Perdiendo el norte

¿Y si sí?

Granada está viviendo una auténtica revolución tecnológica silenciosa que repercute ya en el panorama socioeconómico local

Granada adolece históricamente de un amor propio que sí apreciamos en territorios vecinos cuyo desarrollo envidiamos (o criticamos, sin aplicarnos el cuento). Y el cuento no tiene secretos: amor propio (inversamente proporcional a la malafollá), unidad de quienes manejan la res publica y proyectos de futuro.

La provincia de Granada vive a día de hoy, principalmente, del campo, del turismo y de la función pública. Pero comienza también a tener un protagonismo emergente todo lo relacionado con la tecnología y el conocimiento.

Esta semana hemos asistido a la cesión de terrenos por Escúzar (¡gracias!) para el acelerador de partículas; a la unanimidad en la petición de las instituciones estatales sobre inteligencia artificial; hemos conocido que la empresa Platzi estudia implantarse en nuestra tierra; y que las tecnológicas de esta plaza prevén en dos o tres años unos 3.000 nuevos empleos estables y de calidad.

Granada está viviendo una auténtica revolución tecnológica silenciosa que repercute ya en el panorama socioeconómico local. Los responsables son, por ejemplo, Alight Solutions, la principal empleadora privada de la provincia. Tiene ya aquí 1.500 trabajadores y cada semana ofrece nuevos empleos; con dificultades de cobertura, por cierto.

Trabajan en ello empresas como Unit4, asentada en PTS; el centro de innovación de Telefónica; T-System (Deutsche Telekom), que ya anunció casi mil empleos en tres años; y las numerosas pequeñas startup surgidas. Y todo ello sin olvidar el centro de inteligencia artificial que acaba de crear la Universidad de Granada con Indra y Google; y el consorcio regional en esta materia también liderado por la UGR, el Air Andalusia.

Algo se mueve en Granada y ya no es testimonial. Las perspectivas son esperanzadoras. Está saliendo bien aquello por lo que las administraciones trabajan unidas: si se quiere, se puede hacer bien. Y detrás de todo ello, con los grandes ejes de la fusión nuclear, la biotecnología, las tecnologías de la información, en general; y la inteligencia artificial, en particular; está el buen hacer de una institución que se dispone a celebrar su quinto centenario: qué bien le sientan los años a la Universidad de Granada.

Nuestra provincia está cambiando y mucho. Y lo mejor es que estamos siendo protagonistas de nuestro presente y de nuestro futuro. Y lo mejor es que estamos unidos en esto. Tenemos modelo, tenemos hoja de ruta, tenemos futuro. ¿Qué tal si nos queremos un poco más? ¿Y si sí es posible avanzar por el buen camino? ¿Y si sí?

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