El Festival de Música y Danza de 2018 ya calienta motores. En la mañana de ayer se presentó el FEX, es decir, el Festival Extensión , que a diferencia del año pasado se celebrará en el mismo lapso de tiempo que su 'hermano mayor' y no se ceñirá al papel de ciclo de antesala con el que nació hace quince años. Según declaró el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, en el acto celebrado en el palacio de Los Córdova, se trata de "un programa que un año más apuesta por la calidad, la solidaridad y sobre todo por 'lo que se extiende', buscando que la ciudad se desparrame de música".

En este sentido, el evento volverá a tener una naturaleza bicéfala, teniendo por un lado la determinación de llevar el arte y la cultura de la música y la danza a la calle, readaptando para ello los espacios más emblemáticos de Granada; y por otro, seguir en la senda de los conciertos solidarios y los actos de carácter inclusivo.

En esta edición, si se atiende a los artistas que llevarán a cabo sus representaciones entre el 22 de junio y el 8 de julio, podemos encontrar espectáculos tanto de compañías internacionales -algunas provenientes de muy diversas latitudes, como la India, Mongolia, Etiopía o Nigeria- como de compañías nacionales con una reputada trayectoria, como es el caso de la compañía de circo y danza granadina, La Nórdika, flamante premio García Lorca de Teatro en este 2018.

En este sentido, el director del Festival de Música y Danza, Pablo Heras Casado, quiso destacar que en esta ocasión "la apuesta por la acotación de fechas en el festival, pasando a ser ahora de quince días, ha marcado también una apuesta decidida por la calidad en la programación". De la misma manera, Heras-Casado, planteó una idea cada vez más extendida entre la organización, esto es, la "autonomía del FEX como festival, cuya programación lo convierte cada vez más en uno de los principales eventos musicales a nivel nacional", plantea el director.

Un evento que no sería posible si no se llevara a cabo la readaptación de espacios para la práctica escénica. Tal es el caso de gran parte de los 12 municipios a los que llega la programación del ciclo, como Huéscar, Nigüelas, Fuente Vaqueros o Sierra Nevada, aparte de la capital.

En cuanto a esto, la diputada de Cultura, Fátima Gómez, quiso destacar el esfuerzo conjunto que se ha realizado cara a que puedan llevarse a cabo las obras programadas en estas localidades, "muchas de ellas realmente pequeñas". "Hablamos de pueblos que carecen previamente, en muchas ocasiones, de espacios escénicos, por lo que ha habido que acoplar tanto la adaptación de estos espacios como el tipo de espectáculo programado, priorizando lugares abiertos" con géneros artísticos proclives a ellos "como el circo o la danza", explicó Gómez.

En lo que respecta a la capital, los espacios cedidos son en muchos casos parte de las infraestructuras de la Universidad de Granada, representada en este acto por el vicerrector de extensión universitaria, Victor Medina, que quiso destacar la colaboración de su institución, siempre ligada al evento, poniendo en valor algunos de los lugares que van a formar parte del FEX. Entre ellos aparecen el Espacio V centenario, en la antigua Facultad de Medicina, ahora con un uso eminentemente cultural.

Uno de los aspectos a resaltar, precisamente, es que el festival está muy ligado a la apuesta por la formación y por la educación musical y artística en la ciudad. Muestra de ello son las actividades que llevarán a cabo los alumnos del Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia de Granada o la Compañía Jóvenes en danza. Estas se mezclan con una coreografía de la artista de renombre, Eva Yerbabuena, así como con los múltiples encuentros y clases magistrales que se darán a lo largo de estos 15 días, entre los que destaca la clase abierta de danza de la bailarina María Pagés. Una buena prueba del carácter formativo por el que quiere caminar el FEX en esta edición.

Una formación que como ya se ha comentado, no estará exenta de valores que este año llevan de baluarte los conciertos solidarios en la cárcel de Albolote y el Hospital Moderno Infantil. Un festival, en definitiva, que crece y se extiende cada vez menos a la sombra de su festival hermano.