En las distancias largas, Raúl Alcover es como en las cortas: un remolino de ideas que podrían ser todas canciones. Él no concibe su vida pegado a una guitarra y por eso cierto tiempo parece 'desaparecer'. ¿Qué hace Raúl Alcover cuando no canta? "Cuando no canto: canto, pero me interesan otras muchas cosas en la vida. La pintura, los libros, la ciencia...". Hoy ofrecerá un concierto especial en el Isabel la Católica, donde hará un repaso por sus temas más conocidos, homenajeará a grandes como Javier Egea, Carlos Cano o Miguel Hernández, y presentará algunos temas de su nuevo álbum, Limbo, que verá la luz en los primeros meses del año.

-¿Qué cosas cree perdidas en el limbo?

-Todos nos remitimos a eso de la pérdida. Cuando era chico me decían que los niños que no se bautizaban iban al limbo, pero también se dice que estás en el limbo cuando estás perdido... Ahora mismo estamos pasando una época a nivel mundial donde creo que todo el mundo está un poco perdido o desubicado y es necesario mirar a ese camino intermedio entre el cielo y la tierra. Buscar por ahí porque también ahí hay cosas llenas de colores e interesantes.

-¿Y ahí es donde ha buscado para este disco?

-Es un punto de partida para crear un nuevo sonido que es la mezcla de varias cosas. Limbo es un proyecto abierto a muchos músicos que proceden de tendencias muy diferentes como Jorge Pardo, Pablo Salinas o gente de Estambul y Grecia... colaboradores muy variopintos. Es una fusión de estilos que busca un sonido original y novedoso.

-Dice que es un sonido original... ¿queda mucho por inventar en la música?

-Hay muchísimas cosas por hacer. Yo aprendo continuamente.

-Usted que no es sólo músico sino también gestor cultural, ¿cómo ve el panorama actual en la cultura?

-La música siempre está en crisis. De vez en cuando salen nombres como U2 que trabajan con multinacionales o salen mucho en la radio, pero en niveles generales esto no ocurre. Incluso para llegar ahí han tenido que pasar por muchas vicisitudes. Esta profesión está llena de altibajos. La crisis entra y sale cuando quiere, y veo que siempre que se recorta se recorta por cultura y educación. Que eso se haga me parece una barbaridad. Me cuesta mucho entender las posturas de los políticos.

-¿Cuándo les interesa a los políticos la cultura?

-Parece que la gente que trabajamos en esto estamos todo el día divirtiéndonos, pero esto es un oficio muy duro y tenemos los mismos problemas que se tienen en cualquier otro. Falta una política sensata y seria a todos los niveles. La cultura sólo interesa cuando se puede convertir en negocio.

-¿Qué le saca de sus casillas a Raúl Alcover?

-No me gusta la gente ingrata. Me fastidia mucho. Hay gente que practica una doble moral cuando se trata de mirar a su alrededor. Lo único que prima es el dinero. Se confunde el valor con el precio de las cosas. El Arcipreste ya hablaba de esto en el siglo XV, pero ahora se da con una virulencia terrible. Si no eres millonario eres un imbécil, un idiota.

-Hace cuatro años que no actúa en Granada. ¿Qué hace cuando no canta?

-Cantar en otros lados. Componer, escribir... Yo no concibiría mi vida diaria todo el día pegado a una guitarra, aunque admiro a la gente que sí lo hace. Me interesan otras cosas en la vida: la pintura, los libros, la ciencia. Escribo musicales para teatro o guiones para el cine. Intento ayudar a otra gente, aunque yo no estoy para ayudar a nadie como otros que tienen más nombre que yo. Siempre me estoy moviendo alrededor de la cultura porque es la forma de vida que me hace más feliz.

-¿Cuánto tiempo lleva pensando en 'Limbo'?

-Llevo años con esto. Vas creciendo y dejando un poco de lado algunas cosas. Yo no pienso que todo lo pasado sea mejor... tenía cosas escritas y había conocido a gente con mis mismos gustos. Teníamos ganas de investigar, arriesgar y hacer algo distinto unido a una manera de entender la vida.

-Habla de arriesgar. ¿En qué?

-El riesgo es que salga bien o salga mal. Que tenga una mayor o menor proyección. A lo mejor no la tiene a corto plazo, pero para nosotros sí habrá merecido la pena.

-Tengo entendido que estudió en Granada Geología. ¿Es usted más de tierra o de cielo?

-Igual que me gusta leer y escribir, me gustaban mucho las piedras... y no voy por nada esotérico... (bromea). Sigo pensando que tienen vida. La sensación de tener en tus manos un fósil de miles de años no se puede describir. Si salgo al campo, como hacía con la banda, me paro y las miro. Soy muy de las nubes pero me apasiona la tierra.