¿quién no se ha acordado de la familia de los responsables municipales cuando se ha dejado media rodilla en un bolardo? No se sabe si con ganas de aliviar los dolores o de intentar alegrar la desgracia, han decorado los de la imagen con una sonrisa. La verdad es que el que ve las estrellas tras 'colisionar' con este traidor mobiliario urbano, maldita gracia le hace percatarse de que encima te sonríe.
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