Erik Harley, experto en Estudios Urbanos

Erik Harley, el azote de la especulación desde el salseo: "Mi madre me enseñó que el amor no tiene límites pero el dinero sí"

Especulación y salseo: Erik Harley retrata la España del Ladrillo "como nunca te la habían contado"

Especulación y salseo: Erik Harley retrata la España del Ladrillo "como nunca te la habían contado" / Ángel Biyanueba

A Erik Harley (1993) algunos lo conocerán por su colaboración en programas como El Intermedio, muchos por sus vídeos en redes sociales (@periferia.periferia), otros por sus libros y bastantes por todo a la vez. En cualquier medio, este investigador y divulgador español se ha convertido en un referente contra la corrupción económica, la especulación constructiva y el despilfarro de dinero público. Experto en Estudios Urbanos y graduado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, se hizo popular tras la pandemia por ser el creador del Pormishuevismo, un fenómeno artístico de revolución económica, constructiva y cultural, cuyo máximo símbolo es el ladrillo. 

Precisamente ese es el título de su último libro Pormishuevismo. Una corriente artística, publicado en 2023 en Blackie Books, un repaso a los casos más sonados de despilfarro urbanístico. Con el estilo cercano y desenfadado que lo caracteriza, Harley da las claves de una corriente que no entiende de tipología, estética, filosofía o contexto, pues busca trascender lo real mediante el impulso constructivo de lo absurdo e irracional. Con esa apariencia de broma se señala una realidad palpable, ya que un supuesto movimiento basado en lo absurdo y desproporcionado puede explicar, a veces mejor que ningún otro -ismo, algunas de las páginas más negras de la historia política y arquitectónica de este país. Un descenso a la intrahistoria de lo que se llamó "España del ladrillo" aunque en realidad era de mucho cemento. El catálogo nacional de obras pormishuevistas es una fotografía delirante de balnearios ilegales, auditorios, puentes y rascacielos de récord, destrucción de la naturaleza, casos históricos de corrupción, falsos milagros económicos, vanguardia de cartón piedra, líos amorosos, alguna que otra rotonda y sobre todo, muchas promesas de futuro. 

-El pormishuevismo estaba ahí pero no llegaba normalmente al discurso público, se quedaba reducido casi siempre a conversaciones de amigos en bares criticando esa arquitectura faraónica. ¿Había ganas de que saliese a la palestra? ¿Ese es el éxito del movimiento?

-La gente que me sigue o lee los libros es la que puede responder a esa pregunta, lo que sí puedo decir es el motivo por el que lo hago. Mi intención es que esos proyectos faraónicos formen parte del debate social. Al final cuando pasa a los medios de comunicación, a redes sociales y a libros acaba cogiendo otra dimensión y me da la sensación que te lo tomas de más en serio. El objetivo final de que este tipo de despilfarro económico y arquitectónico no continúe produciéndose en nuestro país. 

Pormishuevismo ha sido publicado por Blackie Books. Pormishuevismo ha sido publicado por Blackie Books.

Pormishuevismo ha sido publicado por Blackie Books. / R. G. (Granada)

-El primer hecho que sorprende con los concursos públicos con los que se adjudican muchos de estos proyectos es que se fallan para un presupuesto y antes de que entre la primera pala en el solar ya ha aumentado en muchos millones. ¿Por qué no se ha criticado esa práctica común?

-Quedaba aceptado socialmente, es uno de los grandes problemas que tenemos con la gestión de dinero público. En muchos casos se lo dan a la constructora amiga, que te pone el presupuesto más barato del concurso, pero cuando hacen las licitaciones te dicen: "Esto no es posible realizarlo por X millones, si lo hacemos por eso, se nos cae". Ahí ya no hay nadie que te pueda decir nada. Esto ha pasado con la gran mayoría de proyectos faraónicos. Es por desgracia una praxis demasiado extendida. Espero que poco a poco la ciudadanía empiece a verlo de otra manera. Si me dices que algo va a costar 30 millones de euros, pues que cueste 30 millones, ni 31, ni 29, ni 37. Yo recuerdo que cuando era más jovencito iba por la calle y veía los carteles de las obras del famoso Plan E y decían por ejemplo: "Este proyecto va a costar 35.257.334,25". ¡Ostras, pues si está tan bien presupuestado como es posible que se pierda tanto dinero si no hay ningún problema! A ver si poco a poco empiezan a darse cuenta los políticos y las constructoras de que no somos tontos y que no pueden tomarnos el pelo. 

-Es una práctica tan extendida que normalmente no se quejan ni los otros que concursan.

-Yo sí conozco algunos casos en los que no han ganado denunciaron, pero general hay una especie de silencio conjuntivo porque se impone un poco de eso de "a ver si el próximo concurso me lo dan a mí". 

-En ese sentido, el libro tiene una dedicatoria fantástica a su madre, que lo apoyó "incondicionalmente" y le inculcó "el valor de lo público" porque le enseñó "que el amor no tiene límites pero el dinero sí". ¿Cómo lo hizo?

-Ella es trabajadora del hogar, limpia casas de diferentes familias, y cuando no tenía colegio siempre le ayudaba. Desde que tengo conciencia del esfuerzo humano que era necesario para la educación y la alimentación mía y la de mi hermano. Mi madre me inculcó que el dinero no crece en los árboles y que es importante gastarlo bien y sin malgastar. Cuando empecé a crecer y vi que el dinero de todos los españoles que contribuimos con nuestros impuestos sí se despilfarraba fue un choque cultural. Pensé: "Como puede ser que a unas familias les cueste tanto conseguir dinero y otros tengan la mano tan ancha a la hora de gastarlo". 

-Eso puede pasar en muy distintas esferas públicas. ¿Cómo se canalizó ese interés en concreto por la arquitectura? 

-Estudié Bellas Artes y la ciudad me interesaba porque al principio pensaba que los edificios eran como esculturas gigantes. Pero no sólo son eso, este tipo de arte nos ayuda a entender como funciona la sociedad, la economía y las diferentes dinámicas de poder que conforman nuestro día a día. La arquitectura y el urbanismo son el escenario de nuestra vida y determinan muchísimo el modo en el que nos desarrollamos, crecemos, prosperamos o por contra podemos ir a peor. Me gustaba un montón conocer los tejemanejes y de este tipo de proyectos para entender nuestras carencias como sociedad y las carencias de aquellos en los que hemos confiado para gestionar tanto nuestro presente como nuestro futuro, que no dejan de ser los políticos que trabajan para nosotros. 

-El parapeto de la estética ha amparado muchos de esos desmanes porque en pos de ese arte todo valía. 

-La estética era muy resultona para hacerse la fotografía inaugural. Muchos de esos trabajos no sirven tanto para mejorar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto como para ganar unas elecciones o asegurar una legislatura. Por desgracia estas obras faraónicas se han orquestado para lograr una imagen de progreso y mejoría social. Parecía que construyendo un auditorio una ciudad se situaba en el mapa. Yo siempre digo lo mismo: ¿"En qué mapa, en el de la construcción?

-En su libro, de Andalucía hay casos como el de la Costa del Sol o el puente de Calatrava de Sevilla. ¿Qué mas ejemplos hay de esta tierra? 

-En Andalucía también hay mucho pormishuevismo. Desde toda la gestión de Marbella y las licencias ilegales, la gran historia de la Expo del 92 y la llegada del AVE. Me llama mucho la atención, aunque no está en el libro, el caso de Algarrobico. Pasarse por el acto del triunfo la Ley de Costas es muy pormishuevista.

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