Análisis

Roberto Pareja

Las distorsiones de la política... y la de Cayetana

El panorama a algunos les resulta desolador, pero es mucho mejor que antaño con muertos

La política y las decisiones judiciales van muchas veces de la mano, si no del brazo, una distorsión que se antoja casi inevitable dados los respectivos abigarrados calendarios, más en momentos como éste.

La sentencia del procés vio la luz el 14 de octubre, a poco menos de un mes para las elecciones generales del 10 de noviembre, y ha sido decisiva en la distribución de escaños en el Congreso. Sin la violenta reacción de algunos sectores independentistas -que dejó cerca de 600 heridos y 28 encarcelados- de por medio, cuesta pensar que Vox se hubiera hecho con 52 escaños.

Es lastimoso pensar que la formación del Gobierno dependa en cierto modo de un ex presidente de la Generalitat a la fuga, Carles Puigdemont, que ayer se reunió en su exilio dorado de Waterloo con su sucesor, Quim Torra, una cita de la que dependerá en parte (poca) que lleguen a buen puerto las negociaciones entre Junts per Cat y el PSOE de cara a la investidura de Pedro Sánchez.

El Rey iniciará hoy su octava ronda de consultas con los representantes de las fuerzas parlamentarias en sus cinco años y medio de reinado (un elevado número de tandas que contrasta con las diez que protagonizó su padre, don Juan Carlos, en casi 39 años), una ronda que se cruza con las negociaciones entre el PSOE y ERC, cuyas delegaciones se verán las caras hoy en Barcelona.

Un trato que se enmaraña con la situación de los nueve líderes del procés presos, con la resolución de la Justicia belga sobre la extradición de Puigdemont y con el fallo del Tribunal de Justicia de la UE sobre si el líder de ERC, Oriol Junqueras, goza o no de inmunidad como eurodiputado.

Las juntas de tratamiento de las cárceles deben decidir antes del sábado la clasificación de cada uno de ellos en un régimen penitenciario, que deberá aprobar la Secretaria general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat antes de dos meses. A partir de esa clasificación, los internos podrán disfrutar de permisos (a partir del segundo grado y tras cumplir un cuarto de la condena) o de un régimen de semilibertad. No es descabellado especular con que se les aplique desde el primer momento el llamado tercer grado, que permite al recluso únicamente ir a dormir a la cárcel. Un 40% de los internos sin antecedentes lo tienen y ahí está el caso de Oriol Pujol, que entró en prisión el 17 de enero de 2018 para cumplir una condena de dos años y medio por corrupción en el caso ITV y que se hizo con el tercer grado a los dos meses de pisar Can Brians 2.

Las togas están condenadas a enredarse entre las piernas de la política y siempre habrá quien vea una mano negra detrás de las decisiones judiciales y sus tiempos. Al fin y al cabo, los nombramientos de la cúpula del Poder Judicial dependen del Legislativo, que tiene entre sus prioridades la renovación del CGPJ, su órgano rector, que lleva bloqueada ocho meses, casualmente los mismos que la formación de Gobierno.

España vive un complicado momento, de confrontación pura y dura, pero ha quedado atrás otro mucho peor, cuando los políticos no podían coger el coche sin mirar antes los bajos, los tiempos de la amenaza del tiro en la nuca, del coche-bomba, de funerales, de lágrimas, de dolor, de odio a flor de piel, de la compañía sí o sí de los escoltas... ¿Y tú dónde estabas?

Ésa es la pregunta que le ha hecho, a través de Twitter, la presidenta del colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP asesinado por ETA Gregorio Ordóñez (uno de los 24 ediles asesinados por la organización terrorista) a Cayetana Álvarez de Toledo, la flamante y dicharachera portavoz del PP, que ya tuvo un roce el pasado septiembre con sus compañeros populares de Euskadi, a los que acusó de "tibieza" ante los nacionalistas.

Ordóñez ha montado en cólera con la portavoz del PP al declarar ésta que "el momento político actual es más difícil que cuando ETA mataba". Para ella, para doña Cayetana, debe ser muy duro desayunarse con los intentos del candidato más votado de formar Gobierno con fuerzas parlamentarias tan legales y constitucionales como ella mientras que no se demuestre lo contrario. Para doña Cayetana debe resultar muy doloroso que el PP sea un convidado de piedra en la formación de Gobierno. Le acompaño en el sentimiento, pero no pierda el norte. "¿Dónde estabas tú, Cayetana, cuando ETA nos mataba?". Ésa es la pregunta de la que estaba enterrando a su hermano a la que da lecciones con su cero en historia reciente y que compara un metafórico pacto con el diablo con el extinto demonio literal.

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