La importancia de la psicología en los deportes de élite y en sus deportistas está aumentando en los últimos tiempos, ayudando a los mismos a mejorar su rendimiento y motivación. En situaciones como la que estamos viviendo, en la que los deportistas profesionales se ven obligados como el resto de la población a confinarse en sus hogares, aumenta la necesidad de prestar un servicio de psicología óptimo.

El COVID-19 está obligando a la mayor parte de los deportistas de alto rendimiento a entrenar en sus hogares en condición de aislamiento, sin poder tener contacto tanto con familiares y amigos como con el resto de compañeros y equipo técnico. Este confinamiento al que se ven obligados, junto con el miedo a no conseguir el rendimiento que se les exige, puede generarles niveles altos de ansiedad y estrés así como una disminución de la motivación para continuar con sus entrenamientos desde casa.

Los factores psicológicos que más influyen en el rendimiento de los deportistas son la motivación, la concentración, la confianza en uno mismo y el control de sus emociones. Es, por tanto, esencial cuidar estos aspectos en los días de confinamiento para que el rendimiento de los mismos no disminuya de cara a cuando se vuelva a la rutina habitual. Se debe tener en cuenta que, dadas las circunstancias, esta situación puede llegar a alargarse más de lo esperado, teniendo que cancelar o posponer eventos y competiciones deportivas que pueden influirles incluso económicamente.

Todo esto, en su conjunto, puede afectar al equilibrio emocional de los mismos, por lo que es necesario que no sólo cuiden su salud física, sino que es importante prestar atención a la salud psicológica, puesto que los factores psicológicos son esenciales para que exista un rendimiento adecuado. Además, la incorrecta regulación de las emociones podrían llevarlos a intentar controlar la ansiedad y el estrés a través del consumo de alcohol o de drogas, empeorando su situación personal.

Por tanto, existen una serie de recomendaciones durante este confinamiento. Por un lado, es importante establecer objetivos a corto plazo. Estos deben ser lo suficientemente difíciles para que motiven al deportista pero siendo alcanzables. Tienen que ser capaces de poder conseguirlos al tener las habilidades necesarias. Si no es así, la motivación podría disminuir.

Entrenar en condiciones similares a la realidad es otro aspecto a tener en cuenta. Si el deportista está acostumbrado a entrenar al aire libre debe intentar, en la medida de lo posible, hacerlo igual. Si esto no fuera posible, tratar de habilitar una habitación en su hogar con buena ventilación en la que el deportista se encuentre cómodo.

Es importante, además, focalizar la atención en el aquí y ahora. No pensar en lo que pueda pasar en las semanas posteriores o si habrá o no competición. Centrar la atención en el entrenamiento diario y en las indicaciones que le hagan llegar el entrenador y el resto de su equipo técnico.

Por supuesto, mantener el contacto con familiares y amigos mediante llamadas o videollamadas, así como continuar el contacto con el resto del equipo. Si se forma parte de un conjunto, mantener el contacto con los miembros de este para que permanezca la cohesión y sirvan de apoyo. Otra recomendación importantes es establecer un horario y rutina a lo largo de los días donde se fije tiempo de entrenamiento y de ocio.

Pero no todo es realizar actividad física. Realizar actividades distractoras que ayuden a que el deportista disminuya los niveles de excitación como pueden ser leer, escuchar música o cualquier actividad que le genere estados positivos y de relajación es fundamental.

Otras actividades a realizar por el deportista son: Hablar de otros temas no relacionados con el coronavirus; seguir con el plan de entrenamiento establecido por el equipo técnico; tener momentos de desconexión de redes dado que, a través de las mismas, se puede recibir sobreinformación que incrementará las emociones negativas. Por ello, es recomendable buscar información a través de canales oficiales e informarse no más de dos veces al día y a través de fuentes oficiales. Las noticias falsas pueden aumentar la ansiedad.

Por otro lado, pedir ayuda de un psicólogo ayudará a regular y control de las emociones, a aumentar la concentración, la confianza, el rendimiento y la motivación del deportista. Además de llevar a cabo auto-instrucciones. Es decir, los deportistas deben decirse mensajes motivantes, realistas y positivos. Junto a ello, realizar técnicas de relajación, permitiendo así relajarse física y mentalmente, disminuyendo los niveles de ansiedad y estrés. Clave es descansar. Dormir bien y las horas recomendadas por la OMS es importante para el rendimiento y el correcto funcionamiento físico y mental.

Manejar los pensamientos distorsionados e intrusivos que son pensamientos no deseados que se manifiestan de manera involuntaria es esencial. Es normal su aparición pero se deben cuestionar y buscar otros más realistas. Así como identificar emociones, pues es importante buscar un tiempo en el que el deportista pueda reconocer cuáles son sus emociones, siempre teniendo en cuenta que las emociones negativas como la preocupación y el miedo son normales. Y para finalizar, mantener una actitud positiva siempre dentro de la objetividad.

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