Sergio de la Puente | Compositor

"Mi sueño era contar historias con el cine o con la música; al final lo uní todo"

  • El músico granadino podría ganar mañana el Premio Goya a mejor canción original por su tema 'Nana de las dos lunas'

Sergio de la Puente (Granada, 1975) vive en Madrid, pero siempre que puede acaba se escapa a su querida tierra granadina.

Sergio de la Puente (Granada, 1975) vive en Madrid, pero siempre que puede acaba se escapa a su querida tierra granadina. / Cristina Ruiz

En la casa de Sergio de la Puente (Granada, 1975) siempre se escuchó mucha música, sobre todo clásica, instrumental y de cine. Su madre hacía zarzuela de forma amateur y había un piano en casa. El compositor granadino quedó impactado con bandas sonoras como las de El piano de Michael Nyman; la trilogía Azul, Blanco y Rojo de Zbigniew Preisner; o Lucia y el sexo de Alberto Iglesias. "John Williams y Bernard Herrmann están a la altura de Beethoven y Bach", afirma después de confesar que la música de las primeras películas de Star Wars le llegaron al corazón.

El músico podría ganar mañana el Premio Goya a mejor canción original por el tema Nana de las dos lunas, de la película La noche de las dos lunas de Miguel Ferrari. Compite en la categoría con Javier Ruibal por Intemperie; Toni M. Mir por La inocencia; y Caroline Pernell, Jussi Ilmari Karvinen y Justin Tranter por Klaus. "Lo compuse en casa de mis padres, en Otura, viendo a los niños en la piscina. Todo el mundo feliz y yo metido en una habitación escribiéndola. Para mí, lo mágico fue que de allí, de la habitación donde yo dormía de chaval, saliera eso", relata entusiasmado el pianista, que "de pequeño quería contar historias con el cine o con la música; al final lo uní todo".

-Está nominado en los Goya por su canción Nana de las dos lunas. ¿Cómo se siente?

-Todavía no me lo creo. Siempre he estado nominado junto a un equipo. Hablo de nominaciones grupales. Nos han dado Goyas por cortometrajes. En el momento que te nominan se abren muchas puertas. No para de sonar el teléfono. Estoy recibiendo muchas ofertas y estoy cerrando conciertos, películas. Me han encargado la música de una serie tipo Perdidos y de un thriller. Estoy en una especie de nube.

-¿Qué le parecen los temas nominados?

-Los he escuchado todos. En la cena de nominados conocí a Javier Ruibal. Es un musicazo. Da mucho vértigo compartir nominación con un grande. Me dijo que le encantaba mi canción. Para mí, es un regalo estar ahí. La de Javier Ruibal me parece una pasada, y más con la voz de Silvia Pérez Cruz.

-Toni M. Mir, otro de sus contrincantes, dice en una entrevista que "muchas veces las carencias presupuestarias hacen que seas más creativo". ¿Lo ha sentido así?

-Sí. Depende del proyecto. En esta película teníamos muy poco presupuesto, pero me daban mucha libertad. Depende del director también. Yo he trabajado en filmes con poco presupuesto y con directores con los que es más difícil trabajar. Miguel Ferrari me dio carta blanca. Él tenía claro desde el principio que el centro de la película tenía que ser una nana.

-A la hora de componer la canción nominada se tiene que poner en la piel de una madre que ha perdido a un hijo. ¿Cómo se inspiró?

-Había perdido a un ser querido. A la hora de componer, intentas empatizar con el personaje. Yo no he perdido a un hijo, pero si a una persona muy allegada recientemente. Todos en nuestra vida hemos perdido a alguien que queremos. En este caso, se trata de una mujer que pierde a su bebé. Hablé con el director porque se me había ocurrido una idea. En vez de una gran orquesta, formé una pequeña orquesta de cámara donde sólo había mujeres. Fue mágico, como la propia película. Depende de lo que te toque un proyecto y lo que te dejen hacer, así compones. Ferrari, además, es muy buen coordinador.

-¿Hasta qué punto la música puede ser terapéutica, sanadora?

-La música me ha salvado la vida. Mi mundo no tendría sentido sin ella. Estás en una discoteca, en un pub, y te vienes arriba cuando te ponen la canción que te gusta. Ponen un tema de Camilo Sesto en una boda y te alegra. También me pongo música cuando estoy triste. Ha habido momentos de mi vida que he utilizado el piano como una vía de escape.

-¿Es muy precario el mundo del cine?

-Pasa como en todos los trabajos. Se han cargado la clase media. Las películas, o bien son blockbuster (taquillazo) de mucho presupuesto o son películas de guerrilla, como las llamamos nosotros, muy precarias. La noche de las dos lunas contaba con un presupuesto muy bajo. La clase media se la han cargado hasta en el cine. Pasa en la música también.

-¿Usted como lo vive? Veo que nunca le ha faltado el trabajo.

-Yo he apostado mucho por el cine independiente y películas latinoamericanas. Comedias no cojo. No me gusta el blockbuster. Me gusta verlo. Me siento más cómodo con estas producciones.

-Se enorgullece de haber hecho bandas sonoras salidas de un estudio pequeño. ¿Qué ventajas tiene trabajar con productoras independientes?

-Me dan mucho más libertad. Es el cine que me gusta y me siento más cómodo.

Otra imagen reciente del compositor granadino. Otra imagen reciente del compositor granadino.

Otra imagen reciente del compositor granadino. / Cristina Ruiz

-La mayoría de bandas sonoras que ha hecho han sido dramas. ¿Disfruta más componiendo este tipo de películas que comedias?

-Me siento más cómodo en los códigos del drama. Me sale la música más de dentro, es más visceral. La comedia me parece muy difícil. El drama está mucho más abierto a todo tipo de cosas.

-¿Es mucho más fácil poner banda sonora a una película con personajes de carne y hueso que de animación?

-Antes decíamos que la animación era mucho más pesada porque tenía más carga musical. El acompañar cada golpe, cada cosita. Sin embargo, en los últimos años la animación se ha crecido. En El lince perdido había cosas muy interesantes. Y con el estudio irlandés Cartoon Saloon he hecho cosas muy chulas. A mí si el guión me atrae me meto en el proyecto.

-¿Considera la música una pata fundamental en las películas?

-Sí, una banda sonora mala te puede chafar una película. Tienes que contar lo que no dice el personaje. La música guía al espectador. También tienes que saber que estás al servicio de una obra, no de tu ego.

-¿Deberían de reconocer más la música de cine en este país?

-í. Pero también se está blockbusterizando. Me he inventado la palabra. Cuando se organizan conciertos de bandas sonoras siempre están las mismas: Harry Potter, Indiana Jones. Hay mucha más música de cine que la que aparece en los taquillazos. O compositores como Philip Glass.

-¿Qué taquillazo le hubiera gustado componer?

-Mi sueño es poner música a una película de terror. Nadie por ahora me la ha encargado. Me hubiese encantado componer la BSO de Al final de la escalera o de Expediente Warren. También de Los cazafantasmas, de Willow, de Olvídate de mí.

El músico en su estudio de grabación en Madrid. El músico en su estudio de grabación en Madrid.

El músico en su estudio de grabación en Madrid. / S. P.

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