Arte hoy

Fotografía de autor o la gran autora de la fotografía

  • Esta cita puede ser lo mejor que hemos visto nunca de la artista; una muestra que recoge un amplio periodo creativo, con muchos y variados momentos estéticos

Hacía tiempo que el Claustro de Exposiciones de la Diputación de Cádiz no se llenaba de esplendor artístico. Fueron muchos años en los que los espacios de la antigua Aduana gaditana era todo un referente expositivo. En él se ofreció lo mejor de lo mejor. Artistas de primerísima fila llegaban a la capital gaditana atraídos por una programación rigurosa, con sentido y trascendencia. Los tiempos fueron cambiando y quiero pensar que la economía impuso su descarnada potestad. Lo cierto es que hemos atravesado un periodo de escaso contenido artístico -el de otro tipo nos interesa menos- y hemos echado de menos un tiempo pretérito que nos ha parecido, aquí sí, que fue mucho mejor. Por eso, esta exposición de Ouka Lele nos retrotrae a los años de sumo esplendor, a aquellos en los que, sin solución de continuidad, se sucedían muestras de gran importancia con los esquemas del mejor arte contemporáneo que uno podía imaginar. Pero la realidad es la que es y esta exposición nos abre las expectativas y nos pone en sintonía en la senda de un arte con mayúsculas que merece toda nuestra atención y nuestro apoyo.

Una exposición de Ouka Lele no es, a estas alturas, algo noticiable. Su importancia como artista es tan significativa que nadie la pone en duda y, además, su obra es conocidísima y ha sido infinitamente difundida. Sin embargo, esta muestra puede ser lo mejor que hemos visto nunca de la artista; una muestra que recoge un amplio periodo creativo, con muchos y variados momentos estéticos de una fotografía que, ella sí, ha hecho grande y con una clara denominación de origen.

La exposición, comisariada por Rafael Gordon, nos sitúa antes que por una comparecencia más de la artista, por una obra eminentemente de autor. Es, más que la fotografía de Ouka Lele, la colección que Bárbara Allende podría tener de Ouka Lele; es decir, lo mejor de cada momento de esta creadora única. Encontramos retratos impactantes y a contraestilo, fotorreportajes de una España mediata dentro de su inmediatez física y temporal, imágenes de una vida que ella captó y supo dar un sentido vital lleno de plasticidad y encanto. Estamos ante una exposición para contemplar un arte exquisito, pulcramente ejecutado, transmisor de una fotografía sin trampa y aderezada con todos los condimentos del mejor cocinero, ese que hace grande lo pequeño, que inventa asuntos nuevos, únicos e intransferibles, que abre los horizontes de una fotografía que, aunque muchos han sido los llamados, pocos son los que verdaderamente han llegado con suficiencia. En definitiva, lo mejor que se puede ver de esta artista; una exposición, como indica su título, inédita, donde se sitúa el mejor trabajo de autor; en este caso, una Ouka Lele en el mejor sentido, en el más alto grado de creatividad.

Hemos recobrado, con esta muestra, un tiempo artístico necesario, que echábamos en falta. De nuevo, el claustro del Palacio provincial ha recobrado la gran entidad artística que siempre tuvo. ¡Ojalá, perdure!

Ouka Lele Claustro de la Diputación Provincial de Cádiz

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