En la historia los vencedores imponen el olvido sobre los vencidos. Los nombres de los conquistadores deben ser recordados, las joyas y los monumentos de los derrotados pueden ser exhibidas como símbolo de poder de sus nuevos dueños, pero los nombres propios de lo perdedores son disueltos en un genérico "los vencidos", "los moros", "los otros". Solo un reducido número de especialistas los conoce quedando ocultos para la mayoría de la población. Aunque hayan tenido una vida de auténtica película no formarán parte de la cinematografía.

Es llamativo que, aunque en los libros de historia lo mencionan, no tengamos una monografía sobre Ibn al-Ahmar (El hijo del rojo o bermejo), Muhammad I fundador del Reino Nazarí de Granada, hasta el año 2017 de la mano de la arabista Bárbara Boloix Gallardo: Ibn al-Ahmar. Vida y reinado del primer sultán de Granada (1195-1273), editada por la Universidad de Granada y el Patronato de la Alhambra, libro imprescindible que recomiendo.

La fuente principal para su estudio es Ibn al-Jatib. En sus comienzos al-Ahmar se dedica a la agricultura y es un guerrero de frontera, cegrí de Arjona (Jaén). Bárbara Boloix lo describe como de apariencia ascética y un cierto carácter místico sufí.

Después de la Batalla de las Navas de Tolosa en el año 1212 y la derrota de los almohades, Fernando III 'El Santo' conquistará la red de fortalezas defensivas de Jaén.

Al-Ahmar se sublevará contra Ibn Hud de Murcia, siendo proclamado Emir en Arjona en 1232, en donde el apoyo militar de su familia materna y la de su mujer -los Banu Asqilula- fue fundamental.

Al-Ahmar no había heredado el poder, lo había conseguido gracias a las armas. Desde Arjona se apodera de Jaén en 1233. En ese mismo año se suma a la causa el castillo de Jérez del Marquesado y con él la comarca de Guadix. Málaga, Almería, y este de Cádiz, formarán parte del reino. Córdoba, Carmona y Sevilla le brindan su apoyo por poco tiempo (Córdoba es conquistada por Fernando III en 1236 y Sevilla en 1248).

Sultán de Granada en 1238, en donde sitúa la capital. Fundador del reino nazarí de Granada que perdurará hasta 1492. La Alcazaba de la colina de la Sabika será elegida como el lugar para construir la ciudad palatina, que le dará su seña de identidad a Granada: la Alhambra, edificada por los distintos sultanes de la dinastía que él inicia. En 1246 se hace vasallo de Fernando III en una hábil maniobra política como la define Miguel Ángel Ladero Quesada. Alfonso X 'El Sabio' mantendrá el acuerdo y el pago de las parias de doscientos cincuenta mil maravedíes. Sus alianzas con los Meriníes de Fez, el comercio de oriente con el sur de Europa, y su apoyo a la cultura lo convierten en un monarca de leyenda.

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