Actual

Arte universal

  • Esperanza Romero exhibe en la Casa de los Tiros su exposición 'Al desnudo', una muestra retrospectiva que recorre sus treinta años de carrera en pintura y escultura

Vivió en el corazón del movimiento punk en Londres a mediados de los años setenta y desde entonces ha mantenido una actitud vitalmente punk, creativa, individual y concienciada. Esperanza Romero es, tal vez, una de las artistas más prolíficas e inquietas del panorama creativo en Andalucía. Su obra es irreverente, liberadora, reflexiva, insinuante. Han pasado treinta años desde que comenzó sus primeros trabajos y parte de toda esa trayectoria puede verse en la Casa de los Tiros durante este mes bajo el título Al desnudo: Esperanza Romero. Treinta años de recorrido y búsqueda. Grabados, pintura y escultura ofrecen todo un mundo de sensaciones.

"Yo soy una artista muy inquieta y me gusta trabajar en muchas facetas", señala. "Desde que en 1979 realicé mi primera exposición, me ha gustado trabajar con todo, con la pintura, con la escultura, con el grabado. He pasado por muchas etapas".

Nacida en Melilla, aunque criada en Málaga, con 17 años se fue a Londres. Allí cursó sus estudios de licenciatura en Camberwell School of Art. Viajó a Brasil, en donde permaneció un año y regresó a Londres para entrar en la Royal College of Art para estudiar un master multidisciplinario de tres años bajo la dirección de tutores como Eduardo Paolozzi, David Hamilton o Elizabeth Fritsch entre otros.

Allí conoció a quien sería su marido, Richard Dudanski, batería del grupo 101'ers, y a Joe Strummer, a la postre cantante de The Clash. Se vio en vuelta en todo el movimiento punk desde dentro y aquello le sirvió para dar rienda suelta a su creatividad.

Al terminar en 1985, recibió una beca para montar su primer taller del Arts Council británico, y empezó a exponer en galerías, principalmente del Reino Unido. El traslado de su residencia a Granada en 1988, coincidió con la apertura de nuevos proyectos: Holanda, Alemania, Japón e Italia, entre otros, son lugares donde sigue exponiendo su obra, tanto pictórica como tridimensional, en numerosas galerías. Últimamente se puede destacar la presencia de su obra en el Museo Nacional de Cerámica de Valencia en la exposición Cerámica contemporánea española. Sus creaciones están presentes en numerosas colecciones privadas y públicas de todo el mundo.

"Mucha gente piensa que lo que hago es arte africano", dice la artista. "Pero, en realidad, lo que hago es arte con influencias de todo el mundo, desde Brasil a China. Mis influencias vienen de sitios no europeos".

Esperanza Romero incide mucho en su obra en varios elementos recurrentes: la mujer en todas sus formas y el huevo como objeto de representación de la fertilidad pero también de la Tierra. "El huevo se ha convertido un poco en el centro del escenario."

Esperanza Romero comenzó a diseñar sus primeras tazas de té y otros objetos utilitarios pero con una desbordante imaginación a finales de los años setenta. Es lo que se conoce como su periodo inicial. Sus cerámicas son un desafío a las leyes de la gravedad y muestran una enorme pasión por la asimetría. Durante esa época, las series que produce son limitadas y decoradas figurativamente.

En el segundo periodo de su creación, entre los años 1989 y 1999, Esperanza Romero se dedicó al dibujo y, sobre todo, al grabado mientras continuó utilizando objetos utilitarios pero llevados a soportes inusuales.

Pero su periodo más importante en estos treinta años de carrera es el que comenzó en el año 2000 y que aún perdura. En él, Romero se deja llevar por una figuración primitiva con matices expresionistas. Es donde aparecen esas mujeres que parecen africanas y que son auténticamente asombrosas. Todo ese recorrido por su arte se puede contemplar durante un mes en la Casa de los Tiros. Es todo un reconocimiento a su genio creador y a su trayectoria de arte universal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios