Jon Sistiaga, periodista y escritor

Jon Sistiaga: "Mi novela 'Purgatorio' es una mezcla entre Baroja y Tarantino"

Jon Sistiaga: "Purgatorio es una novela entre Baroja y Tarantino"

Jon Sistiaga: "Purgatorio es una novela entre Baroja y Tarantino" / R. G. (Granada)

Jon Sistiaga (Irún, 1967) es un reconocido reportero y documentalista que ha cubierto conflictos y guerras en los Balcanes, Irak, Ruanda, Irlanda del Norte o Afganistán, entre otros muchos lugares. Curtido también como periodista durante los peores años del terrorismo en el País Vasco, sus reportajes han profundizado siempre en las razones últimas para usar y justificar el recurso de la violencia. Durante dos décadas, Sistiaga ha entrevistado a talibanes afganos, miembros de ETA, guerrilleros de las FARC, narcos mexicanos, militantes del IRA, genocidas ruandeses o yihadistas de Al Qaeda, y a las víctimas de todas esas violencias. Sus documentales y artículos se han publicado en Telecinco, Cuatro, Canal+, CNN, El País o Movistar+. En esta última plataforma creó y dirigió el programa Tabú, en el que reflexionó y profundizó en temas tan sensibles como la muerte o la maldad humana. Premio Ondas en 2012 y 2016, y Premio Ortega y Gasset de Periodismo, en 2005 publicó en Plaza y Janés Ninguna guerra se parece a otra sobre su experiencia en la Guerra de Irak. Ahora se estrena en la novela con Purgatorio, que retrata un País Vasco donde las culpas no se entierran en unos campos sembrados de armas oxidadas en zulos abandonados, de traiciones, lealtades y secretos atroces, de terroristas arrepentidos, terroristas orgullosos y víctimas que no pueden cerrar su duelo. Purgatorio es también un tenso thriller que mantiene en vilo hasta la última página. 

La novela

Un salto a la ficción que para el periodista ha resultado un proceso natural. "Yo creo que las cosas hay que hacerlas cuando te sientes preparado. En Periodismo empecé como becario, luego hice Deportes, Tribunales, después fui reportero... Pero te van pasando a nuevos espacios porque te sientes preparado y estás capacitado. Cuanto te vas a un conflicto es porque puedes afrontarlo. Cuando empecé a hacer ficción es porque me sentía listo para contar una historia en otro formato, para comunicar de otra manera, que es lo que realmente hacemos los periodistas". 

Un paso que coincidió con el parón de la pandemia. "Aprovechando esos meses en los que me tumbaron varias producciones que tenía en mente, me puse a ello con independencia de la calidad literaria que saliera. Lo que quería era explorar el formato narrativo de la ficción. Y luego, si me salía bien y había buenas críticas, pues mucho mejor". 

Ese ha sido el caso, aunque cierto es que jugaba con ventaja porque ha elegido un tema que conoce bien: el de su País Vasco natal. "Como periodista llevo tiempo juntado letras. Cuando escribes documentales, como es mi caso, te acostumbras a usar un formato en el que el espectador se entretiene, se emociona, le hace reflexionar... Con esas tres premisas he trabajado, porque se trataba de hacer esto mismo pero en 400 páginas. Y creo que me ha salido. Al menos eso dice la gente, que la novela te atrapa y que es muy realista. ¿Por qué es tan verosímil? Porque he leído mucho, me he documentado. No, porque escribo desde la herida. Con los ojos cerrados me ha salido todo. Soy vasco y nací en la ciudad donde cometió su primer atentado y a casi a la vez que la organización terrorista. Mi vida ha estado atravesada por su presencia". 

Sistiaga se centra en la historia de Imanol Azkarate, quien hace 35 años fue secuestrado y ejecutado, pero sus dos asesinos nunca fueron detenidos ni identificados. Uno de ellos es Josu Etxebeste, un conocido restaurador guipuzcoano que entonces guardó todas las cartas y dibujos que hizo el secuestrado durante el cautiverio. Ahora ha decidido confesar su crimen y dar todo ese material a Alasne, la hija de la víctima, y entregarse al comisario Ignacio Sánchez, el policía que investigó el secuestro. Pero Josu solo confesará si Sánchez reconoce a su vez que fue un despiadado torturador. Mientras pugnan por conciliar su pasado violento con un presente sin rencor ni violencia, los resortes durmientes de la Organización se movilizan. Antiguos militantes que, como Etxebeste nunca fueron detenidos, no tienen ninguna intención de confesar y cambiar sus cómodas vidas en esa nueva Euskadi del postconflicto. Ahora tratarán de detener ese acercamiento por todos los medios posibles.

El resultado es un libro que "bebe de varios sitios": "Es una novela negra o thriller, pero también se puede leer como un ensayo, incluso una novela costumbrista o un libro de carácter existencialista. No sé si existe un género para ese batiburrillo". En la conversación salen referentes como Carlos Zanón, Montalbán, pero también Unamuno o Pio Baroja. Tanto es así, que define su novela Purgatorio como "una mezcla entre Baroja y Tarantino".

 

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