La Rayuela

Lola Quero

lolaquero@granadahoy.com

Candidatos hiperactivos

Cuesta distinguir quién hace oposición a quién en una ciudad donde los dos principales aspirantes a la Alcaldía ejercen de gobernantes (hasta ahora)

Candidatos hiperactivos

Candidatos hiperactivos / PS

Hay una teoría muy antigua entre los gurús de la política y las campañas electorales consistente en que cuando un partido está en la oposición lo mejor que puede hacer para llegar al poder es evitar los errores no forzados o, dicho de otro modo, no pisar charcos innecesarios. Eso hay que dejarlo para el que gobierna, que a fin de cuentas es el que hace y deshace, el que no tiene más remedio que mover ficha y, por tanto, le toca arriesgar. Algo así es lo que se espera en la política nacional con el PP de Alberto Núñez Feijóo y el desgaste propio del Ejecutivo de coalición liderado por Pedro Sánchez. Pero la estrategia no vale en todos los casos y a veces es el aspirante el que tiene que jugársela para desbancar a un gobierno muy bien asentado.

Son distintas dinámicas para llegar al poder desde la oposición. En la política local de Granada hemos tenido años atrás el caso más claro de ese tancredismo con el socialista Paco Cuenca. Por dos veces, una en 2016 y otra en 2021, ha recogido la Alcaldía de la ciudad como fruta madura caída del árbol de la discordia o los problemas del PP cuando este partido estaba en el gobierno. Eso sí, tuvo el mérito de estar ahí, en el banquillo de la oposición municipal, para esperar su momento.

Pero ahora, de cara a las elecciones municipales de 2023 en Granada, nadie está haciendo la estatua a la espera del error ajeno. En esta larga precampaña, más que un alcalde y su principal opositora, hemos visto a dos gobernantes que sacan músculo desde sus respectivos sillones de poder. Ha costado distinguir quién hacía oposición a quién. Carazo ha sustituido (hasta ahora) las clásicas promesas del aspirante al cargo por demostraciones tangibles de lo que es capaz de hacer, todo ello gracias al presupuesto autonómico que manejaba y del que ha conseguido destinar 690 millones de euros a la provincia de Granada, una gran parte en la capital. Son cifras inversoras que no están en la mano de un alcalde, así que éste tiene que competir de otra manera. Como el tanto que se anotaba Cuenca esta semana con la designación de la ciudad para albergar los Premios Goya de 2025.

Una clara demostración de ese pulso de poder entre los principales candidatos está siendo la guerra de carteles en tiempos tan prematuros. Todas las claves y reflexiones están en el artículo completo que, como cada domingo, llega de forma gratuita, en forma de newsletter, a los correos electrónicos de quienes se hayan registrado para recibir semanalmente este boletín de La Rayuela. Estás a tiempo, solo tienes que suscribirte pinchando aquí para recibir el artículo de este domingo. También lo encontrarás en la edición en papel de Granada Hoy y en formato PDF.   

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