Concierto de despedida del ciclo Serpiente Negra

Guadalupe Plata, el blues tira al monte

  • La banda ubetense regresará este sábado a la sala Planta Baja con su último disco, una lectura moderna y 'ruralizada' del 'Gris-Gris' de Dr. John llevada a su terreno pantanoso

La banda ubetense, en una imagen de archivo.

La banda ubetense, en una imagen de archivo. / carlos Jimena

La primera conexión entre el blues y Pedro de Dios, cantante de Guadalupe Plata, remite al cine. De chiquillo, el músico ubetense vio The Blues Brothers y quedó fascinado con el elenco de artistas reunidos y, por supuesto, su banda sonora. "Te golpea fuerte y empiezas a indagar", reconoce al otro lado del teléfono mientras recuerda la primera vez que escuchó a Chuck Berry en Regreso al futuro. Guadalupe Plata regresará esta sábado a la sala Planta Baja* (21:30) con su último trabajo, una lectura moderna, pantanosa y ruralizada del Gris-Gris de Dr. John.

De Dios define el sonido de este quinto disco como "algo rural", en "la línea pantanosa" que han seguido en los trabajos anteriores, "con mucho vudú e hipnotismo" y "un punto más castizo". En definitiva, "blues pantonoso con elementos muy tradicionales". El punto de partida es el álbum debut del cantante de Nueva Orleans, que, en palabras del músico ubetense, "se nutre de mucha música de raíz". "Aparte de coger blues, tiene muchas influencias de la música africana, del caribe, raíces negras en resumen, pero relacionadas con el tema ritual", explica.

Portada de su disco más reciente. Portada de su disco más reciente.

Portada de su disco más reciente. / G. H.

El trío de Úbeda ha indagado en las raíces del folklore andaluz para este disco, hasta el punto de haber realizado una "investigación" previa a la grabación -para ello acudieron a la imprescindible serie documental Raíces de TVE-. "Tiene el mismo atractivo que las raíces americanas. En general, el tema del folklore nos atrae mucho. Hablamos de música más inmediata, que está relacionada con el campo y la fiesta. Al ver Raíces te das cuenta de la riqueza que hay en España respecto a cantes e instrumentos", destaca De Dios.

La influencia se percibe nada más empezar, en la canción inicial Barreño en llamas, donde se escucha una botella de anís a modo de percusión. Tampoco pasan desapercibidos otros instrumentos nuevos como una bandurria destartalada y algún sonido de puertas viejas, "con el fin de añadirle un tinte de la España profunda". Destaca también la adaptación de unas sevillanas corraleras en Corralera del veneno. "No llevan el compás exacto de una corralera al uso, pero está muy influenciado por esa corriente flamenca", puntualiza el cantante de Guadalupe Plata.

Los últimos discos del conjunto siempre incluyen versiones de cantautores latinoamericanos como Atahualpa Yupanqu y la familia Parra. Esta vez se ha materializado en Lo mataron, relectura del cante andino El afuerino con la colaboración del chileno Sebas Orellana de La Big Rabia. "Mi padre me ponía mucho a Atahualpa. Esa raíz latinoamericana la he tenido más cercana que lejana", cuenta el músico.

La banda formada por Pedro de Dios, Carlos Jimena y Paco Luis Martos hermanan a la perfección el blues americano con el folklore andaluz. En este trabajo además meten músicas rituales, vudú y calypso. ¿Qué opinan del tema de la apropiación cultural? "Es una tontería. Si te pones a analizar el arte, en general, no deja de ser todo una influencia de todo, de lo que le rodea. Uno después puede coger elementos del folklore o de lo más actual. El arte se nutre de cosas. No nace de una manera espontánea. El arte no deja de ser la influencia de muchas cosas. Si nos ponemos exquisitos con el expropiacionismo, cualquier cosa que analices tiene influencias de aquí o de allí. Es necesario. Es el oxígeno de esto. La cuestión es cómo lo haces", reflexiona el músico afincado en Granada.

Una de las imágenes promocionales de su último trabajo. Una de las imágenes promocionales de su último trabajo.

Una de las imágenes promocionales de su último trabajo. / Carlos Jimena

El sello de Guadalupe Plata, dice su cantante, "no nace de la nada. Hay muchas influencias de distintas músicas que nos gustan y se plasma un sonido determinado. Somos heredero de muchos sonidos". Uno de los conceptos que manejan en este último disco es el de "la cruzada de la involución". "No se trata de ejecutar la canción tal y como se hacia en el pasado, sino de buscar la esencia, ir a lo justo", responde De Dios sobre la idea de "echar la vista atrás y darse cuenta que en la música hay ideas brillantes y aunque pasen 1000 años sigue estando en el presente".

Más de una década después de la publicación de su primer EP, la banda ya vive de la música. De Dios reconoce que "el proceso hasta llegar aquí ha sido agradable aún cuando uno no tiene los medios ni el público". "Seguimos aprendiendo, evolucionando, involucionando", se despide este amante del delta blues "rebuscaillo".

*La banda despide hoy el ciclo Serpiente Negra en la sala Planta Baja.

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