Artistas de Granada

María Rosa Aránega: testimonios de un pasado, motivos de un presente

  • La artista almeriense afincada en Granada inaugura hoy en el Centro Lorca 'Tierra que la multitud invade'

María Rosa Aránega: testimonios de un pasado, motivos de un presente

María Rosa Aránega: testimonios de un pasado, motivos de un presente / R. G.

La factoría Facultad de Bellas Artes sigue dando frutos inmejorables. Lo que fueron unos maravillosos momentos en las primeras promociones con esos artistas, de muy primerísima categoría, que inundaron de artisticidad los ambientes generales del arte contemporáneo de nuestro país, no se quedaron en meras ínsulas aisladas que surgieron, por encantamiento, en un tiempo de bonanza. Todo lo contrario, aquello fue el inicio de algo grande que tuvo una constante continuidad. Y, en la actualidad, la realidad importante que fue, sigue su momento dulce y aportando grandeza a un arte que, desde Granada y desde el antiguo Manicomio, mantiene el altísimo nivel que le es habitual.

FACBA, el Festival de las Artes que propone la Facultad, con un magnífico programa expositivo planteado con rigurosidad y vocación de amplitud hacia todas las instituciones de la ciudad, es ejemplo claro de cómo se siguen haciendo las cosas en el seno de la institución que, ahora, comanda Francisco Sánchez Montalbán. La programación continúa con una exposición en el Centro Federico García Lorca. La autora, una de esas jóvenes artistas salidas de la gran factoría Facultad. Su nombre María Rosa Aránega, natural de Almería, nacida en 1995 y granadina por su trabajo y residencia en Cúllar. Es artista, por tanto, de aplastante juventud y con una trayectoria que se va haciendo grande y conquistando parcelas de identidad y trascendencia. Graduada en Bellas Artes por la UGR y Máster de Cultura de Paz, Educación, Conflictos y Derechos Humanos de la Cátedra UNESCO de la Universidad de Córdoba. En su historial ya se posicionan importantes datos: Beca de residencia BITE of Art en Belgrado ( Serbia), Beca para jóvenes creadores de la Fundación Antonio Gala de Córdoba o Beca de producción artística FACBA 21. Ha expuesto individualmente en el Espacio Lavadero de Granada, en el Centre del Carmen de Valencia o en el Centro Andaluz de la Fotografía de Almería, entre otros espacios importantes. Ha sido, además, la autora de las ilustraciones de El miedo de los niños, obra de Antonio Muñoz Molina, publicada por Seix Barral. Todo ello, junto a las muchas comparecencias colectivas, la hacen portadora de un consciente currículum que la sitúan en los medios de una realidad artística importante.

Lo mejor de esta joven creadora es su clarividencia. No es una artista al uso; no es sólo pintora, no es sólo fotógrafa, no es sólo dibujante, no es sólo una lúcida artista de instalaciones e intervenciones espaciales; es todo eso y mucho más. Y lo es porque en su obra se dan todas estas claras circunstancias artísticas, conjuntadas en una actividad consciente donde la parcela plástica se sustenta en un clarividente aspecto conceptual que yuxtapone la idea a una ejecución formal llena de sentido y entusiasmo creativos.

Acto de inauguración de la exposición en el Centro Lorca Acto de inauguración de la exposición en el Centro Lorca

Acto de inauguración de la exposición en el Centro Lorca / Jesús Jiménez Hita (Photographers) (Granada)

La obra de María Rosa Aránega artísticamente no ofrece duda. Sus trabajos plásticamente se desarrollan desde acertadas posiciones formales, tanto en cuanto al dibujo, a la fotografía, en los episodios intervencionistas o mediante instalaciones. La realidad plástica está acertadamente distribuida en continentes rigurosos que descubren a una artista bien formada y con mucha solvencia en la ejecución plástica. Pero eso, hoy, no es suficiente para llegar a un sistema creativo de altos vuelos. Al torero se le supone el valor. En los trabajos de esta joven se adivina mucho más. Hay un contenido muy bien estructurado conceptualmente, un estudio pormenorizado de la realidad que va a describir, una investigación seria y rigurosa de los episodios a tratar y, después, un sistema creativo que pone en evidencia artística la realidad conceptual de la que parte. Por eso, su obra no es más que la ejecución plástica muy bien definida de una idea que está perfectamente estructurada o, dicho de otro modo, el concepto como materia plástica. En cada pieza nos encontramos con un proyecto, una historia que se cuenta y se interpreta felizmente. Además, María Rosa Aránega se siente atraída por el pasado; por las circunstancias pretéritas que han intervenido y han hecho presente nuestra realidad más inmediata. La artista investiga un tiempo que se fue, los acontecimientos que, en él, intervinieron, muchos de los cuales no fueron situaciones felices; todo lo contrario. La política, la sociedad, la gente, el transcurrir diario, lo que avergüenza por violento, dejan su huella para una sociedad que es heredera de un sistema pasado que, a veces, es producto de una sociedad totalmente cuestionable. Y de todo ello, la artista saca sus consecuencias en una yuxtaposición clara y perfecta entre el continente y el contenido.

María Rosa Aránega llega, ahora, al Centro García Lorca con una exposición titulada Tierra que la multitud invade; en ella se reflexiona, de nuevo, sobre la memoria, sobre la identidad de la ciudad; sobre una Granada que encierra muchos aspectos y que llega a ser lo que es por un complejo sistema de acontecimientos sociales que inciden en el planteamiento actual de su existencia.

Estamos ante la realidad artística de una autora diferente; una artista que investiga un concepto y lo hace motivo artístico.

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