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Por amor al arte

  • Sólo el 8,17% ingresa al año más de 12.000 euros por ejercer Entre los artistas, las mujeres sufren una mayor tasa de desempleo

Cada vez más precariedad y demasiado paro. Los actores españoles están "en el umbral de la pobreza", según un estudio recientemente publicado por la Fundación de Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE). Los sueldos son "de miseria" porque sólo el 8,17% ingresa al año más de 12.000 euros por ejercer su profesión, el 2,15 % cobra más de 30.000 al año y, de los que trabajan, más de la mitad no supera los 3.000 euros al año, dice el estudio.

La situación se ha agravado durante los tres últimos años y se encuentra en un callejón sin salida. "No sólo nos ocurre a los actores. Los músicos, pintores y cineastas tienen unos índices similares de paro. En este país la creación artística, además de no estar apoyada, está perseguida", explica el actor granadino Juan Vinuesa, actualmente de gira con Desde aquí veo la casa sucia y La isla púrpura, y haciendo temporada en el Teatro Alfil de Madrid con ¡Improvisa, tío!

"El claro ejemplo -añade- lo tenemos en el último pacto PP-Ciudadanos, donde el cine estaba fuera del plan de reducción del IVA cultural. Este hecho es triste, pero lo grave es otro asunto: no se dieron explicaciones de por qué el cine quedaba fuera de sus medidas culturales. No se dijo el porqué y a mí me parece gravísimo e ilustrativo del lugar que ocupa la cultura en este país".

Para Vinuesa las soluciones no sólo se centran en la rebaja del propio IVA cultural, la Ley de Mecenazgo y el Estatuto del Artista. "Son parches mutables según haya un gobierno u otro. La verdadera solución llegará cuando el teatro, la música, la literatura, el cine o la pintura tengan mayor presencia en las aulas y en la formación pedagógica de los niños y adolescentes. Más que pedir ciertas cosas que afectan a la industria como la reducción del IVA, etc; debería modificarse la educación para cambiar la conciencia de los que tomarán decisiones en un futuro. En este país, esto no le ha interesado ni a la izquierda ni a la derecha".

Juan Vinuesa aboga porque los actores "dejemos de lamernos las heridas y especifiquemos nuestras quejas, ya que en las manifestaciones por la cultura lo que se suele pedir es muy general. Debemos organizarnos y saber qué necesitamos de manera específica y práctica en vez de poética. Decir que el teatro es necesario porque es medicina para el alma es muy bonito y queda muy bien en una pancarta o en tu Facebook... pero en este momento hacen falta reclamaciones concretas y no quejas pueriles".

Este informe sociolaboral de los actores y bailarines españoles ha sido realizado a partir de 3.282 encuestas -el 39 % de la profesión-, el muestreo más exhaustivo realizado nunca en España entre intérpretes escénicos y que "reduce el margen de error a niveles mínimos", según la entidad.

El panorama desolador se acentúa en el caso de las mujeres, que sufren una tasa de desempleo seis puntos por encima de los hombres, trabajan menos días, cobran menos, se enfrentan con mayor frecuencia al problema de trabajar sin contrato y sufren una inserción laboral más débil. "Totalmente cierto", comenta la actriz Gema Matarranz. "En mi caso, la compañía es mía (Histrión Teatro), pero estoy rodeada de compañeros que tienen muy poco trabajo y peor pagado que hace unos años. Es prácticamente imposible poder vivir sólo de un espectáculo, normalmente estás haciendo más cosas como publicidad, algo de televisión y probablemente tengas que echar horas en otras cosas. El trabajo de actor está en un estado bastante crítico".

La actriz granadina Antonia Triviño -en Madrid desde hace unos siete años- comenzó en el mundo de la moda, y desde ahí se fue dirigiendo a la interpretación. "Siempre tuve claro que quería contar historias y emocionar al público a pesas de los obstáculos", asegura. "Es verdad que somos muchos, demasiados, levantas una piedra y salimos un montón de actores y actrices y no hay producciones suficientes para todos".

Con voluntad de acero y la fuerza que da perseguir la vocación "lo que se suele hacer es montar tu propia compañía con tus propios espectáculos, microteatro de 15 minutos para 8 personas en una sala, hacer este teatro alternativo es la mejor manera de vendernos. Conseguir sueldos decentes es muy complicado, se completan con publicidad y lo que vaya saliendo", explica.

Respecto a las dificultares de la mujer "entre mis compañeras veo que cuando se llega a los 40, todo es más complicado, sobre todo en trabajos para audiovisual, lo bueno es que siempre queda el teatro", asegura esta actriz que recientemente ha hecho un papel en la serie de televisión Centro Médico, además de giras nacionales con teatro de humor. Para otra actriz granadina, Concha Medina, la gran fragilidad del sector "es, como siempre, su dependencia del dinero público. Las ayudas son más escasas y es muy difícil llegar a ellas. Hay que poner en pie tus propias propuestas y luchar por ellas haciéndolo todo, lo que es agotador y muchas veces frustrante. El arte siempre se abre camino y se reinventa, pero es triste ver a personas con mucho talento sin salida y con un futuro incierto".

Por su parte, Pepe Cantero, actor jubilado con 65 años cumplidos y casi 30 cotizados, explica que en sus tiempos había menos actores e incluso te atendían. "Como ahora ya ni te reciben debes crearte tus propias oportunidades. En provincia quizás es más fácil. Solución no hay porque es el oficio con más paro pero hay que crearse un hueco propio, simultanear espectáculos, ofrecer propuestas pequeñas que puedan adaptarse fácilmente a cualquier espacio". Además, no todo se reduce a interpretar. "Hay doblaje, cursos, se pueden dar talleres...".

Es aquí cuando aparecen las escuelas como Remiendo Teatro, en la calle Santa Clotilde, 20. "Lo primero que decimos a nuestros alumnos es que conseguir el éxito no es trabajar en televisión y ganar mucho dinero, sino hacer el trabajo bien, hay profesionales increíbles que no han salido ni saldrán jamás en televisión", explica Fernando Martín Vidal, uno de los socios fundadores de este centro de enseñanza que abrió sus puertas en 2004 y que actualmente cuenta con su propia compañía estable. "El sector de las artes escénicas es muy precario y la sociedad lo percibe como algo no profesional, como un hobby, y eso influye en la falta de respeto a las personas que viven de ésto". En Remiendo ofrecen dos niveles de formación, uno para profesionales y otro para gente que tiene su trabajo pero quiere la interpretación como entretenimiento. Otra de las propuestas más fuertes de esta escuela que aún tiene el plazo de matrícula abierto es el doblaje.

El director de la encuesta, el sociólogo Walter Actis, asegura que los actores "siguen en la profesión porque hay muchas ganas, pero hay miedo a reclamar derechos, los artistas sienten impotencia, una gran sensación de abandono y de que no le importan a nadie, y menos, a los políticos. Se sienten acongojados".

"Hay sindicatos, está AISGE, pero el diagnóstico no sale, no hay ideas, la profesión está tan machacada que necesita ayuda, no sabemos salir. La situación es grave, sin paliativos", señala el sociólogo autor del estudio.

El paro obliga a los artistas españoles a ejercer otras profesiones para ganarse la vida y, entre las más frecuentes, destacan la docencia, las labores comerciales o la hostelería. Sólo un tercio de los desempleados ha recibido alguna ayuda económica; el 7,5 % recibe o ha recibido la prestación contributiva de desempleo, otro 7 % tiene subsidio y el 4 % está acogido a alguna de las ayudas que ofrece el departamento asistencial de la Fundación AISGE. Walter Actis, responsable de dos informes anteriores (2004 y 2012) ha diagnosticado aspectos como las diferencias entre actores en función de su comunidad de residencia, edad o sexo.

El parámetro territorial indica que más de la mitad de los artistas censados (53 %) residen en la Comunidad de Madrid y Cataluña le sigue con el 18 %; La Rioja, Asturias y Castilla y León son las regiones con mayor tasa de paro y los menores de 35 años trabajan más que las generaciones anteriores pero por menos dinero.

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