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Hombres y Fertilidad: Cómo los alimentos y la microbiota afectan su capacidad reproductiva

Un hombre sosteniendo frutas en una imagen de archivo

Un hombre sosteniendo frutas en una imagen de archivo / R. G. (Granada)

Ser físicamente activos, tener una dieta equilibrada, un Índice de Masa Corporal en parámetros saludables y, por supuesto, no fumar ni tomar alcohol y otras sustancias tóxicas. Estos son, como es conocido, los pilares de un estilo de vida favorable a la fertilidad y son válidos para mujer y hombre. La manera en que se alimentan quienes desean tener descendencia, en particular, y el estilo de vida, en general, tienen una incidencia notable en la consecución del embarazo y en la salud del futuro bebé.

A la vez, en el acercamiento de la alimentación a la reproducción asistida se vienen valorando históricamente otros aspectos, como el porcentaje de materia de grasa así como las patologías previas y el equilibrio hormonal, todo ello enfocado de forma mayoritaria en la mujer.

Otros nutrientes menos populares

Para los expertos de esta red de fertilidad se trata de una visión demasiado reduccionista y que puede generar sobrecarga emocional entre las mujeres que buscan embarazo. Ellos deben cuidar también su dieta si quieren ser padres y enfocarse en el consumo nutrientes que la ciencia relaciona con la calidad seminal. Al Omega 3, Ácido Fólico, el Zinc las y vitaminas B y C se unen otros de impacto en la capacidad reproductiva, pero menos conocidos por el gran público como la luteína, la L-carnitina, la coenzima q10 , el ubiquinol, el ácido alfa lipoico y el resveratrol.

Bacterias en el tracto urinario y los testículos

Más allá de los nutrientes beneficiosos para el varón en reproducción asistida, la propuesta de EVA consiste en un enfoque más integrador, que contemple la influencia de la microbiota en la fertilidad. Hablamos del conjunto de microorganismos —bacterias, hongos, virus, microbios— presentes en el cuerpo humano. ¿Cómo influyen en la capacidad femenina y masculina de ser padres?

• La presencia de ciertas bacterias en el tracto urinario puede afectar la calidad del esperma y su capacidad para fertilizar el óvulo.

• Además, la microbiota intestinal puede afectar la producción de hormonas y la función de los testículos, lo que puede tener un impacto significativo en la cantidad y calidad del esperma.

En cuanto a ellas, destacan los siguiente aspectos:

• La capacidad del óvulo para implantarse en el útero puede verse afectada por bacterias vaginales que influyen en el pH y la producción de ácido láctico.

• La microbiota del tracto reproductivo puede ser la causa del desarrollo de embarazos ectópicos, que ocurren cuando el embrión se implanta fuera del útero.

El impacto negativo en ellas de la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa

Y lo que es más importante, la microbiota uterina y las células inmunes de este órgano deben tolerar juntas los antígenos paternos en respuesta a la estimulación inmunológica del semen, el embrión y el feto. Para ello se necesita un microbioma en eubiosis ( un estado de armonía en el sistema biológico) y un sistema inmune equilibrado. En la consecución de estos objetivos entran en juego la alimentación prebiótica y probiótica, la ingesta de grasas de buena calidad y correcta digestión de los azúcares vía inmunometabolismo.

En este último punto, desde estos centros de reproducción asistida recuerdan que la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa pueden afectar significativamente a la maduración de los ovocitos, a la ovulación y la fertilidad femenina.

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