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La Fundación Rodríguez-Acosta recupera su "esencia" original

  • Descubren elementos originales del vestíbulo ocultos desde hace décadas por unos paneles

La Fundación Rodríguez-Acosta ha recuperado la "esencia" del Carmen Blanco al mostrarse por fin tal y como fue concebido por su fundador, José María Rodríguez-Acosta entre 1916 y 1930. Después del acondicionamiento del vestíbulo de la planta baja para una exposición, desde hace más de treinta años la entrada estaba cubierta por unos paneles de madera que acaban de ser retirados y que ocultaban detalles decorativos originales.

El presidente de la institución granadina, el artista Miguel Rodríguez-Acosta, y la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, presentaron ayer estos trabajos que van a permitir una nueva "reinterpretación de este espacio", en opinión del pintor. "La luz juega a partir de ahora un papel muy importante, tras dejar al descubierto los grandes ventanales del vestíbulo. Además, también han aparecido celosías, capiteles nazaríes, bancos de mármol y piezas de arquitectura modernista que adornaban las paredes y que, aunque sabíamos de su existencia, habíamos perdido el rastro de ellos en nuestra memoria", comentó Rodríguez Acosta, quien señaló que "la idea es que este espacio recupere también el mobiliario que lo acompañaba originalmente".

Con motivo de la exposición Federico García Lorca. Dibujos, se colocaron los paneles de madera para acondicionar este espacio como sala de exposiciones temporales, una solución que se ha mantenido desde hace más de treinta años, hasta nuestros días.

Desde el pasado mes de abril, coincidiendo con la nueva etapa que ha comenzado la Fundación Rodríguez-Acosta, en la que la Junta de Andalucía ha asumido nuevas responsabilidades a través de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y del Patronato de la Alhambra y Generalife, se han llevado a cabo diferentes trabajos de limpieza en los elementos ornamentales de los Jardines, se han reestructurado nuevos itinerarios para abrir la institución al público, con nuevas modalidades de visita entre las que se encuentra la combinada con la Alhambra, y se han planificado diferentes actividades culturales.

Por su parte, Villafranca señaló que este hallazgo se convertirá en un "aliciente más para redescubrir el Carmen Blanco de la Fundación Rodríguez-Acosta, declarado Monumento Nacional en 1973, y destacar sus detalles arquitectónicos y decorativos originales". "En el propio Carmen se encerraban muchos de los valores que la sociedad hoy demanda conocer. Teníamos que recuperar esos elementos de autenticidad, con independencia de que el edificio siga teniendo su vida cultural con su propio programa de actividades", agregó Villafranca.

El hecho de recuperar el vestíbulo no significa, tal y como aclararon ayer, que no se puedan seguir organizando exposiciones. "Ahora se construirán unos elementos mucho más ligeros que respetarán el espacio original pero harán posibles las exposiciones. También se utilizará parte del Instituto Gómez Moreno como espacio expositivo y también estas nuevas salas adyacentes, que ahora quedan libres. La primera experiencia en este sentido será la muestra que hay prevista de Juan Cristóbal con la Alhambra".

La Fundación Rodríguez-Acosta fue creada en 1941 por legado testamentario del pintor José María Rodríguez-Acosta. Tiene su sede en Granada, en el Carmen construido por su fundador, entre 1916 y 1930, junto a Torres Bermejas y próximo al conjunto monumental de la Alhambra y Generalife. Entre sus objetivos se encuentran el fomento y la difusión de la cultura, una labor que ha desarrollado a través de sus programas culturales: becas de artistas para Centros de Formación en materia de Bellas Artes, concursos, exposiciones, conferencias, seminarios, recitales y publicaciones dedicadas a la investigación en torno a estudios sobre Andalucía y Granada. La Fundación Rodríguez-Acosta ha enriquecido sus colecciones artísticas y documentales con diversas donaciones, entre la que destacamos la de la familia Gómez-Moreno, en 1973, que dio lugar a la creación del instituto del mismo nombre.

"Este edificio fue el mejor cuadro de Rodríguez Acosta: un cuadro en tres dimensiones que ahora se recupera", señaló ayer Enrique Gámez, uno de los nuevos vocales de la reciente etapa de la Fundación.

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