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El gran Teatro de la Ópera mantiene las constantes vitales

  • El espacio escénico está en fase de supervisión por parte de la Junta El estudio AH Asociados continúa redactando el proyecto final.

Si alguien ha pensado en el gran Teatro de la Ópera de Granada en los últimos tiempos, habrá imaginado el cajón más perdido y  la carpeta con más polvo posible. Sin embargo, el espacio escénico diseñado por  Kengo Kuma y el estudio de arquitectura AH Asociados sigue su curso administrativamente. El proyecto se encuentra en la actualidad en el proceso de supervisión por parte de la Junta de Andalucía, con lo que el Granatum, la fastuosa maqueta presentada en 2008, mantiene siete años después las constantes vitales pese a que todos lo daban por enterrado.

El mismo estudio AH Asociados confirmó ayer a Granada Hoy que la Junta de Andalucía está revisando el proyecto y les remite  los requerimientos oportunos para incorporarlos al proyecto final. Desde la oficina en Pamplona de la firma de arquitectura se lamentan de la "lentitud" con la que avanza el Granatum, pese a lo cual confían en que el gran espacio escénico acabe construyéndose en los terrenos colindantes al Museo de la Memoria de CajaGranada. "El Teatro de la Ópera sigue el proceso normal aunque los plazos se estén dilatando en el tiempo", continúan desde el estudio de Miguel Ángel Alonso del Val, uno de los socios españoles del arquitecto japonés Kengo Kuma. La crisis que comenzó justo cuando echó a andar el proyecto ha tenido al Teatro de la Ópera en estado de letargo aunque, según ha podido saber este periódico, desde la Junta de Andalucía se valora la posibilidad de acceder a fondos europeos para la Cultura que permitan sufragar una gran parte de la obra, que estaba presupuestada hace siete años en 40 millones de euros. 

Es la opción que ha tomado la Alhambra para financiar su proyecto del Atrio, para lo que ha solicitado a la Unión Europea 25 millones de euros, más del 50% de un proyecto valorado inicialmente en 45 millones de euros. El Centro Lorca, del que ayer se cumplieron diez años de la firma del convenio de colaboración entre las instituciones implicadas, abrirá sus puertas diez años después, el próximo 5 de junio, para lo que fue fundamental la llegada de unos fondos de compensación noruegos de más de 2 millones de euros que permitirán el equipamiento del centro y su funcionamiento los dos primeros años. También con fondos europeos se está financiando la construcción del Biodomo del Parque de las Ciencias, un proyecto que construye Ferrovial en el solar colindante con el antiguo edificio de Urende y que cuenta con un presupuesto de 12,5 millones de euros.

El gran Teatro de la Ópera de Granada generó en su momento una gran expectación aunque, en este caso, el consenso institucional entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento primó sobre otras cuestiones. Los estudios de arquitectura más importantes del mundo presentaron sus proyectos aunque fue finalmente el Granatum de Kengo Kuma el que ganó el concurso público en octubre de 2008, por delante de nombres de relumbrón como a  célebre Zaha Hadid, primera mujer ganadora de un premio Pritker; Dominique Perrault, autor de la Biblioteca Nacional de Francia, o Navarro Baldeweg, responsable de los palacios de congresos de Salamanca y Cádiz. También competían Arata Isozaki, conocido entre el público español por su trabajo en el Caixa Forum de Barcelona, los finlandeses Ala Architectes y los prestigiosos arquitectos españoles Mariano Bayón y Francisco Mangado, este último asociado al único granadino que logró colarse en la final del concurso, Ramón Fernández-Alonso. 

Por entonces, Rosa Torres era la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía y se estimaba que el proyecto podría estar ultimado para 2011, con lo que estaría listo para ser la obra emblemática del Milenio de Granada, una celebración que fue perdiendo fuelle con el paso del tiempo. 

En este proyecto, los arquitectos optaron por la forma de una malla hexagonal y una sala de espectadores con capacidad para 1.500 personas, que tendría una amplia gama de terrazas abiertas al escenario para evitar la relación jerárquica y formar un único espacio recogido y compacto. El desnivel de acceso organizaría la plaza en dos ámbitos, uno de los cuales será el espacio de exposiciones al aire libre, cubierto por ligeras pérgolas. Ligado a éstas, el edificio segrega un pabellón independiente, donde se ubica la administración y la venta de entradas. En cuanto a los materiales que se emplearán, el Gran Espacio Escénico será de chapa de aluminio en las partes opacas y en las más abiertas, de aluminio y vidrio, mientras que el hormigón se utilizará en las partes voladas del edificio.

Aún parece lejano el día en que se liciten y adjudiquen las obras, pero Granatum todavía mantiene un hálito de vida...

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