El cine español, que lleva meses esperando un gesto de apoyo del Gobierno, manifestó ayer su queja por el "olvido" al que parece estar condenada la industria audiovisual. Definió como "insuficientes" las medidas aprobadas ayer para el sector, que mantienen las cifras y porcentajes ya conocidos, e insistió en que han deteriorado gravemente la industria.

El Consejo de Ministros confirmó las medidas anunciadas sobre incentivos fiscales a las producciones cinematográficas y ha introducido una pequeña novedad al cambiar la consideración de los proyectos de animación y videojuegos como innovación tecnológica, lo que les permite deducirse el 12 por ciento de los gastos.

Para las organizaciones más representativas del audiovisual español, entre las que se encuentran los exhibidores de cine (FECE), los distribuidores (FEDICINE), y los productores (FAPAE), el ánimo general es el lamento de "la ocasión perdida". Todos esperan que las condiciones cambien en el trámite parlamentario pendiente. "El Ejecutivo ha desaprovechado una buena ocasión para demostrar su compromiso con el sector, como hubiera sido el tan esperado anuncio de que volvíamos al tipo reducido de IVA que siempre han tenido las entradas de cine (y otros espectáculos culturales) con anterioridad a la brutal subida de septiembre de 2012", ha señalado Estela Artacho, presidenta de FEDICINE.

Se trata de una postura compartida por Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE, quien reprochó al Gobierno que en los últimos meses mostró "su voluntad de cambiar la situación del IVA cuando el entorno económico del país así lo permitiera. Los meses pasan y el sector ve cómo, aunque la situación económica mejora, el Gobierno se sigue olvidando de la industria cultural", declara.

El presidente de FAPAE, Ramón Colom, insistió en lo "insuficientes" que resultan los incentivos fiscales a la cinematografía que aplica la reforma fiscal, al mantener el 18 % y aumentar "sólo a un 20 % en el primer millón", recuerda. Por otro lado, y "a pesar del porcentaje", añadió Colom, están "contentos porque por primera vez se tiene en cuenta en la reforma fiscal el valor de la tecnología", comentó respecto a la deducción en animación.

Sin embargo, la reforma no es tan beneficiosa para los rodajes extranjeros: "Consideramos que el mínimo, para competir con el resto de países tendría que ser del 20 por ciento", y no del 15 aprobado, ha dicho Colom. "Podemos compartir la decepción de los productores españoles, pero nosotros estamos satisfechos de que, por primera vez, se cree una línea de incentivo económico, que no existía, para fomentar los rodajes extranjeros en España", apuntó el presidente de la Spanish Film Commission, Carlos Rosado. Los distribuidores siguen confiando en la palabra dada y esperan que Hacienda recapacite y las medidas se puedan corregir a la vuelta del verano.