Juan Carlos Friebe, poeta

Juan Carlos Friebe: "La Historia y el Arte son el timón al que aferrarse"

Juan Carlos Friebe coordina el ciclo 'Poesía a cielo abierto' del Ateneo de Granada.

Juan Carlos Friebe coordina el ciclo 'Poesía a cielo abierto' del Ateneo de Granada. / Antonia Ortega Urbano (Granada)

Es difícil volver los ojos al pasado y no rumiar alguna modificación en la manera de proceder, pensar en cambiar algo, aunque sea un punto o una coma. Juan Carlos Friebe es capaz de hacerlo en su último libro, la Redención de Pandora, una reedición antológica que recoge Poemas perplejos, galardonado con el accésit del III Certamen Internacional de Poesía Gabriel Celaya y publicado en 1995; Las briznas (II Premio Nacional de Poesía Paloma Navarro) que vio la luz en 2007; y Poemas a quemarropa, de 2011, del que Rafael Guillén consideró “pocos libros como éste merecen un destacado puesto en su generación”. El volumen, publicado por la editorial granadina Sonámbulos, recopila los tres poemarios enriquecidos con comentarios de escritores y críticos literarios sobre sus versos. También se reúnen al final del volumen los apéndices dedicados a los personajes históricos que inspiraron los libros y las dedicatorias de los poemas. 

Con esas únicas modificaciones, el autor ha podido hacer realidad su voluntad de unificar varias obras independientes pero con un claro hilo conductor: la Historia y el Arte como "timón" al que aferrarse para trascender la propia existencia. Porque las tres forman parte de una tetralogía junto con Enseñando a nadar a la mujer casada (2021), en la que se establecen algunas de las cuestiones más trascendentes de la condición humana desde una perspectiva radicalmente contemporánea.

Mediante una narrativa poética en la que la Historia es la carga de la prueba contra la condición humana y el Arte un testigo en favor de la humanidad, este volumen recoge los males de los que ésta aún no ha sido liberada: la identidad propia, como causa de sufrimiento frente a la sanción social (Poemas perplejos); la melancolía, que conduce al daño como individuos y a la negación de la propia vida (Las briznas); y la crueldad, como culpa colectiva de todos los pueblos y herramienta del poder para destruir la cualidad diferencial y esencial de las personas: su intimidad, su libre albedrío y su credo (Poemas a quemarropa). La intención del autor es publicar las cuatro obras de forma conjunta cuando las cuestiones de los derechos de autor así lo permitan. 

Pero no es sólo la temática lo único que une a estos libros, separados por más de dos décadas de diferencia. "Comencé a entender un año antes de terminar Las briznas, en 2007, cuyo desarrollo fue determinado por un inesperado y trágico luto, y cuando Poemas a quemarropa ya había balbuceado algunos textos y un esbozo lo suficientemente claro sobre una estructura convincente, que requería por lo menos un libro más para acercarme a la intuición que bullía en mí no de forma obsesiva, pero sí constante, desde que empecé a escribir con cierta conciencia de mi voz propia: que la poesía podía llevarme más allá de mí, como había intentado en Poemas perplejos y desdeñé en Arica contra coral", cuenta en el prólogo Juan Carlos Friebe sobre un libro publicado en 2001, en mitad de los otros, pero no vinculado temáticamente a ellos. Ese es el motivo por el que no se enmarca en esta antología, como también un libro de adolescencia, Anecdotario (1992) . "Cuando supe releer Poemas perplejos, tiempo después de haberlo escrito, se me reveló como la piedra angular que sostendría el peso de una ambición mayor. Advertí, de hecho, que su estructura básica se había trasladado, sin variaciones con todos los poemarios anteriores". 

Juan Carlos Friebe en una de sus últimas intervenciones públicas. Juan Carlos Friebe en una de sus últimas intervenciones públicas.

Juan Carlos Friebe en una de sus últimas intervenciones públicas. / Antonia Ortega Urbano (Granada)

Eso, y un afán de excelencia que está ya presente desde esas primeras obras. "Yo siempre destaco la importancia de la calidad de los fracasos", comenta. "Sé que nunca voy a a estar a a altura de Lorca o Shakespare, pero el listón tiene que estar siempre muy alto". 

El poeta afina más en el prólogo sobre la relación que une los dos primeros poemarios. "No sólo eso: el sentimiento de la identidad propia como un daño, la percepción del conflicto personal por el sufrimiento de ese encajar nunca del todo, establecía una narración paralela, pero una continuación lógica, que se incardinaba en el sufrimiento de Hugo van der Goes", detalla sobre el pintor que inspira los versos del segundo libro de la tetralogía, un artista que terminaría suicidándose. "Poemas perplejos poetizaba, si se quiere hacer esa lectura, mi propio dolor, mientras Las briznas se adentraba en el sufrimiento del otro", resume sobre los dos volúmenes. "Así siento hoy Poemas perplejos como mi libro más mío, el único al que puedo y debo querer tal y como es", detalla sobre el primero de las obras del volumen, que se presentará este próximo miércoles en el Colegio Mayor Cardenal Cisneros, a las 20:00 horas. "Es sin duda la presentación más importante en la que he participado como poeta", sentencia Friebe. 

El autor

Y eso que la trayectoria de Juan Carlos Friebe (1968) es tan larga como diversa. Poeta y miembro de número de la Academia de Buenas Letras de Granada, entre sus obras destacan las citadas y alguna otras, como Hojas de morera (2008). Una amplia selección del conjunto su labor poética ha sido traducida al griego en Antagonía/Aνταγονíα (2015) y al alemán en Antagonía/Antagonie -Historia Natural de un corazón/Naturgeschichte eines Herzens- (2022). Una parte sustancial de su creación está vinculada tanto al mundo de la música como al de las artes plásticas, escénicas y gráficas. Fruto de estas relaciones destacan Un kílim para Rimbaud (2007); el libreto del poema escénico Las bacantes (2009); o las Canciones de la vereda (2011). Del resultado de estas y otras colaboraciones nace su ensayo Utile dulci -Poética e intermedialidad- (2002). Además de ser finalista del Premio Andalucia de la Crítica en 2022, entre otros galardones en 2002 recibió el V Premio Internacional de Poesía Dama de Baza por el conjunto de su obra. 

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