El centro cultural Federico García Lorca inauguró ayer la muestra expositiva Pavimento infinito. Mapa. Sala. Arpa. Alba, en la que las artistas Isabel de Naverán, Rosana Antolí y Julia Spínola ofrecen, a través del "arte vivo", una interacción, basada en el movimiento, con la obra y figura del poeta granadino y con el propio edificio arquitectónico. La muestra está comisionada por Francisco Ramallo, profesor de Historia de Arte en Boston University Madrid.

La exposición se enmarca dentro del proyecto cultural del centro Federico García Lorca, que permanecerá abierta hasta el 12 de abril, y recoge artes visuales, plásticas y performativa.

El alcalde de Granada, Luis Salvador, que asistió a la presentación destacó el importante momento que vive Granada a nivel cultural con "un vasta programación" en la que destacan propuestas "en las que, además de difundir la obra de Lorca, como ocurrió con Jardín desecho, damos paso, como en este caso, a la voz de nuevos creadores, conectando el legado de Lorca con el presente de la creación artística".

En la nueva propuesta del centro Lorca, a partir de un ejercicio de "resignificación" de algunas obras de Lorca, como Suites, El público o algunos dibujos del artista granadino, las artistas ofrecen sus propias investigaciones en torno a la teoría de la danza, la coreografía, el registro de movimiento o el lenguaje literario.

Rosana Antolí, con Es horrible perderse en un teatro y no encontrar la salida, experimenta con la "notación" del movimiento presente entre el texto teatral y la obra plástica lorquinos.

Por su parte, Isabel de Naverán, a través de una conferencia, indaga en la sección El mar baila por la playa en el registro de movimientos de un cuerpo en otro, mientras que Julia Spínola, a partir de la lectura de las Suites de Lorca, y apoyándose en el dibujo y la escultura provocará un diálogo "matérico-gestual" capaz de generar una nueva gramática.