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Neuman, como aquella vez Mónica Molina, amor de hija

En poco más de tres años el grupo murciano Neuman ha entregado dos álbumes, Plastic Heaven (2010) y The Family Plot (2011). Actualmente ultiman la grabación de un ep, que servirá de adelanto a su tercer largo y ha contado con la colaboración del hiperactivo Ken Stringfellow (The Posies), y acometen una intensa gira que comienza mañana, sábado 9 de marzo, en la sala Planta Baja de Granada.

La frenética actividad de la banda en el último trienio es la consecuencia de un proceso mucho más pausado que comenzó con la disolución del grupo La Fábrica de la Luz en 1999, lo que dio pie a su guitarrista, Paco Román, para desarrollar una idea individual, Neuman, que años después llegó a ser colectiva y cuajó definitivamente con la incorporación del teclista Fernando Lillo, el batería Raul Frutos y el bajista Miguel Angel Torres al proyecto.

Hablar de post-rock salpicado de shoegazing, de largos y melancólicos desarrollos instrumentales, de sonido orgánico y de textos, con la única excepción hasta la fecha de Mi pequeño Nuiman, de Plastic Heaven, en inglés y con una casi total ausencia de estribillos, de ecos de bandas como Pedro the Lion, Owen o Joan of Arc, de cierto riesgo y mucha sinceridad podría servir para definir la producción de Neuman y, posiblemente, el mucho interés que en muy poco tiempo ha despertado en crítica y público baste para indicar el valor de la misma, pero, sin lugar a dudas, nada mejor que un concierto del grupo para llegar a conocer en profundidad y disfrutar su propuesta.

Esta noche a partir de las nueve estará actuando en el Centro Cultural Medina Elvira de Atarfe la cantante Mónica Molina, que inicia una nueva gira para presentar su más reciente trabajo discográfico. Un álbum llamado Mar Blanca en el que rinde homenaje a la memoria y al repertorio de su padre, el mítico Antonio Molina, y para el que ha contado, como suele se habitual en sus discos, con la colaboración en la producción y en la composición de su hermano Noel.

La cantante madrileña ha querido aprovechar los veinte años que han transcurrido desde la desaparición de su padre para celebrar su legado. Según cuenta, ha tratado con este disco de dedicarle su amor y su recuerdo actualizando desde el respeto y el cariño unas canciones que no solo pertenecen a su padre sino a la memoria colectiva de una España no tan lejana. La elegante voz de Mónica y su delicada puesta en escena se pondrán al servicio de un repertorio inmortal al que seguro insuflará emoción. Completará el espectáculo con algunos temas seleccionados de sus anteriores discos, desde los de Tu Despedida de 1999 con el que debutó, hasta los de Autorretrato, su anterior trabajo de 2007. Tras más de cinco años de silencio discográfico, ha sido la idea de este homenaje la que le ha devuelto las ganas de volver a los escenarios.

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