imagen de archivo

El poeta granadino Antonio Praena en una imagen de archivo / G. H.

Antonio Praena perdió a su mejor amigo durante la pandemia. Tenía su misma edad. La traumática y a la vez transformadora experiencia ha quedado reflejada en Cuerpos de Cristo, "un canto a la vida y a la amistad", en palabras del autor, que ha sido ahora reconocido ahora con el Premio Emilio Alarcos. El jurado, que ha otorgado el galardón por mayoría, ha descrito el trabajo del escritor granadino como "un poemario elegíaco, producido por la muerte de un ser querido y mezclado con profundos y heterodoxos conocimientos teológicos". El premio está dotado con 5.200 euros y la publicación de la obra ganadora.

Como presidente y portavoz del jurado ha actuado el escritor Luis Alberto de Cuenca y, como vocales, la directora de la Cátedra Alarcos de la Universidad de Oviedo, Josefina Martínez; el Premio de la Crítica y Nacional de Poesía Carlos Marzal, las poetas Aurora Luque y Olvido García Valdés, y el crítico literario José Luis García Martín. Praena es doctor en Teología y profesor de la Facultad de Teología de Valencia. El poeta galardonado tiene en su haber los premios Jaime Gil de Biedma, el de la Crítica Andaluza y el Premio Valenciano de la Crítica

"Quería que quedara escrito su nombre y darle las gracias a Dios por su amistad, el camino recorrido. También quería reflejar esa transición de calvario de una muerte. Es un homenaje a él. También aparece su madre en el poemario. Este es el libro de la amistad de su hijo", resume el poeta, "muy contento y emocionado" por este reconocimiento a un libro escrito en unas "circunstancias de amistad y de fraternidad muy dolorosas".

Praena define su poemario como "un acto de esperanza concreta y real". "Quería dar un paso hacia delante y dar testimonio de que la respuesta no es una teoría, sino que es entregarse", señala el autor. Sobre la poética del libro, su autor habla "una poética del otro, de la alteridad". "Los poemas tienen la forma de los destinatarios. Todos son poemas dedicados a personas muy concretas. Y ellos les dan sentido. Es una resurrección", se sincera el escritor, que no tenía planeado "escribir ni publicar tan pronto. Fue una cosa muy inspirada".

Esta vivencia, al igual que el desarrollo del poemario, ha supuesto para Praena "una transformación". "Esos días sí que me han transformado y me han dado serenidad porque en medio del sinsentido la fe se hace presente cuando menos lo esperas. Descubres que la respuesta en la simplicidad del Evangelio y parte del capítulo de San Mateo, 25, donde dice "tuve hambre y me disteis de comer, estuve a la cárcel y me visitasteis". Ese es el sentido", reflexiona.

La elaboración del poemario coincidió con la pascua judía y la pascua cristiana. "Con mi amigo aislado en el hospital, su partida. La experiencia interior, interna, fue muy mística, de comunión con él. De sentir su resurrección", admite. "En esos días estaba en contacto con sus padres por teléfono. Lo primero que hice cuando acabó el confinamiento fue ir a ver a su madre y su tumba", relata. "Es una conquista de la amistad. Si puede servir de consuelo para otros, adelante", reconoce.

En Cuerpos de Cristo, según el granadino, "la poesía se convierte en comunicación con quienes están trabajando con los demás". "Los poemas están volcados a los otros. Es una poética y una ética, es una religión descubrir que entregarte es lo que responde a las cosas que no se responden con teorías. La fuerza para continuar hacia delante. Hacerlo con gratitud en medio de la muerte. El amor hace encontrar una luz más allá de los conceptos y de las palabras", defiende Praena.

Los poemas del autor tratan de compartir esa experiencia incluso más allá de las palabras. "Sólo la poesía puede ponernos un poquito en el umbral de lo que está en el límite de las palabras", sostiene el autor en referencia a la obra en honor a su mejor amigo escrita con un estilo cotidiano donde hay ecos de la filosofía griega y el judeocristianismo. Este poemario sobre la perdida lleno de luz se publicará en unos meses.

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