Exposición

Conversaciones en el jardín

  • 'Simbiosis’, la nueva muestra de la Universidad de Granada, diluye la frontera entre piezas patrimoniales vinculadas a la docencia del área de botánica y artistas emergentes

Pieza de la muestra 'Simbiosis', en el Hospital Real.

Pieza de la muestra 'Simbiosis', en el Hospital Real. / Álex Cámara

Setas en papel maché creadas en el taller de Auzoux junto a una enorme grieta de Lluis Hortalá que parece tallada en la noble pared de la sala de la Capilla del Hospital Real. Pistilos, pétalos, estambres y tallos primorosamente coloreados a pocos pasos de los minimalistas dibujos de ramas de Francisco Lagares. Simbiosis, la nueva propuesta expositiva de la Universidad de Granada (UGR), opone obras de artistas emergentes con piezas patrimoniales en una apuesta que busca, romper las barreras que separan arte y ciencia.

Simbiosis es la tercera exposición producida bajo esta línea de trabajo –después de El peso del alma. Fisiología de la vida y la muerte y Selección natural.De isla Darwin al gabinete del naturalista– que emplea las piezas de las colecciones científico técnicas e histórico artísticas de la Universidad junto a piezas de arte contemporáneo.En este caso particular, el simbionte son obras de la colección de la aseguradora DKV. El nexo que vincula a unas y otras es la ciencia botánica, un elemento que sirve de vía de comunicación entre unas y otras.

Modelos de plantas empleados en docencia. Modelos de plantas empleados en docencia.

Modelos de plantas empleados en docencia. / Álex Cámara

“Se trata de romper los límites físicos”, explica una de las comisarias de la muestra, María Luisa Bellido. La también directora del Secretariado de Bienes Culturales de la Universidad de Granada especifica que discurso planteado en la sala de la Capilla “supera” la división entre el objeto artístico y el científico de tal modo que se “abren nuevas posibilidades” al público. También se busca atraer, precisamente, a espectadores ‘del otro lado’, visitantes que acuden atraídos por el arte contemporáneo y a los que se les muestra la riqueza patrimonial de la UGR. Y a la inversa.

Las piezas aportadas por la Universidad –que antes de ser expuestas han pasado por las manos del equipo de restauración y conservación del Área de Patrimonio de la UGR– han estado siempre vinculadas a la docencia. Han salido para este diálogo del Museo de Historia de la Farmacia, la Biblioteca, el Herbario, el Jardín Botánico o los departamentos de Botánica y de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física.Una de las joyas es el bosque de setas de Auzoux, hecho en papel maché y que data de finales del XIX. Los pliegos botánicos, modelos de flores, botes con venenos... arropan los dibujos, esculturas y fotografías cedidos por la colección DKV.

Modelo de malva. Modelo de malva.

Modelo de malva. / Álex Cámara

Se han establecido tres ejes, desglosados por otra de las comisarias, Belén Mazuecos: la naturaleza como peligro, pero también como fuente de remedios; los jardines “domesticados” y bodegones; y el impacto del hombre en el entorno natural.

Alicia Ventura, responsable de la colección DKV y comisaria de la muestra, insistió en la importancia de poner en relación obras y discursos para que las piezas “dialoguen”. Entre los artistas de la colección que exponen en Granada, están Juan Zamora, Juanli Carrión o MPRosado o Miguel Ángel Tornero, que fue alumno, precisamente, de la UGR.

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