Nadie podrá negar la valentía a la promotora Fuzzy Chain que ha tenido la osadía de plantarle cara al mismísimo Festival Zaidín Rock contraprogramando otro de pago durante el mismo fin de semana, viernes 9 y sábado 10 de septiembre, que celebran en la sala Aliatar. Presenta un cartel de máximo interés, con algunas de las más recomendables propuestas del sonido retro-sesentero tanto nacional como internacional encabezado por Thee Oh Sees y La Luz.

Los primeros son referentes indiscutibles del resurgir en el siglo XXI de la nueva psicodelia y el garage y la fama su directo, absolutamente demoledor, les precede, especialmente desde que tomaran la decisión de redoblar su pegada con una segunda batería. Liderados por el inquieto guitarrista John Dwyer, uno de los máximos agitadores de la escena independiente de San Francisco, Thee Oh Sees llevan casi veinte años, desde 1997, practicando una suerte de ruidismo psicodélico a base de guitarras y sintetizadores post-punk, de melodías elementales y atronadoras bases, como si The Mamas & The Papas hubieran sido secuestrados por Charles Manson y obligados a practicar feroz garage-rock. En disco no debutarían hasta 2006, pero desde entonces no han parado de publicar nuevos trabajos, superando la media de un álbum al año y acercándose ya a la veintena de discos largos.

La noche del viernes se completa con la participación de Los Nastys, unos jovenzuelos procedentes de Madrid, que ya nos presentaron también los chicos de Fuzzy Chain en su primer concierto granadino junto a Los Wallas. En apenas tres años se han hecho con el trono del nuevo garage-punk nacional gracias al entusiasmo con que afrontan su enloquecida propuesta de punk reverberante y asesino, que ya dejó cicatrices en festivales como Monkey Week, Benicassim o Sonorama. Después de sorprender a principios de 2014 con el ep Me lo Encontré Así, que editó Tres Cipreses, y más tarde con La Isla de los Cuadrados Mágicos, ahora vuelven con su flamante álbum Noche de Fantasmas con Los Nastys. La cuota local la cubren Perro Mojado, los ganadores del concurso Emergentes de Planta Baja en 2015. Practicantes de un punk-rock cavernícola, más clásico, de vocación underground, pues se miran en las salvajadas de los pioneros The Stooges, MC5, Ramones, Dead Boys o The Gories, se han postulado como herederos y salvadores del rock granadino.

Para el sábado la fórmula de grupo internacional, grupo nacional y grupo local se repite, empezando en este caso por La Luz, una banda de cuatro chicas procedentes de Seattle, a pesar de su nombre en castellano, que practican un rock melódico impregnado de influencias sixties, lleno de las armonías vocales del doo-wop y los grupos de chicas de los primeros sesenta, pues comparten el protagonismo vocal entre sus cuatro componentes, pero también del eco de las guitarras surf, los toscos arreglos de teclado del garage y la temática del más clásico rhythm&blues y el rock&roll de los cincuenta. El cartel para la noche del sábado se cierra con los grupos Terrier y The Loud Residents, procedentes de Madrid y Málaga, respectivamente. Los primeros, veteranos en otras bandas del subsuelo capitalino, comenzaron haciendo versiones de la Velvet Underground en 2011 por puro divertimento, antes de abordar sus primeros lanzamientos (hasta en formato de ¡casete!) y su posterior debut en largo, Un Cadáver en el Mar (Sonido Muchacho, 2013), que sorprende por el tratamiento de unas armonías vocales rudas y sin embargo ambiciosas sobre una base de psych-garage. The Loud Residents, con el soplo de frescura que conlleva la savia nueva y una pegada que elaboran con una base de garage y el noise rock escuela Sonic Youth.