Opinión

Mateo Sánchez Cardiel (Efe) / Madrid / Manuel J. Lombardo

'Celda 211', favorita para unos Goya que ignoran a Almodóvar Los premios de la victoria

El filme de Daniel Monzón logra un total de 16 candidaturas por delante de 'Ágora', de Alejandro Amenábar, que le pisa los talones con 13 · Penélope Cruz y Maribel Verdú se rifarán el premio a mejor actriz

La cuarta y exitosa película de Daniel Monzón, Celda 211, se erige con dieciséis candidaturas como favorita para la XXIV edición de los premios Goya del cine español, seguida de cerca por Ágora, otra líder de la taquilla, que acumula trece opciones a premio.

La cinta preseleccionada para representar a España en los Óscar, El baile de la victoria, de Fernando Trueba, y El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, optan a nueve premios cada una, después de que la Academia rectificara y atribuyera la candidatura a Marcelo Pont, director artístico de este filme argentino, en detrimento de Antón Laguna, por El cónsul de Sodoma. Laguna opta en esta misma categoría por su trabajo en Celda 211, lo que le inhabilitaba, según las normas de la Academia, a figurar por cualquier otra cinta.

El secreto de sus ojos, El baile de la Victoria, Ágora y Celda 211, las cuatro finalistas a mejor película, han colocado a sus directores en la parrilla de salida hacia el premio en esta categoría, y se disputarán los galardones principales en una ceremonia que tendrá lugar el 14 de febrero en el Palacio Municipal de Congresos de la Comunidad de Madrid y para la que sólo hay un ganador seguro: el realizador Antonio Mercero, que recibirá el Goya de Honor.

La película de acción dramática Celda 211, rodada dentro de una cárcel y con una deslumbrante interpretación de Luis Tosar como el recluso Malamadre, comenzó su carrera en septiembre en el Festival de Venecia y, al estrenarse en noviembre, coronó la taquilla española y recogió excelentes críticas.

Su director, que se encontraba en Valencia pasando unos días con la familia, se mostró ayer "sorprendido", pero "sereno". "Yo contaba con el reconocimiento para los actores y para el equipo técnico. Con lo demás no, especialmente en un año en el que las películas españolas son excelentes", confesó. "Esto significa que la película ha gustado, que es al final para lo que yo hago películas", explicó con emoción.

Tosar aspirará a su tercer Goya junto a Ricardo Darín por El secreto de sus ojos -actor que hace doblete, pues también compite como secundario por El baile de la Victoria-, Antonio de la Torre por su espectacular transformación física en Gordos -que suma ocho candidaturas- y Jordi Mollá por El cónsul de Sodoma, película de reciente estreno, que ha sorprendido por arañar cinco candidaturas.

Celda 211, una película que casi monopolizada por personajes masculinos, contrasta con Ágora, la declaración de amor que Alejandro Amenábar ha realizado, con 50 millones de euros, a la heroína Hipatia de Alejandría, que ha convertido a la oscarizada Rachel Weisz en candidata a los premios del cine español.

Junto a ella, tres pesos pesados del cine español: Penélope Cruz, tabla de salvación de Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar -que ha sumado cinco candidaturas, incluyendo mejor guión y mejor banda sonora, de Alberto Iglesias-; Maribel Verdú, por Tetro, de Francis Ford Coppola, y Lola Dueñas, que ya ganó el Concha de Plata por su papel en Yo, también. Por esta misma película, Pablo Pineda, el primer actor con síndrome de down en ganar un premio en un festival internacional -también en San Sebastián-, opta al premio de actor revelación, junto a Gorka Otxoa por Pagafantas, Fernando Albizu por Gordos -que suma en total ocho candidaturas- y Alberto Ammann, de Celda 211.

Entre las noveles femeninas, figura Soledad Villamil, protagonista de la popular El secreto de sus ojos; Nausicaa Bonnin por Tres días con la familia; Blanca Romero por After y Leticia Herrero, por Gordos.

Precisamente, Gordos ha colocado todavía a tres actores más -seis en total- en la carrera al Goya: Pilar Castro, Verónica Sánchez y Raúl Arévalo. Castro y Sánchez compiten entre ellas por el galardón a mejor actriz secundaria, junto a Marta Etura, por Celda 211, y Vicky Peña, por El cónsul de Sodoma.

Arévalo se medirá con Darín, así como con Carlos Bardem y Antonio Resines por Celda 211.

En la categoría de película de habla hispana, El secreto de sus ojos parte como favorita frente a la ganadora del Oso de Oro en Berlín, la peruana La teta asustada; la uruguaya Gigante y la Dawson Isla 10, de Chile.

Finalmente, en la categoría de mejor película europea se enfrentarán la triunfadora en los Óscar, Slumdog Millionaire; la ganadora en Cannes 2008, La clase; el drama de suspense sueco Déjame entrar y el éxito de taquilla francés, Bienvenidos al Norte.

LO de La soledad fue un espejismo. Lo escribimos aquí a propósito de los Goya del año pasado, en los que Camino fue la gran triunfadora, y lo corroboramos este año, que augura un paseo triunfal para Celda 211. Los profesionales del cine español ya pagaron entonces todas sus deudas (o su mala conciencia, quién sabe) con la novedad, lo pequeño, la disidencia o el riesgo formal.

Nada mejor en tiempos de crisis y polémicas que reafirmar desde la institución que representa Álex de la Iglesia el peso de ese cine que hace industria a partir de modelos de importación y desde la incontestable sentencia de la taquilla. Desde su presentación en el Festival de Venecia, Celda 211 se ha ido ganando, pasito a pasito, el lugar del consenso que la sitúa ahora como máxima aspirante a todos los premios. Es el suyo el éxito de un cine de género bien hecho, apuntalado desde la escritura, levantado sobre interpretaciones de raza (el Malamadre de Luis Tosar está destinado a ocupar un lugar en la memoria cinéfila de este país), y rematado por una puesta en escena sobria, funcional y enérgica que confirma a Monzón como cineasta de estirpe (neo)clásica en tiempos de timidez autorial.

Junto a su película, los académicos reconocen el espectacular y nostálgico despliegue de producción de Ágora, destinada a ser nuestro buque insignia en el extranjero, castigan, este año tocaba, a Almodóvar, que ni siquiera aparece como mejor director mereciéndolo de sobra, y reconocen las derivas melodramáticas con pedigrí artístico de El baile de la Victoria y El secreto de sus ojos, dos ejemplos de colaboración hispano-americana que comparten más que la presencia en el reparto de Ricardo Darín y su candidatura al Oscar, a saber, una fórmula academicista y popular con veleidades poéticas y leve trasfondo histórico-político. La pedrea ha sido generosa con After, de Alberto Rodríguez, que ve reconocido el artificio de ese guión que hace a un tiempo original y prisionera a su interesante y amargo tercer filme. También se reconoce a su director de fotografía, Álex Catalán, y a Blanca Romero, que será buena merecedora de premio en una categoría (actriz revelación) que parece ideada para legitimar la transición de la pequeña a la gran pantalla.

Gordos, El cónsul de Sodoma, Yo, también y la refrescante Pagafantas se reparten el resto de candidaturas desde su medianía (que es la del cine español) con algunos destellos de genio, mientras que tres de las cintas que mejores críticas han cosechado esta temporada, Los condenados, de Isaki Lacuesta, Liverpool, de Lisandro Alonso, y Mal día para pescar, de Álvaro Brechner, se quedan sin candidatura. Definitivamente no era éste el año para sutilezas, variaciones y experimentos.

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