Pablo Ramírez, '8kitoo', DJ y promotor

8kitoo: "Mareo es un colectivo, un evento, una fiesta, un movimiento... es una manera de expresarse"

8kitoo: "Mareo es un colectivo, un evento, una fiesta, un movimiento... es una manera de expresarse"

8kitoo: "Mareo es un colectivo, un evento, una fiesta, un movimiento... es una manera de expresarse" / GuillermoL. (Granada)

Recién salidos de un finde de infarto entre Madrid y Sevilla y con el 17 de noviembre en mente, fecha de su próxima fiesta en Industrial Copera, los chicos de Mareo parecen haber dejado atrás la etiqueta de jóvenes promesas para convertirse en toda una referencia a nivel nacional. Más de mil personas dieron el pistoletazo de salida a la nueva temporada del colectivo Mareo hace solo unas semanas. Con un cartel firmado por Pussycore y la veteranía de Pastis y Buenri, DJs emblemáticos de la historia de la electrónica patria, Mareo conquistó una vez más la noche granadina. 8Kitoo, alias por el que todo el mundo reconoce a Pablo Ramírez, uno de los integrantes del colectivo granadino Mareo y también miembro fundador, ha preparado junto a sus compañeros una temporada muy prometedora.

-Para quien no conozca al colectivo Mareo, ¿quiénes son y a qué se dedican?

-Hemos sido mucha gente aportando, aunque ahora mismo somo yo, Acid Heaven y Chico Blanco, pero Mareo siempre ha sido fluido: es incluido todo el que aporte algo. También son parte de la movida Natural Language, Puro Movimiento, Niki Lauda, Gazzi…

-Quienes han asistido a cualquier fiesta sabe perfectamente en qué consiste Mareo, pero nunca es fácil verbalizarlo por la cantidad de elementos que se fusionan en ellas, ¿es posible explicar Mareo en unas pocas palabras?

-Mareo es un colectivo, un evento, una fiesta, un movimiento… es una manera de expresarse. Surge de las Tardeo, unas fiestas que hacíamos antes. Ahora mismo es también una residencia en salas como Copera, Moondance en Madrid, Razzmatazz en Barcelona o Watergate en Berlín. También es un sello, no todo se basa en hacer fiestas. Los artistas que comparten nuestra visión siempre son bienvenidos, y de ahí salen proyectos preciosos como los Bootylegz o los Puro Mareo. Para resumir: Mareo es un movimiento alternativo de música de baile.

-¿De dónde viene ese interés por el house, el electro, y todos los palos que se tocan en los sets?

-Pues de escuchar mucha música. Nosotros empezamos en el hip-hop con The White Mobb Coño, y siempre hemos sido peña inquieta con muchos valores, con una curiosidad innata por entender el pasado y sus raíces para poder comprender lo nuevo. El house forma parte de nuestra infancia, siempre lo hemos tenido cerca sin darnos cuenta. Me acuerdo de escuchar temas de dance de los noventa y pop de los dos mil en la radio del coche, o a gente como Daft Punk, que siempre son referencia. Por eso siempre buscamos reivindicar lo que ya se ha quedado un poco anticuado y darle un giro para renovarlo, para recuperar esos temas pero dentro de lo que se baila ahora. También el house nos ha servido como punto de ruptura. Cuando empezamos estábamos ya cansados de la movida trap en la que se había convertido el hip-hop. En Copera podías encontrar algunas noches de tech-house que aunque no eran suficiente, satisfacían bastante esa necesidad de cambiar un poco. En la escena local teníamos el drum&bass, pero lo que nos facilitó acercarnos a otra música fue internet. Así descubrimos cosas como el UK garage, el Baltimore club, el Detroit y el electro, que al final es muy similar al hip-hop. Me considero principalmente un listener, y lo que más me representa de esa cultura es la faceta del DJ, por lo que al intentar entenderla a través de ella, acabo descubriendo muchas canciones y estilos frescos. Aunque es cierto que, al final, el house siempre prevalece, no sé si a la hora de mezclar o entender los ritmos; pero es un gusto que nunca se pierde.

-Los granadinos aún recuerdan con cariño las noches de aforo completo en Plantabaja, y eso que ya han pasado más de tres años de las últimas, quitando alguna cita ocasional. ¿Ahora que que Mareo se desarrolla fuera y en salas mucho más grandes ha cambiado en algo?

-Los valores son los de siempre: abrir mentes, romper categorías, hacer cosas bonitas, inclusivas, por amor y por curiosidad. El club está mucho más revalorizado y está enmarcado en una tendencia global, nunca ha sido tan mainstream, no sé si por culpa nuestra o porque nos sumamos antes de tiempo. Todo crece: el éxito y las preocupaciones. Siempre hemos trabajado desde la amistad, pero el círculo se amplía. Todo el mundo va cambiando, y ahora estamos en un momento de inflexión, pues ya no vivimos en el mismo sitio. Aún así, Granada y el sur están en el punto de mira. La primera noche de la temporada me ha servido para conocer mucha gente nueva de Granada, y se siguen haciendo cosas guapísimas. Venimos de Gazzi, La Plazuela, Plasaporros, el propio Chico Blanco y LVL1, de una generación potente; y encima veo a estos nuevos nombres, a la peña que sigue haciendo cosas en el Plantabaja o la que se mueve en los mil sitios que acaban de abrir. Eso de que haya gente joven en los sitios manejando el cotarro antes no pasaba tanto... A veces se echan en falta propuestas más disruptivas, más inclusivas, más disidentes, pero también se están haciendo algunas muy auténticas.

La sala Industrial Copera con el aforo completo durante el Mareo del 13 de octubre La sala Industrial Copera con el aforo completo durante el Mareo del 13 de octubre

La sala Industrial Copera con el aforo completo durante el Mareo del 13 de octubre / Anónimo (Granada)

-Madrid, Barcelona, los mil festivales que visitaron en estas últimas temporadas y, ahora, Berlín... No habrá sido fácil el camino ¿Qué se puede contar sobre él?

-Ha sido como hacer una mudanza, pero muy poquito a poco. Nosotros ya empezamos a salir hace cuatro o cinco años y a establecer contactos poco a poco por lo que ha sido bastante natural, con todo lo que conlleva un cambio de aires. Salir fuera también era empezar de cero, buscarte las papas, la comodidad, la gente. En tu ciudad siempre vas a encontrar el confort y por eso para nosotros era lo más justo, el romper con eso. Ya ha llegado un punto que hacemos más cosas fuera que en Granada, pero es que era necesario. Siempre hemos pensado que nunca hemos querido quedarnos, no podíamos quemar nuestro concepto, había que moverse. Venía sintiendo que cuanto menos salía por Granada menos incluido me sentía en el circuito. Eso, sumado a un momento en el que estábamos conociendo a mucha gente fuera, pues lo hizo mucho más fácil. A mí me encantaría volver a Granada, pero aún tiene que llegar el momento.

-Pastis y Buenri, leyendas de la música electrónica española, en cartel. La apuesta por el talento siempre está ahí, pero contar con nombres del panorama nacional a la cabeza de un cartel es algo atípico para el formato habitual del colectivo, ¿cómo ha surgido la idea?

-No es tan raro que los hayamos traído. Empezamos contando con nuestros colegas y gente cercana, pero luego lo hicimos con gente nacional que nos gustaba, de la nueva ola. Volvemos a las bases del colectivo: en nuestro imaginario siempre han sido bienvenidas distintas generaciones, estilos, identidades y escenas, tanto locales como nacionales e internacionales; tanto emergentes como ya reconocidas -o directamente, de nicho-. Hemos ido contando con ellas como se ha ido dando. Llamar para esta ocasión a Pastis y Buenri es una manera radical y divertida de reivindicar la movida club original de Cataluña, mientras la combinamos con otra propuesta muy distinta como es la de Pussycore, representante del freetekno en Andalucía y que pudieron disfrutar quienes gozaban de raves como las de las extintas termas de Santa Fe. Este año queremos dedicar cada noche a sonidos de distintos sabores, y esta vez nos centramos en los más rápidos y duros como otro de los vértices que representan nuestra cultura. Hubo mucha sinergia entre mucha gente distinta, fue una noche muy bonita. Faltó mi piña de Mareo, pero aunque eché en falta pasar la noche con los amigos no me sentí tan triste, pues estuve muy bien acompañado. 

Una de las fiestas del colectivo Mareo. Una de las fiestas del colectivo Mareo.

Una de las fiestas del colectivo Mareo. / R. G. (Granada)

-Y para terminar: ¿qué puede esperar el público de Mareo esta temporada?

-Esperen lo inesperado. De momento, un puñado de fiestas más, curadas con mucho cariño y con más música. Así es el Mareo.

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