Costa

'La memoria del azúcar', el documental que pretende mantener viva la historia de la caña en la Costa Tropical

  • La idea es plasmar la historia de aquellos que vivieron la caña de azúcar, la trabajaron e, incluso, viajaron miles de kilómetros para modernizarlo

La memoria del azúcar, el documental que pretende mantener viva la historia de la caña en la Costa Tropical

La memoria del azúcar, el documental que pretende mantener viva la historia de la caña en la Costa Tropical / Alba Feixas

La historia de la caña de azúcar está íntimamente ligada a Motril y la Costa Tropical. En 2006 se realizó la última zafra, proceso de recolectado de corte y recogida, el legado azucarero permanece, sobre todo, en la memoria de los que vivieron de cerca su desarrollo, y ahora el director motrileño, Juan Pablo Pérez Padial, pretende mantener vivo el testimonio de toda una generación y mostrársela al mundo en La Memoria del azúcar, un documental producido por la empresa Mandanga Producciones, en colaboración con el instituto del Cine de Madrid.

Un documental de algo más de una hora y media en el que están involucradas más de una decena de personas que se ha grabado en distintas localizaciones de Motril, como la Fábrica Nuestra Señora del Pilar, el Museo Preindustrial del Azúcar o las bodegas Montero, además de una plantación de caña.

"Llevo el azúcar en el ADN, y cuando hablo en Madrid -donde reside- de la caña de azúcar de Motril, todo el mundo me corrige y me dice que es de Cuba, cuando no es cierto. Se exportó a América desde la Costa Tropical, si mal no recuerdo, en el segundo viaje de Cristóbal Colón", explica a Granada Hoy, Pérez Padial, quien se ha propuesto documentar la cultura de la caña de azúcar para los de fuera. "Quiero que se adentre la gente que no se ha criado entre cañas y monderos en esta cultura".

Y para ello cuenta con un conductor de lujo. El actor uruguayo, Nico Seijo, con el que el propio director del documental trabaja en la obra ¡Qué difícil es! en el Teatro Alfil de Madrid, "me interesaba mucho su punto de vista, no sólo de fuera de España, sino de Europa. Que él fuera el punto de vista de todo el que no es de Motril".

La película está dividida en dos partes. Por un lado, se muestra la propia cultura de la caña de azúcar en la ciudad mediante la visita de sitios emblemáticos estrechamente vinculados con el tema, además del testimonio de personas que lo han estudiado, como el cronista oficial de la ciudad, Manuel Domínguez,  o Juan Pérez, el principal protagonista del documental y padre del director, que tuvo que emigrar a Australia, donde siguió vinculado con la caña. Juan y su hermano emigraron, "mi tío se quedó allí y no lo conozco, la idea es llevar al equipo hasta allí para grabar un reencuentro: entre dos culturas y dos hermanos a través de la caña de azúcar", señala Pérez Padial, aunque reconoce que esta parte es algo más complicada debido a la financiación necesaria.

Un instante de la grabación Un instante de la grabación

Un instante de la grabación / Alba Feixas

Su intención es que el documental se estrene en las salas de cine, aunque sabe que es complicado porque "en España hay poca cultura del documental", aunque sería el "trampolín" para poder llevarlo a otros países. "Es una pena que conozcamos más la cultura americana o japonesa que la nuestra, y más allá del flamenco tenemos mucho más para ofrecer y contar, es fundamental que conozcamos nuestra historia".

La quema de la caña

Juan y su hermano se fueron, al igual que otros muchos españoles, a Australia en busca de un futuro. Allí se necesitaba mano de obra para la caña de azúcar, se fueron como especialistas, algunos regresaron a los años y trajeron consigo nuevas técnicas desconocidas hasta la fecha en la Costa. "Recuerdo cuando me contaron como el primero que volvió le prendió fuego a la caña de azúcar para cortarla, y le detuvo la Guardia Civil. La caña es muy dura, y es mucho más fácil cortarla si le prendes fuego, algo que aprendieron en Australia", relata el director motrileño, Juan Pablo Pérez Padial.

"Uno de mis primeros recuerdos de niño es ver como caían las pavesas, después de que se le prendiese fuego a la vega. Muchas veces lo comparo con la escena de Eduardo Manostijeras donde se ve a Winona Ryder bailando mientras cae la nieve, nosotros de niños éramos igual jugando con las pavesas, lo único que después llegaban nuestras madres a regañarnos porque llegábamos manchados por todos lados", recuerda. 

El equipo del documental 'La memoria del azúcar' El equipo del documental 'La memoria del azúcar'

El equipo del documental 'La memoria del azúcar' / Alba Feixas

Por su parte, el actor uruguayo Nico Seijo, señala que ha sido una experiencia "muy bonita y enriquecedora" que le ha permitido conocer una historia y un legado desconocido. "Algo que me llegó bastante fue que los más jóvenes desconocen esta cultura, pese a que la ciudad está repleta de elementos que la recuerdan". Además, "las personas que más recuerdan esta etapa son las que la han vivido, muchos de ellos ya no están, entonces es bueno que las nuevas generaciones la conozcan para mantener vivo el legado".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios