Cada día hay mil razones para dar las gracias a cada una de las personas que tienes a tu lado o que se cruzan en tu camino. "Simplemente por llevar una mascarilla...". Y si no lo hacemos, ni siquiera en el pensamiento, es una oportunidad perdida de valorar lo que tenemos, de darle sentido a la vida, de saberse útil, de creer y estar convencidos de que entre todos lo conseguiremos. Es una práctica beneficiosa que nos hace ser personas por naturaleza.

 Y en esta estamos, agradeciendo tanta ayuda, tanta solidaridad y tanta generosidad. Pero lo primero, lo que nos duele en el alma, son los fallecidos, nuestros seres queridos y las víctimas de esta pandemia. Hemos sufrido, compartido el dolor con los familiares y con los compañeros, hemos llorado y rezado en silencio. Y ahora queremos seguir honrando su memoria cumpliendo con nuestro deber, velando por la salud y las familias. Siempre en nuestro corazón.

 Reconocemos a cada uno de los seres humanos como "personas esenciales", pero hay una primera línea con los que estaremos en deuda siempre. A aquellos que han dado todo por cuidar a los demás, mil millones de gracias serían insuficientes, gracias infinitas.

 No olvidemos en primer lugar a los ciudadanos, a todos los que han visto mermadas sus posibilidades, confinados en casa, en una situación complicada pero que han sabido asumir, dando ánimos y ejemplo de entereza y lealtad. A los niños y a los jóvenes que son nuestra esperanza para hacer posible un mundo mejor y a nuestros mayores que son la base de nuestra historia y de nuestro futuro.

 A todos los trabajadores, los que han asistido a su puesto de trabajo o los que lo han realizado desde su domicilio. A los de servicios básicos, como los de alimentación, luz, agua, recogida de basura, correos, transporte, distribuidores, repartidores, empresas como la Gremial del Taxi, Covirán, Coca-Cola, el Grupo Hafesa y la Escuela Taurina de Motril... A los que nos han acompañado y facilitado el día a día y toda la información, a los medios de comunicación, a los equipos de informática. A los establecimientos de hostelería y restauración, y en su nombre a los Hoteles Luna de Granada, Abades, Room Mate, Dauro y en Motril al Nuevo Tropical.

 A las Instituciones y Organismos, a los Ayuntamientos, Asociaciones y Voluntariado y en su nombre al Ayuntamiento de Granada por su acción social y al de Armilla por las instalaciones de FERMASA, a las Policías Locales, a los Bomberos, al INFOCA, a Cruz Roja, a Protección Civil, al 112, a la Asociación de Visitadores Médicos y a las ITV. A los Colegios Profesionales y en su nombre al de Enfermería en su año internacional. A la Universidad de Granada y todos sus centros docentes y de investigación y en su nombre a su Rectora y equipo de gobierno. A las Organizaciones Sindicales y Agentes Sociales.

 A los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas, Guardia Civil y Policía Nacional y en su nombre a la Legión Española, a la Unidad Militar Emergencias (UME) y a la Base Aérea de Armilla.

 Y permítanme esta licencia, a mis compañeros, de la Delegación de Salud y Familias y del resto de las Delegaciones y Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía, a todos los trabajadores y profesionales de los Centros Sanitarios, de Residencias y Centros Sociosanitarios, Centros de Inserción Social, del 061, del 112, del Consorcio del Transporte Sanitario…, a todos allá donde desempeñen su trabajo. Como decía D. Pedro Laín Entralgo, médico, historiador, ensayista y filósofo español: "la medicina hace posible la esperanza de los demás".

 A todos aquellos que de forma altruista han prestado su servicio o han donado material de todo tipo, su tiempo y su conocimiento.

 A todos, nuestro respeto, reconocimiento y gratitud.

 Gracias infinitas.