Estrella Morente arderá en el fuego fatuo de El Amor Brujo de Falla esta noche, iluminando con la luz de su voz la última gala flamenca del Festival del Cante de las Minas. Tras un recital personal, ofrecerá junto a la Orquesta Sinfónica de la UCAM la obra cumbre de Manuel de Falla bajo la batuta de Emilio Fenoy López, director titular de esta orquesta, que ha tenido que sustituir a Roque Baños en el último momento dados los compromisos profesionales en el extranjero del jumillano ganador de varios Goya.

La cantaora granadina ha sido este año la gran homenajeada de la 54 edición de esta paradigmática cita con el flamenco en España, dado su nombramiento como directora de la Cátedra de Flamencología del Cante de las Minas, la primera en el mundo con esta denominación. Puesta en marcha desde enero bajo su dirección y con la presencia del guitarrista y compositor flamenco Carlos Piñana como coordinador, la cátedra, impartida en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), pretende otorgar al flamenco y a las investigaciones realizadas desde la Fundación Cante de las Minas el estatus de estudios universitarios.

La actuación de esta noche en el festival de las Minas no será el único evento de Estrella Morente en tierras murcianas. Mañana ofrecerá junto a su marido y el cantaor Arcángel un espectáculo de tauromaquia flamenca. Su esposo, el torero Javier Conde, lidiará tres toros acompañado por la actuación en directo del cante jondo de las dos voces. Los beneficios de la corrida, en la que los tres artistas participan de forma altruista, se destinarán a la Asociación Española Contra el Cáncer en la Región de Murcia.

En palabras del alcalde de La Unión y organizador de tan singular evento, Francisco Bernabé, este espectáculo donde "flamenco y toreo se dan la mano" será "sorpresivo, novedoso, singular y atractivo". También será bastante exclusivo, ya que el coso solo cuenta con 200 localidades, que a estas alturas se encuentran completamente agotadas.

Con el concierto de El Amor Brujo de esta noche, se cierra un ciclo de galas flamencas en las que han actuado ya figuras de la talla de Miguel Poveda, Sara Baras o Carmen Linares. Tras un pregón a cargo del periodista Luis del Olmo -que animaba "a vivir apasionadamente el flamenco de La Unión" el pasado jueves 7 de agosto- las veladas del Festival del Cante se han ido sucediendo a lo largo de la semana.

Miguel Poveda fue uno de los más esperados, ya que regresaba por segundo año consecutivo a la llamada Catedral del Cante tras haber presentado una bronquitis en la edición pasada, hecho con el que bromeó en escena fingiendo una afonía que resultó ser tan sólo una broma. Con un lleno absoluto y un emocionado público, que desde el principio cayó rendido a sus pies, el cantaor nombrado hijo adoptivo de La Unión protagonizó en la noche del viernes momentos de gran emotividad al recordar a su padre o al fallecido Paco de Lucía.

Otra de las grandes noches fue la de Sara Baras. El lunes, la bailaora presentó su último espectáculo, Medusa, estrenado recientemente en Mérida. La tragedia clásica recreada en clave flamenca por Sara Baras impresionó por su reflexión acerca de la condición de femme fatale del personaje principal, Medusa, al que la artista define como "mujer injustamente castigada y maldita por un juego de Dioses".

El Festival del Cante de Las Minas acogerá a partir de mañana durante tres jornadas consecutivas las semifinales de los concursos de cante, guitarra, baile e instrumentista flamenco, de los que saldrán los finalistas que el sábado 16 lucharán en la gran final por conseguir los trofeos del certamen de Las Minas. Se cerrará así una edición que ha contado en multitud de actos culturales paralelos a las galas flamencas con la presencia de artistas de todos los ámbitos de la cultura, como es el caso del escritor Arturo Pérez Reverte, el matador de toros Juan Antonio Ruiz Espartaco, el director de cine Fernando Trueba, el cocinero Quique Dacosta o el periodista Carlos Herrera. Todos ellos han sido galardonados junto a Carmen Linares con el Castillete de Oro del festival unionense, su máxima distinción de carácter institucional.