Hace unos días se conmemoraron los 40 años del 23-F mediante un acto oficial descafeinado y marcado por el contexto se diría que tensillo que rige la política española del presente. Volaron pues las teclas sacando del cajón otro año más aquel intento de golpe de Estado, procurando por la redondez de la fecha contar con escaso éxito algo que no se supiera –sin rastro aún de los documentos clasificados– o intentando recontar lo de siempre de un modo más original. Y, claro, fue inevitable para muchos escribanos de la prensa diaria no coger la máquina del tiempo y trasladarse al año 1981. Sorprende que en dichos análisis del periodismo de efemérides se obvió mencionar el estreno de una película muy poco tiempo después del asalto con pistolas al Congreso. El 31 de marzo del mismo año, es decir un mes y una semana más tarde, llegaba al Cine Coliseum de Madrid El crack de José Luis Garci, una obra que, aunque grabada en los finales de los 80, sirve de manual para acercarse a eso que llaman las cloacas del Estado y de códice noir para entender aquella España y aquel Madrid del 23-F con su telón de fondo social e histórico.

Este jueves 4 de marzo sale a la venta la reedición en formato Blu-ray de la cinta restaurada y con un libreto de 64 páginas a cargo de Javier Muñoz (quien fuera coguionista de la precuela El crack cero), lo cual remarca todavía más su condición de obra de culto y añade nueva bibliografía a una obra muy estudiada con esta nueva joya para coleccionistas y 'enganchados al crack'. La casa Divisa Home Video es quien se encarga de recuperar y celebrar las cuatro décadas desde que se dio a conocer el Piojo, el detective privado que se atusaba el bigote y borró de un plumazo la España del landismo para situarnos de grises y claroscuros con música de saxofón aunque la Movida fuera lo que más sonara. 

Un auténtico festejo de esta serie de cine negro que muestra, sino al mejor, sí al Garci más desenvuelto en un guion en el que hizo tándem con su socio Horacio Valcárcel, el de casi siempre. Una obra capital del noir y el thriller en España, y que con esta reedición en Blu-ray permitirá ver el bigote detective de Areta en alta definición. Un nuevo homenaje a la figura de Alfredo Landa, quien ayer hubiera cumplido 88 años y que entre su papel de Germán Areta alias el Piojo (marca registrada con permiso de un digno sucesor Carlos Santos en la precuela) y su soberbia interpretación de Paco el bajo tres años más tarde en Los Santos Inocentes se consagró como un grande de la actuación en varios registros.

De hecho, se da la casualidad de que el programa Historia de nuestro cine de La 2 de TVE impulsaba el año pasado, en pleno confinamiento duro, una votación de las mejores películas españolas con la victoria en la clasificación general para Los Santos Inocentes y El crack. Esperado en el primer caso, pero más llamativo en el segundo pues Garci es un cineasta denostado por la intelligentzia y El crack ha sido una película de largo recorrido , que aunque valorada en su inicio con algunos premios fue eclipsada en su momento de nacer por el primer Oscar español para Volver a empezar, de Garci, que salió en 1982.

Esta predilección del público actual por los cracks ha sido un proceso de maceración de décadas, ya que cuando se valora la primera (dedicada a Dashiell Hammett) también se aplaude la segunda parte  de 1983 (dedicada a Raymond Chandler) con un sublime Arturo Fernández en el papel de malo, un actor que antes de ser un truhan dejó interpretaciones muy interesantes en este género de rateros y policías. Y a todo esto se añade la aceptación del último Crack que a su vez es el Cero, un homenaje a la memoria de Alfredo Landa y del periodista malagueño Manuel Alcántara.

Arturo Fernández en su papel de malo en 'El crack, 2'

En los cracks nada chirria, desde una ambientación muy cuidada, a la música de Jesús Glück que te lleva en volandas, hasta la acción muy bien filmada y actuaciones recordadas como El Moro de Miguel Rellán en las dos primeras, el Abuelo de José Bódalo también en los filmes ochenteros o la Carmen de María Casanova, una fija del cine de Garci en su primera etapa.

En 2014 salió a la venta el libro Adictos a El crack, que ya va por la tercera edición, y se empezaron a rescatar en DVD y en retrospectivas, también en la tele, estas joyas que habían sido difíciles de encontrar durante décadas. Curiosamente infravalorada o escondida tantos años pese a ser una gran muestra de cine detectivesco en España, donde ya hubo muchas películas interesantes del género negro en los 50 y 60 apenas conocidas por el público, pero que sin embargo ahora es el género de moda.

El libro 'Adictos a El Crack'

En un mundo de hoy y mejor saber en el de mañana, El crack no pasaría el examen de esta 'sociedad mistol'. Así, los biempensantes, vencedores por KO de implantar su moral, repartidores de carné y pedagogos político-fílmicos tendrían muy claro todo: que la película la rodó un 'facha' (daría igual que antes dedicara historias a la legalización del PCE, a conocer a la izquierda y que durante toda su vida se haya manifestado de forma independiente, tolerante y erudita), que el protagonista es un expolicía y, por tanto, también un 'facha' (da igual también el denodado esfuerzo de Germán Areta en su lucha contra el poder), y qué decir de lo que se respira en una película que aparecen bigotes, combates de boxeo, timbas de mus, mucho humo y chascarrillos futbolísticos.

Tras reparar en lo que ni merece la pena, mejor quedarse en hechos como que salga esta edición en Blu-ray de El crack con un libreto detallado de textos y fotos. Además, también es reciente el éxito de crítica y pública de la precuela de El crack cero y toda la ola de admiración por la trilogía, que motivan a pensar en cierta luz de domingo sobre la que refugiarse. Más que nada porque Garci mostró con El crack que se podía hacer de una factura diferente (muy norteamericano en el mejor de los sentidos) con un transfondo social importante. De hecho, es quizás una de las películas que mejor explique la historia reciente del país sin pretenderlo. Lástima, que al final nunca se atreviera el director madrileño a mezclar a Areta con la ETA y que dedicara los noventa a no 'crackear' porque ya en la película de 1981 había reminescencias a cuestiones como los GAL y la corrupción política que estaban por estallar.

En definitiva, que este nuevo Blu-ray y la opción de ver al primigenio Areta en Filmin es una nueva ocasión para sentarse y ver aquella película con ese inicio tan desconcertante que prendió una llama diferente en el cine español. Ya saben: "Bareta, dame el mechero o te quemo los huevos", una frase que dijo el detective que más tarde diría aquello de "voy a encontrarte o abandono este oficio de mierda".